Nueva Orleans es una ciudad mágica durante todo el año. Sus calles, su historia, sus costumbres y los seres que pueblan la noche y el día ocultos de aquellos humanos inocentes y convencidos de ser los únicos en la ciudad. Pero incluso en este tipo de ciudad, hay ocasiones, en que esta brilla de forma única e impactante. Una magia, una fuerza pocas veces vista.

El desfile de Halloween creado por el Krewe of Boo había ido tomando importancia hasta casi igualar al Mardi Gras. Al menos, eso había leído Calliope, pues este era su primer halloween en aquella ciudad y como persona que buscaba sorpresas donde creía monotidad, había buscado información sobre aquel evento.

No es que fuese a disfrazarse o algo así, pero si observar, analizar y ver como aquellos otros si disfrutaban de aquel lugar. Y bueno, a pesar de faltar aún bastantes días, era ya considerable ver el ajetreo que había en las calles. Las personas ya se encargaban de preparar las decoraciones. De preparar puestos y tiendas donde se irían sucediendo las distintas actividad. Incluso, en la zona desde donde saldría el desfile, podrían verse algunas carrozas en viejos garajes donde aún les faltaba por darles los últimos toques.

Calliope caminaba en silencio. Sus pasos se detenían en ocasiones para observar aquellas cosas, después reanudaba el paso como si solo fuese una sombra entre todos ellos. Quizás, si se detuvo algo más al observar como una mujer colocaba unas figuras de madera que parecían tener la forma de gatos con gorros de brujas. Extraña combinación.

¡Ni de broma! ¿Acaso ella había conocido una pantera de cerca? Qué miedo… tenía que haber sido en un zoológico, ¿no? Si no no le veía el sentido. En fin, al menos dejó el tema. Por suerte. De todos modos aquello no tenía nada que ver con la entrevista y era trabajo mío reencaminarla, algo que había logrado a pesar de todo, pero sabía que aún me quedaba mucho por aprender.

Cuando ella habló sobre la segunda pregunta que le había hecho, abrí la boca para contestar algo, pero enseguida la volví a cerrar. Otra cosa que tenía que aprender y mejorar era callarme durante aquellos trabajos salvo para seguir conduciendo las entrevistas. Se suponía que aquello no era una conversación, de lo contrario la llamaríamos así, y que mis opiniones no tenían cabida en esos momentos.

—Se ven siempre brujas, zombis o vampiros, sobre todo entre los niños, pero ¿cuáles cree que son los disfraces más populares y por qué? ¿Y cuál es el más original que ha visto? —pregunté. Ya serían las últimas cuestiones de la entrevista, pues la profesora nos había pedido que fuese algo breve.

Aquella entrevista parecía seguir su curso a pesar de los momentos en que Calliope parecía irse por otros temas ajenos a la misma. Ella seguía viendo un tema que no era de su incumbencia. Una fiesta que nunca había celebrado y que dudaba en alguna ocasión llegar a celebrar. Y aún así, continuaba respondiendo a aquella chica por que... la duda seguía presente cada vez que la miraba.

- Brujas, zombies y vampiros. - Repitió sus palabras con calma. - Esos son los más populares por que son los que la cultura ha señalado como personajes asociados al miedo. - Divertido era para ella que entre esas tres palabras, dos de ellas la definiesen al completo. Ella era el centro de la pesadilla de muchos niños al parecer. - Fantasmas también son comunes y sencillos. - Bastaba con ponerte una sábana en la cabeza.

La otra pregunta hizo dudar un poco a la hereje. Observó a la joven mientras trataba de buscar una respuesta y al final, recordó algo que vio en una ocasión. - Una lechuga. Una vez vi a un chico disfrazado de una lechuga. - Asintió a sus propias palabras recordando aquello que vio años atrás. Era un disfraz único sin lugar a dudas. No mucha gente se disfrazaba de "verdura". - ¿Algo más? - Calliope alzó una ceja observándola. No quería que escapase de su vista, pero si lo hacía, ya tenía pensado que no la dejaría desaparecer. Esta vez no lo permitiría.

