—¿La has visto ya? —no necesitaba decir de quién se trataba porque a fin de cuentas, los dos habían ido allí por lo mismo: @Y. Sif Lanvik. Cada uno con su motivación diferente, desde luego.

Era la hora de comer y Oskar había decidido que invitar a Astrid a algún bocadillo allí y a algo de beber sería una de las mejores opciones. El resto de la comida no le interesaba demasiado, Oskar era un hombre sencillo a la hora de probar bocado.

—¿Cómo estás? ¿Has probado alguno de los juegos? —nada más llegar se habían separado, siendo Oskar el primero en encontrarse con Sif. Después de reencontrarse con Astrid, el licántropo había decidido pasar algo más de tiempo con ella—. No te recomiendo las hachas, ¿sabes? Creo que están infinitamente trucadas. No sé, es raro.

Eso, o él era jodidamente malo.

Tal y como le dijo a Roan, cuando llegase el momento sería ella misma quien buscaría a la contraria para saber de ella, cuando fuese oportuno por lo que cuando supo que Oskar acudiría no dudó un instante en ir junto a este a visitar a su prima. Su prima porque eso es lo que era para Astrid sin importar lo que hubiese tenido que pasar o en lo que la hubiesen convertido siempre sería su familia.

-No aun no-negó ligeramente con la cabeza, lo cierto es que a pesar de que no sentía muchas cosas sí que sentía ese cosquilleo de cuando estás nervioso-quiero dejarla un poco de tiempo, que disfrute del evento y pueda evadirse un poco antes de tocar el tema, sé que no va a ser un encuentro fácil, la conozco, se va a cerrar-comentó sabedora de cómo era Sif.

Y aun a pesar de todo lo intentaría todas las veces que hiciera falta-No realmente, he evitado la mayoría de las actividades porque bueno, no encuentro satisfacción en ninguna de ellas, ya sabes lo que me sucede-lo único que había en sus palabras era frustración-¿Has ido a la hachas con Sif y no has dado una?-cuestionó con algo de frialdad-No creo que Einar las haya trucado, ¿cómo se pueden trucar las hachas?-cuestionó algo pensativa ante aquello.

—Sí, lo sé —Oskar exhaló un suspiro cansado. No le gustaba que Astrid hubiera perdido todo lo que ella era antes: tan llena de vida, de alegría, con tanta efusividad y ganas de pasarlo bien, de luchar, una personalidad arrolladora muy similar a la de Christine. Ahora lo único que encontraba cada vez que la miraba era a una muchacha cuya salud mental pendía de un hilo, o mejor dicho, de la próxima decisión de su tío @Loki N. Lanvik.

El licántropo chasqueó la lengua en su paladar, encogiéndose de hombros—. Podría decirse que o no es mi día, o tanto Sif como yo estábamos bastante más entretenidos en otras cosas —era evidente. No iba a decirle a Astrid que él y su prima se habían besado, porque consideraba que la Lanvik ya tenía suficiente bagaje emocional encima como para añadirle más peso.

Recordemos que Oskar, a pesar de ser su amigo, también era su ex. No quería que las cosas entre ellos pudieran torcerse—. No sé, tanto hablar de ese tal Einar... A mí me da en la nariz que voy a tener que conocerlo personalmente. ¿Tú lo conoces?

Su vida se había vuelto diferente desde que salió del sótano de la mansión, suponer que después de todo segiría siendo la misma hubiese sido algo iluso y es que cada instante vivido durante dicho encierro hizo mella en su cabeza al punto de que sentía haber perdido la conexión con sus sentimientos. Aun había cosas que despertaban reacciones en ella, las personas más cercanas de vez en cuando conseguían sacarla de esa especie de entumecimiento que sentía pero no sería suficiente para traerla de vuelta.

-Basándome en lo que escuché de Einar, quiero confiar que ni él trucó las hachas ni vosotros dos podéis tener tan mala puntería-comentó ante aquello-así que, teniendo en cuenta todo lo que habéis tenido que pasar últimamente así como el haber estado separados, voy a optar por la opción de que estabais más entretenidos en otras cosas-razonó Astrid de forma más lógica que otra cosa, no hacía falta que Oskar mencionase con pelos y señales lo que habían estado haciendo pero sus palabras lo delataban-Me tranquilizar saber que estás ahí para ella-mencionó sinceramente, Sif necesitaba alguien que fuese su tabla de salvación y sabía bien que buscaría alejarles a ambos pero el vínculo de esos dos creía que era lo suficientemente fuerte para resistir incluso los intento de su prima por quedarse sola.

La pregunta de Oskar provocó que se quedase pensativa por un par de segundos-Podría decirse que algo así, no es el tipo de persona que tenga tendencia a pasar desapercibido y en una ocasión de las que estuve en Mystic Falls antes de volver definitivamente intentó lugar conmigo-rememoró sin mucho sentimiento al respecto-Sólo sé que todos le tienen aquí en estima y que podemos confiar en que él ayudará a Sif en todo lo que pueda, creo que os llevaríais bien-concluyó la Lanvik volviendo su mirada hacia el licántropo, seguía sin haber sentimientos en estos pero lo cierto es que hablaba desde el cariño.