—¿Tyler Lockwood?—Su conversación con Will resultó cuanto menos, reveladora. Jackson llegó a pensar que el joven licántropo se había arrepentido de su decisión, razón por la que no supo nada de él en todas aquellas semanas. Agradeció, de hecho, que no se presentase en Nueva Orleans, después de todo lo que ha pasado con la Facción Lupina. Sin embargo, deteniéndose a reflexionar sobre el tema, Kenner terminó llegando a la única conclusión posible: si de verdad Tyler se había echado atrás con su decisión... se lo habría dicho.

Puede que no se conozcan desde hace demasiado tiempo, pero sí lo hicieron en las condiciones más duras e inmisericordes en las que dos sobrenaturales pudieron coincidir: en el Otro Lado. Entre ambos existe cierto código de lealtad, una incipiente amistad, y Jackson sabe que se habría merecido más que una respuesta basada en el silencio.

No; ha tenido que pasar algo.

De modo que, rezando por estarse dejando llevar por un mal (e infundado) presentimiento, Jackson condujo a Mystic Falls y recorrió algunas calles en busca de alguien que pudiera conocerlo. —Disculpe —interrumpe a otro de los viandantes en aquella calle—, ¿conoce a Tyler Lockwood?

Podría decirse que Alaric ya había pasado página en muchas cosas de su vida, especialmente la amorosa. Se había cerrado, por ahora, a la oportunidad de conocer a alguien y ni siquiera bebía tanto, aunque nunca conseguía decirle que no a Damon —a quien llevaba a su lado ahora mismo, por cierto— para disfrutar de un buen vaso de bourbon, claro está. Pero su nariz, casi literalmente, ahora estaba muy metida en el tema de los demonios y los nefilims; desgraciadamente para él, la situación parecía peliaguda e Isobel conoció bastante de aquello antes de siquiera ser vampira.

Aún le parecía una locura lo que había sucedido con ella.

La voz de otro hombre alto, fuerte y moreno llamó su atención, obligándole a levantar la vista de los papeles que llevaba entre las manos y que guardó de manera un tanto aparatosa en su carpeta, para meter la misma en su bolsa—. Oh, hola —frunció el ceño ante la mención de Tyler. ¿Qué? ¿Cómo...?—. Sí, claro. De hecho, hace mucho que no lo vemos. No sabemos donde está, le llamamos y tampoco nos coge el teléfono. Es como si hubiera volado de la faz de la tierra —no es que Tyler fuera la persona más estable del mundo en ocasiones, pero de ahí a pasar a un completo nómada...—. Por cierto, soy Alaric. Alaric Saltzman. El gruñón de mi lado es Damon. ¿Tú eres...?

Desconfiado, casi en automático, Damon frunce el ceño cuando aquel extraño se les acerca preguntando por Tyler. Entrecierra muy ligeramente los ojos mientras Roc hace lo suyo: ser el bonachón confiado del dueto.

Por suerte, Damon está ahí para dificultar las cosas. Quién sabe si aquel tipo de melena no era más que un nuevo problema para Lookwood y el pueblo…

Lo que significa para todos.

—Quieto, quieto Ric. Hablas demasiado cuando él no te ha dicho nada.—No aparta sus orbes de Jackson, da un paso adelante y se sitúa a un lado de su amigo.—Habla aquí el gruñón.—Alza la mano a la altura de su cabeza a modo de saludo burlón.—Somos amigos de Tyler.—De momento solo dirá eso.

Después de todo, él no es quien busca información aquí.

—No te molestarás si te pregunto algo más que tu nombre.—No es una pregunta. Damon alza las comisuras de sus labios por apenas un instante, el movimiento no llega a sus ojos.—¿De dónde conoces Tyler?—Si el lobo del equipo les va a traer más problemas  —aparte de su repentina desaparición—, cuando lo encuentren Damon lo va a matar.

Se cruza de brazos, esperando una respuesta de lo más esclarecedora.

Poli bueno y poli malo: Alaric y Damon. Jack no necesita más que cruzar un par de palabras con sus interlocutores, para que quede perfectamente claro quién es el amable, y quién el gruñón, en palabras de su amigo. Rueda los ojos, suspirando. No está de humor para aguantar tonterías, pero necesita respuestas sobre lo que haya podido ocurrirle a Tyler. —Jackson Kenner.—Se presenta brevemente.—Tyler y yo nos conocimos en el Otro Lado.—Supone que saben de la existencia de aquel lugar, o en el peor de los casos, se limitarán a observarlo con extrañeza.

Tampoco es que fuera la primera vez, ¿no? —Vine a visitarlo hace... casi dos meses.—A primeros de marzo, si no recuerda mal.—Me comentó que quería... unirse a mí y a los míos.—No tiene claro que sea seguro dar demasiados detalles.—Pero quería cerrar sus asuntos en Mystic Falls y despedirse, supongo.—Aunque, como bien le advirtió, no le ofrecería detalles a su madre. Claro que tendría amigos al corriente de su condición, ¿no?—No he vuelto a saber de él desde entonces.—Y, por lo que Alaric acaba de decirle... se ve que ellos tampoco.

