Ha notado cierto revuelo en los últimos días. Pero lo achaca a las próximas celebraciones del mes. Eva sabe que, en diciembre, Nueva Orleans se viste de blanco para celebrar las navidades. Y por muchas guerras que haya, esas fiestas todo se paraliza. En ocasiones daba pena que fuese únicamente en ese momento cuando todos decidían hacer un alto al fuego.

En el pasado ella también había podido disfrutar un poco de aquellas fiestas, ahora le costaba bastante seguir haciéndolo. Los aquelarre cesaban en una situación delicada, los lobos del pantano también. Todo se había complicado y ella aun no había encontrado el propósito para el que se encontraba allí. Estaba intentando hacer las cosas bien, pero todavía le costaba bastante.

Aún tiene mucho por lo que pagar y sabe que más de uno la juzgaría asique sencillamente, es complicado para ella no tener que pasar desapercibida. Parece que Vincent confía algo más en ella, pero hay quienes seguramente busquen hacer más profundo aquel hoyo de su pasado. Aunque es una carga pesada, Eva no se arrepiente y de tener que repetir aquello, lo haría. Porque su mentalidad sigue siendo la de aquel entonces: retorcida.

Lleva días desplazándose a los pantanos, en busca de pistas. Después de haber tenido aquel encuentro con la druida que le contó lo que pasaba con los lobos, Eva siente más curiosidad que nunca. ¿Por qué querría Uther atacarlos de aquella manera tan rastrera? Era lo que trataba de averiguar, pero tampoco podía acercarse demasiado. Sin embargo, se siente observada desde hace un rato y tiene un mal presentimiento.

— Podemos seguir jugando todo el día al gato y al ratón —acaba diciendo, parándose en el sitio donde se encuentra—. O bien puedes decirme si te envían los Treme para matarme —añade pues nos abe quien es aquel que ha estado buscándola, ni quien le ha enviado. No sería la primera vez que le den caza y está preparada para ello. Por fortuna no parece que vayan a atacarla esa noche.

—¿Al ratón y al gato?—Inquiere, arqueando una ceja mientras se deja ver, manteniendo una distancia prudencial frente a Eva Sinclair.—Terminarás jugando a correr detrás de los lobos si no tienes cuidado. He oído que tienen muy malas pulgas estos días.—Y aquella sólo es una forma elegante de decirlo. Sometidos a una maldición vudú que ha venido siendo apodada como maldición del pantano, los Media Luna se han descontrolado durante cada uno de los últimos plenilunios...

De suerte que ya están cerca del cuarto menguante, por lo que Héctor y su acompañante no correrán peligro... al menos, por ahora. —¿Que si me envían? No, qué va. Ahora trabajo por libre.—Más bien, fue expulsado del aquelarre del Barrio Francés... al igual que sucediera con la propia Eva Sinclair en el pasado. Irónico que ambos hayan compartido el mismo destino.—Aunque no dudes que alguien más podrá venir a por ti, tarde o temprano. Desde que Morningstar dispone de sus propios perros de caza —se refiere al matrimonio Ellsworth—, termina rápido y de raíz con todos sus problemas.—La pregunta es... ¿Eva Sinclair se dispone a volver a ser un problema?

Dicen que mala hierba nunca muere, así como que nunca se pierden las viejas costumbres. —Qué haces aquí, Eva.—Que ya no forme parte de los aquelarres no significa que Héctor haya olvidado el gran peligro que aquella bruja supuso para todos. Nadie se acerca tanto al territorio de los licántropos de forma casual.

Algo está tramando.

Esta allí precisamente buscando información sobre la maldición que pesa sobre los lobos del pantano. Le interesa saber porque Uther ha tenido que hacerles aquello para sentirse poderoso. Principalmente porque todo lo que pueda ir en contra de Uther, a ellos puede llegar a beneficiarlos.

La noticia de Héctor cae sobre ella como un jarro de agua fría. ¿Por libre? Ella sabe lo que eso significa, pero sencillamente, no puede creérselo. Sabe que Vincent y Héctor están al tanto de muchas cosas, que han mantenido contacto, pero… ¿desde cuándo Héctor va por libre?

— Lo siento —es lo primero que sale de sus labios. Y está segura de que Héctor sabe a qué se refiere. Ser rechazado por tu propio aquelarre, no es algo agradable, ella lo sabe. Y en cierto modo siente lastima por Héctor. Siempre fue un hombre de firmes principios. Y un buen Anciano—. Estoy buscando la forma de conocer algo más sobre los lobos y la maldición del pantano —concede finalmente. Decírselo no es algo que vaya a hacerle daño ¿Verdad?

Al parecer Héctor es parte de las alianzas de Vincent, por lo que ella no debería tener ningún problema en contarle las cosas. Al fin y al cabo, quizas ahora lo que el contrario quiera sea acabar con la tiranía y recuperar su puesto.

«Lo siento.»

La disculpa es tan sincera, que al principio Héctor no sabe bien qué decir. De algún modo, no acostumbra a que otros realmente empaticen con él —salvo contadas excepciones, como sucede con Virgil—, pero aún menos que lo pueda hacer una mujer de la fama de Eva Sinclair. Refunfuñando a un lado, finalmente le dice—: Ya, bueno.—Frunce el ceño.—Así es la vida. A veces se gana, y otras veces...—Otras veces, lo pierdes todo.

Así de simple.

—Ya veo.—Mantiene las manos en los bolsillos de su traje. Se abstiene de prenderse un cigarro, o siquiera hacer ademán, porque dado el paraje natural, sabe que aquella zona podría tener un mayor riesgo de incendios. Los lobos ya han perdido suficiente como para ver mermar o peligrar el único hogar que aún les queda.—Una maldición compleja, sin duda.—La maldición del pantano.—E ingeniosa. La familia de Uther Morningstar se encargó de todos los preparativos. No me gustaría ser un Media Luna en estos días.—Y con familia, se refiere esencialmente a sus hijos.