No supe por qué, pero me hizo gracia que repitiera lo que había dicho yo, aunque contuve la risa para no interferir en el vídeo ni molestarla. Solamente sonreí.

—¡Fantasmas, cierto! —exclamé al caer en eso, después de que ella lo dijera, claro.

Aguardé a que ella pensara, sabía que la otra pregunta que le había hecho no tenía una respuesta sencilla. La memoria jugaba un papel importante y el cerebro eliminaba los detalles que no resultaban relevantes, además de que, si bien recordar algo original no es difícil, no siempre nos venían las ideas a la cabeza cuando las necesitábamos.

El cerebro era una parte mi libre de nuestro cuerpo. No era como un brazo, que se levantaba si queríamos y ya está.

Alcé las cejas con sorpresa y esa vez hice un amago de risa, aunque también se quedó en una sonrisa, cuando me dijo que había visto a alguien disfrazado de lechuga. ¡Vaya, eso sí que era increíblemente original! Y tanto me había asombrado que me quedé callada un rato, hasta que ella me preguntó si tenía alguna pregunta más.

—¡Oh, sí! La última. ¿Por qué cree que la gente se disfraza?

Parecía que la respuesta de Calliope había tomado por sorpresa a la joven periodista. Eran muchas las respuestas que podría haber esperado, pero probablemente, entre esas no se encontraba la opción de alguien disfrazado de algo tan común y cotidiano como era una lechuga.

Pero aquella sorpresa no fue suficiente para que una nueva pregunta, en apariencia la última, surgiese de aquellos suaves labios. Calliope pestañeó despacio con aquella expresión tan poco expresiva que había estado dominando a lo largo de aquellos minutos. No había una respuesta difícil para aquello. No desde el punto de vista de la hereje al menos.

- Los niños por la promesa de conseguir chucherías. Los jóvenes y adultos como una llave a una noche de fiesta y alcohol. - No había otros motivos más mundanos o "sentimentales" a ojos de Callie. Para ella estaban tan claras las razones como aquellas que expuso. - También, según los disfraces, dan la cobertura necesaria para que alguien actúe sin ser reconocido. - Los disfraces con máscara permitían aquello.

No me gustó la respuesta de la mujer. No por ella, sino porque eso pudiera ser la realidad. Halloween era algo más que ir sexy, era divertido ser alguien que no eras al menos una vez al año. Sin embargo, no expresé ni un ápice de mi opinión, tenía que aprender a ser completamente neutral ante las respuestas de las personas a las que entrevistara porque era lo profesional, lo que se esperaba de una periodista. Y, si podía ser, esperaba que algún ni siquiera se formaran las opiniones en mi cabeza.

—¿Lo dice por los actos delictivos? —pregunté, curiosa y confundida a partes iguales, cuando me dijo que algunos disfraces daban cobertura para realizar actos sin que los reconocieran. Quizá era una pregunta muy estúpida, pero oye, a veces había resuelto dudas por no dejarme llevar por eso y preguntar— Bien, pues con esto hemos terminado.

Detuve la grabación y la reproduje para ver que por encima que no hubiese ningún problema en la imagen y sonreí ampliamente antes de mirar a la mujer.

—¡Muchas gracias por responder mis preguntas y feliz Halloween!

Calliope negó despacio, si bien apenas unas milésimas de segundos después volvió a asentir despacio. - No solo por ello. Las acciones de una persona crecen cuando creemos que nadie nos puede juzgar. Tener algo que tape tu rostro abre muchas puertas. - Algo tan infantil o dulce como podría ser decirle a alguien lo que de verdad se piensa o desea, a actos como los que ella decía. Las opciones eran amplias y eso solo era una de tantas cosas que "ofrecía" realmente aquella fiesta.

Pero la entrevista había terminado. Calliope alzó la barbilla despacio y asintió. - Feliz.. Halloween. - Tampoco tuvo tiempo a decir mucho más antes de que la joven se marchase. Los pasos de Callie quisieron avanzar para seguirla, pero ella la detuvo, impidió que terminase siguiéndola. De todos modos, no iba a perderla de vista.

Esta vez... podía permitirlo...

Mircalla...