—No he venido para presionarlo, pero... sólo quería asegurarme de que estaba bien.—Y, a la luz de los acontecimientos, tal y como Will le advirtiera hará un par de días: se hallan en el peor de los escenarios.

Como el humo: Tyler ha desaparecido.

Vale, tenía razón, se le había escapado mucho la boca. Imaginaba que por la sorpresa de que alguien preguntara por Tyler así como así, teniendo en cuenta que el cazador no lo había visto antes con otras personas que no fueran los losers, especialmente con Matt. Parpadeó despacio a las palabras de Jackson; no porque no le entendiera, sino porque estaba un tanto confundido. Aturdido, incluso.

—Nunca nos ha hablado de ti —tal vez para preservar su identidad o sus planes en secreto—. ¿Unirse a ti? —eso no solo le llamó la atención si no que supo casi en seguida de qué pie podría cojear Jackson—. Así que eres un licántropo —teniendo en cuenta que Ric iba acompañado de un vampiro y que había visto de todo, solo con sus palabras le fue fácil deducirlo. Incluso miró a Damon poco después para que fuera amable con Jackson.

Todavía no había hecho nada y ya le estaba dando una reprimenda. Por si acaso el Damon del futuro decía o hacía algo.

—No... No sabemos dónde está, ni siquiera nos dijo que se iba a ir. Hace demasiado tiempo que no le vemos —eso solo podía significar una cosa—. Si tú no sabes dónde está y nosotros tampoco... ¿Tyler ha desaparecido? —pero cómo.

¿Cómo ha podido desaparecer sin más? Había que encontrarlo y había que encontrarlo ya.

Con que licántropo... Buena deducción, Ric.—Demasiado amable para ser un Lon Chaney.—Sonríe con los ojos hacia el tal Jackson.—He aquí un Bela Lugosi.—Alza la mano y mueve los dedos de forma tétrica. Bien, ya se ha presentado frente al licántropo, asumiendo que entiende las referencias de películas.

Bien, bien. Entiende la advertencia de Ric, se va a comportar.

—Vaya, vaya, así que el Otro Lado... Interesante.—No es que conociera a muchos sobrevivientes —por llamarlo de cierta manera— de ese lugar.—Formemos un club.—Su manera jocosa de decir que también estuvo en esa situación. Damon esboza una de sus irritantes sonrisas.

La verdad, no parece tomar en serio al licántropo, pero todo lo contrario. Damon le ha prestado atención a los gestos del lobo. Llámalo intuición de vampiro o lo que sea: no descarta que Jackson Kenner sea alguien de fiar. No obstante, hay cosas que no cuadran.

—No es que yo sea el mejor amigo de Tyler Lockwood, pero pertenecemos al mismo... Círculo de personas cercanas —por no llamarlo "amigos", porque no es propio de alguien como Damon—, y sabríamos si hubiese pensado unirse a una manada fuera del pueblo.—¿O tal vez no?

«[...] ¿Tyler ha desaparecido?»

—Donovan.—El mejor amigo.—Matt Donovan tiene que saber algo y se ha hecho el que no. Se lo sacaré.—Resuelve con rapidez.—¿Tienes idea de por qué quería irse contigo a New Orleans? ¿Alguna cosa que estuviera persiguiendo allá? —Pregunta un tanto más serio. Si algo realmente malo le ha ocurrido a Lockwolf, entonces más le vale a Damon tener respuestas clara para cuando Elena las necesitara.

—Ya veo.—Jackson sonríe, visiblemente incómodo. Que Tyler no le haya hablado de él a sus más allegados, no inspira demasiada confianza, aunque tampoco le importa demasiado. Lo importante será encontrar a Tyler; todo lo demás resulta secundario.—Híbrido, para ser más exactos. Cortesía de Klaus Mikaelson.—Espera que el desdén en su voz, mientras habla del sujeto, deje claro que no forma parte de su equipo.

Aunque no le conozcan, también le importa Tyler: les guste o no, están en el mismo equipo. —Veo que las segundas oportunidades son más comunes de lo que pensábamos.—Aunque sólo para los sobrenaturales, es algo posible. Por ahora, el humano le ha caído más en gracia que el vampiro, aunque no tiene tanto que ver con la naturaleza de cada uno, sino con la actitud jocosa y burlona de aquel último.

«¿Tyler ha desaparecido?»

—A menos que haya decidido marcharse sin avisar a absolutamente nadie...—eso parece. El tal Damon menciona a un Matt Donovan, del que espera obtener información.—Le ofrecí muchas veces unirse a mi manada. Su vínculo con estas tierras era fuerte —después de todo, ha sido su hogar desde que nació—, pero al final, cambió de parecer. Es... una cuestión instintiva.—Explica brevemente.—Los licántropos siempre buscaremos formar parte de algo.—Y Jack se incluye entre aquellos, pues su naturaleza de lobo siempre se correspondería más con aquello que siente.