Pues hasta donde tiene entendido, se trata de una maldición vudú.

Puede que ella fuese conocida de una maneras. Pero… se supone que todo el mundo tiene derecho a cambiar. Otra cosa es que Eva en realidad haya cambiado. Porque quizás alguien como ella solamente sigue manipulando al resto de personas. Y, sin embargo, comprende a Héctor porque cree que se siente como se sintió ella en el pasado cuando fue rechazada por los suyos.

Asique por primera vez en mucho tiempo, sí que ha sido capaz de empatizar—. Ir por libre tiene sus ventajas —responde encogiéndose de hombros—. Asique, no creo que sea algo que haya empeorado tu vida. —Puede que parezca que está tratando de animarle, pero si lo hace o no, a ella no le importa en realidad. Porque lo único que ella quiere es centrarse en lo que ha ido a hacer allí realmente.

— ¿Sabes cómo está hecha la maldición? —pregunta entonces al ver que aparentemente así es. Quizas la solución a sus preguntas estaba más cerca de lo que creían pues al fin y al cabo Héctor y Vincent siempre se han llevado bien, lo cual le hace pensar a Eva que su exesposo ya tiene la información que ella está buscando—. Todavía no se cómo funciona y no comprendo donde estaba la amenaza si aparentemente, hubo un tratado para que Nueva Orleans gozase de un periodo de paz. —Uno en el que ella por supuesto, no estuvo presente.

Quizas ha pasado demasiado tiempo como para hacer preguntas. Pero está buscando la manera de ayudar y por ende debe comportarse de un amanera muy diferente. Eva, prefiere ir con pies de plomo. Pero eso no deja de ser en parte un problema, porque impide poder actuar.

— Entiendo —responde secamente—. Entonces es muy probable que solamente sepan como deshacer ese hechizo desde dentro. —Y no tenían nadie dentro del aquelarre que pudiese ayudarles con eso, ¿verdad? Eva lo dudaba, si no… ya habrían encontrado una solución.

Lo que no se espera es, la pequeña historia que Héctor decide revelarle. En el fondo paso un año o más fuera, es obvio que no se enteró de nada de aquello. Pero tampoco le soprende siendo algo que viniese relacionado con los Mikaelson. Eva suspira. Los mismo errores que cometió siguen repitiéndose.

— Los Mikaelson nunca fueron una familia que perdonase fácilmente. —Y eso le hace platearse como alguien fue capaz de asesinar a Klaus Mikaelson y porque no se ha extinguido todo su linaje—. Y los media luna… por obvias razones siempre han tenido problemas con la familia original. Podría decir que me sorprende, pero… no es así. —Porque en el fondo esa forma de actuar ya la ha conocido en el pasado—. Siento que he estado más tiempo atrapada del que realmente ha sido. ¿Has dicho que consiguieron matar a Klaus? —enarca una de sus cejas. Esta segura de haber escuchado bien a Héctor.

— Nueva Orleans nunca dejara de sorprenderme… y nunca decepciona, eso está claro —responde ante el resumen de Héctor. Por primera vez desde que está allí, tiene un resumen claro de lo que está pasando. De lo que ha pasado y como han llegado a semejante situación—. Reconozco que… los brujos siempre han sido considerado el peor eslabón de Nueva Orleans. Una de las facciones más débiles. Uther se ha encargado de demostrar que no es así. —Y aunque debería sentirse orgullosa de ese hecho no lo hace.

Porque las consecuencias ser mucho peores. Ella mejor que nadie sabe lo que significa tener que hacer frente a las consecuencias de tus actos—. A veces pienso que sería mejor no haber vuelto. Pero cada vez esto más segura de que yo no soy ni mucho menos una prioridad para le Regente —dice encogiéndose de hombros—. Y así quiero que siga siendo la verdad —confiesa suspirando.

Todo lo que está buscando Eva es seguramente lo que buscan otros. La paz y recuperar un hogar. Ella al menos quiere hacer eso, al lado del hombre al que sigue amando—. Vincent me ha dicho que podemos confiar en ti —declara, dejando claro de esta manera que si, ella también está en el bando del moreno. Al menos en ese momento lo está.

— No parece el tipo de persona que le importe el precio que tenga que pagar —comenta suspirando—. De hecho, estoy segura de que se las apañará para que las consecuencias de todo esto no le salpiquen de forma directa —añade teniendo la certeza de que estaba acertada en sus palabras.

Lo cierto era, que después de todo, Uther está bien cubierto. De una manera u otra sabe que el actual regente ese tipo de persona. Lo cual complica mucho más la cosa de poder acceder a él. Su historia no obstante sigue sin ser olvidada, Héctor lo sabe. Ella lo sabe perfectamente.

— No espero ser perdonada. Si no recordada —declara cruzándose de brazos—. Lo que tu llamas crímenes… bueno, todos tenemos puntos de vista, y no espero que se olviden si no que se recuerden. Asi saben a lo que se exponen. —Porque si van a por ella, ella responderá. Por mucho que haya regresado a su magia original y olvidado los sacrificios… no significa que su mente permanezca siempre en ese lado.

— Uther se está ganando enemigos —responde cuando Héctor pregunta—. Y muchos de ellos saldrán a la luz en el debido momento, desde el interior de su filas si conseguimos dejarlo expuesto —sonriendo ladinamente—. La pregunta es, si esta conforme con tu situación, o si por otro lado… no quieres recuperar tu puesto. —Como Anciano, como brujo de los aquelarres. Aunque no fuese de forma espiritual si al menos su título.