Tras perder un rato de vista a Liv, a Ethan no se le ocurrió otra cosa que seguir dando vueltas por el campamento. No pensó que fuera a ir tanta gente, pero ahí estaba medio Grove Hill, y de seguro también habría muchos habitantes de Mystic Falls. El nombre de éste último seguía causándole escalofríos solo de pensarlo, y tras haber pasado unas semanas en el pueblo, podía entender por qué. Estaba infestado de vampiros, y no precisamente de los buenos.

Empezaba a darle demasiadas vueltas al asunto, así que para despejarse decidió tomar parte en la competición de lanzamiento de hachas. Él iba dopado por su naturaleza vampírica, por lo que le resultaría sencillo. No le importó en absoluto que alguien se fijara en la facilidad con la que tomaba el hacha y la lanzaba, acertando de plano en la diana.

Fue divertido, pero no lo ayudó a calmar su mente. Quizás lo mejor sería volver a la zona de descanso un rato —Hey chaval, no te recomiendo este juego, es demasiado fácil. —Le dijo a un joven que pasaba cerca de él, dándole una palmadita en la espalda sin saber que se trataba de alguien que, en realidad, ya lo conocía.

Jeremy se había alejado del resto para buscar algo de comida, aprovechando para echar un vistazo a todos los puestos y juegos. Tenía que admitir que la organización y aquel sitio le habían sorprendido. Mientras caminaba, sus ojos fueron a parar al puesto del lanzamiento con hacha, justo cuando aquel jugador acertaba el tiro de forma demasiado... sobrenatural.

Pero no fue eso lo más sorprendente de todo.

—¿Ethan? —alzó ambas cejas. Por un instante, pensó que estaría bromeando con él, al fingir que no lo conocía— Tío, cómo me alegro de verte. Creíamos que te había pasado algo —por eso de que había desaparecido sin dejar rastro, según lo que le había contado Anna, después de verse obligado a convertirse para salvarla. Podría decirse que ambos le debían la vida.

—Porque... ¿estás bien? —frunció el ceño. A medida que hablaba, podía notar que, en efecto, el ahora hereje no se estaba quedando con él. ¿De verdad no lo conocía? ¿Qué podría haberle sucedido en ese tiempo...? Fuera lo que fuera, el cazador tenía claro que iba a ayudarlo.

«¿Ethan?» Joder, ¿Es que lo conocía?

Pues claro que lo hacía, si acababa de decir su nombre con esa cara de sorpresa —Disculpa, pero ahora mismo no sé quién eres. —Le dijo con evidente confusión —Me gustaría saber de qué me conoces exactamente. —Trató de hacer memoria observando su rostro y forzándose, pero es que no había nada que recordar. Odiaba sentirse así, porque realmente sabía que debía haber conocido a ese chico en el pasado.

—Tengo amnesia. —Por el momento, esa sería su explicación a por qué no lo recordaba. Todavía no sabía si podía confiar en él o no, así que valdría la pena mantenerse cauteloso —La sufro desde hace cosa de... Un año. —Era un cálculo aproximado, pero qué más daba.

Le había sentado fatal quedarse con esa cara de idiota ante alguien que de seguro lo conocía. Pero eso no era lo peor, porque sentía algo de ansiedad. Si ese chico sabía algo de él, necesitaba que empezara a largar todo. La incertidumbre amenazaba con volverlo loco desde hacía ya meses.

#NoSéQuéPasó

Amnesia. Eso lo explicaba todo... ¿Qué podría haberle sucedido para terminar así? No es como si fuera a responder, porque obviamente no se acordaría.

—Pues verás, te conozco porque... —meditó la forma de explicárselo, porque la historia desde luego era bastante impactante— En fin, en resumen te debo la vida literalmente. Hace tiempo morí, y fue gracias a ti que volví del Otro Lado. Anna, mi novia, te pidió ayuda y tú lo hiciste, lo conseguiste —sino, no estaría ahora hablando con él. Seguiría en el Otro Lado, perdido, muerto.

—Déjame devolverte el favor. Puedo ayudarte —le aseguró, aunque aún no sabía cómo. Quizá entre Anna y él podían buscar información, y pedirle ayuda a Bonnie. ¿Podría la joven bruja devolverle los recuerdos?— ¿Has vuelto solo a Mystic Falls? ¿Desde cuándo estás aquí? —le preguntó. También se preguntaba porqué había vuelto, pero no quería agobiarlo demasiado.