Tratando de pensar en otra clase de individuos que pudiera ayudarles por allí, Jackson recuerda repentinamente la última conversación que mantuviera con Aksel Lanvik tiempo atrás. —Alguien... me contó que la situación con los licántropos por aquí estaba siendo inestable.—Les dice entonces, tratando de recabar información y de unir entre todos las piezas.—Parece que muchos lobos han desaparecido sin dejar rastro en los últimos meses.—¿Y si Tyler se ha convertido en un número más de aquellas desapariciones?

—Te diría que me sorprende, pero mentir nunca se me ha dado bine —era algo que Alaric prefería dejar en manos de su gran amigo Damon. A fin de cuentas el vampiro le llevaba unos cuántos —muchos en realidad— años de ventaja—. Tyler a veces es... No, era, bastante inestable. Pero no recuerdo ninguna vez que haya hecho algo así —también era cierto que la memoria de Alaric no era muy fiable; después de haber sido un consumidor asiduo del alcohol, le había tenido que afectar a la cabeza y a la memoria de algún modo.

No era sorprendente para él tampoco.

—¿Matt Donovan? Es una apuesta segura. Pero nos habría dicho algo —Matt y Tyler, Tyler y Matt, como dos caras de una misma moneda. El rubio les habría puesto en sobre aviso de saber algo... O no—. Creo que en febrero fue a una cosa de citas a ciegas a Nueva Orleans, obligado un poco por Matt. Pero no sé nada más —admitió un poco avergonzado. Tenían que pensar por dónde tirar porque la situación era preocupante—. Debe de respetarte mucho si al final decidió unirse a tu manada —Tyler era un muchacho ingobernable muchísimas veces, si Jackson conseguía controlar su carácter y moldearlo o ayudarlo... Era todo un logro.

—¿Que han estado desapareciendo? —Ric frunció su ceño y se cruzó de brazos, poniendo un par de dedos en su mentón para acariciarlo, pensativo—. Necesitamos organizarnos. Tenemos que encontrarle —suspiró. La cosa era mucho más difícil de lo que esperaba—. Necesitamos un hechizo que lo localice.

Y, a ser posible, que estuviera con vida.

Así que Tyler ha decidido formar parte de la manada de un híbrido convertido por Klaus... ¿Por qué no le sorprende a Damon? Quizá porque Tyler ha conseguido cierta afinidad ahí que jamás tendrá con ninguno de sus amigos en Mystic Falls. Después de todo, por lo que observa del híbrido presente, Klaus parece haberles arruinado la vida a ambos...

Más que al resto, cabe destacar.

—¿Cita a ciegas? ¿En New Orleans? —Eso no tiene sentido. Damon frunce el ceño, pero ni siquiera intenta comprender cómo se contecta ir hasta esa ciudad por conectar con una chica. ¿Tyler Lockwood? ¿El mismo que se metió con cada chica de la Preparatoria? De acuerdo, puede que exagere un poco, pero... De ser cierto, es estúpido y triste.

Y con razón, no ni siquiera Ric se lo comentó antes.

—Claro, entendí, entendí, cosa de lobos.—Así resume todo lo que ha explicado el tal Jackson sobre por qué cree que Tyler quiere marchar a New Orleans. Los vampiros, almas solitarias que pueden vivir con o sin un clan, y luego están sus enemigos naturales, los lobos... Hechos a la medida para agruparse en bosques o bares como motociclistas, pero como toda una familia manada. Damon jamás lo entendería.

«Debe de respetarte mucho si al final decidió unirse a tu manada »

—O debe estar huyendo de algo aquí, insisto.—Contraria a Ric, negándose al hecho de que Tyler ha decidido dejar a sus amigos para marcharse a la ciudad, y peor aún, sin siquiera avisar a nadie. Y sí, en todo caso Matt Donovan cuenta como nadie.—Espero no te ofendas.—Dice para Jackson, aunque en verdad tampoco cree que lo hará.

¿Qué? ¿Han desaparecido más lobos? —¿Por qué no empezaste por ahí? —Le reprocha con el ceño gravemente fruncido. Detesta perder el tiempo, y aquel tipo se lo hace perder con indagaciones innecesarias, cuando todo está casi bastante claro: Tyler Lockwood es lobo, y han secuestrado lobos... Uno más uno siempre será dos.—Si sabes algún dato sobre esas desapariciones, será mejor que hables ahora. Tal vez eso ayude a Bonnie Bennett, la bruja de nuestro equipo, para localizarlo —mira a Ric con cara de: si es que puede, claro está.

De lo contrario, tendrán que acudir a otra bruja o brujo, y no le sobran las opciones.