Mumford & Sons escribió:But oh, my heart was flawed.
I knew my weakness,
so hold my hand,
consign me not to darkness...

Condenados a una maldición invertida durante más de dos décadas, los Media Luna prácticamente se habían acostumbrado a disfrutar al máximo las noches de plenilunio, consciente que al amanecer comenzarían un nuevo mes atados y condenados bajo sus formas lupinas. Sin embargo, la última luna llena—aquel veintiocho de febrero—, algo cambió. Para sorpresa —y pánico— de todos, los lobos no volvieron a transformarse en humanos. ¿Acaso su maldición había llegado al siguiente nivel...?

No; por suerte, no lo hizo. Porque, llegado el amanecer, los lobos de la manada recuperaron sus formas humanas... y así se han mantenido desde entonces.

La maldición invertida ha terminado.
El cómo, es un misterio que aún deben resolver.

Embarcado en una investigación de la que Aiden no dudó en formar parte, Jackson se dejó guiar por su instinto y por las promesas de esperanza que un sólo nombre viene concediendo a los suyos desde hace prácticamente veinte años: Andrea Labonair. La princesa prometida; aquella mujer convertida en leyenda mesiánica y quien, Jackson tiene la sospecha, puede estar tras la inesperada liberación de la manada. Todas las pistas sobre ella condujeron a un único lugar.

—Mystic Falls.—Recita el cartel de bienvenida que luce junto al Puente Wickery, poniendo ambos brazos en jarras. El rincón más sobrenatural de todo el Estado de Virginia.—Si los rumores son ciertos, debemos mantenernos alerta. Dicen que es uno de los pueblos con más vampiros de la zona.—Prácticamente toda la manada ha querido marchar hacia el lugar, aunque serían Aiden y Jackson los encargados de realizar una primera labor de reconocimiento.

Quién les diría que sus vidas están muy cerca de cambiar... y por desgracia, para mal.

Aiden seguía aún asimilando, o intentándolo, que ya no volverían a vivir como lobos, al menos, por ahora. Cuando se despidió de los suyos cerró los ojos como hacía siempre. Era una manía suya esa de cerrar los ojos antes de cada transformación. Respiró profundamente y se preparó para el dolor que iba a experimentar en ese momento. Pero, al contrario de todos los meses, ese dolor no llegó.

Jamás olvidaría las caras de desconcierto que tenían todos porque, a pesar de ser una buena noticia poder ser humanos de nuevo, habían aprendido a base de palos que cuando algo cambiaba tenía su explicación y no siempre era buena. De hecho, nunca era buena en esa ciudad.

Así fue cómo se embarcó en una misión con Jackson para intentar encontrar una explicación a todo y así estar preparado para lo que ocurriese. — Venimos de Nueva Orleans, no creo que unos cuantos vampiros nos asusten.— dijo para quitar hierro al asunto, pero lógicamente iba a estar atento a todo loque pasase a su alrededor. Ahora mismo no sabía qué pasaba con su licantropía y lo mejor era no meterse en lios de los que no sabría salir. —¿Sabes por dónde empezar a buscar algo? — preguntó con la ceja alzada. Aquella misión era prácticamente como una aguja en un pajar...y eso que aún desconocía que todo iba a cambiar.

—Eso es, precisamente, lo que me preocupa.—Le asegura a su viejo amigo.—Si los rumores son ciertos... Mystic Falls es un lugar mucho peor que Nueva Orleans.—Y es que, si bien su hogar no es un lugar pacífico, desde que Marcel Gerard tomase el poder y sometiese a las brujas de la ciudad... Nueva Orleans ha mantenido cierta estabilidad.

Una estabilidad que exigió de ellos su expulsión y propició aquella maldición invertida, soportada durante prácticamente veinte años. Jackson Kenner y los suyos... no seguirían conformándose.

—Si te soy honesto... no estoy del todo seguro.—Admite, pues Aiden es de los pocos en la manada Media Luna frente a quien Jackson puede mostrarse transparente y vulnerable. Que sea alfa, no significa que siempre tenga el control de la situación... Más bien, todo lo contrario.—Aunque... creo que tengo una pista.—Confiesa repentinamente, volviendo el rostro para mirarlo.—¿Has oído alguna vez el apellido Mikaelson?—Con el tiempo, aquella familia protagonizaría las peores de sus pesadillas.

Pero, por ahora, sólo se enfrentan a lo desconocido.

— Bueno, esperemos no encontrarnos con esos peligros que tiene Mystic Falls. Después de tantos problemas nos merecemos unos días de turismo.— bromeó usando el humor que a veces sacaba para evadirse, sobretodo cuando no estaba con Oliver, que era el experto en soltar comentarios en el momento menos oportuno.

Aiden confiaba plenamente en Jackson, no era novedad alguna. De hecho era la única persona a la que mostraba todos sus pensamientos y quebraderos de cabeza, y era algo mutuo. Fue el primero en saber su orientación, el primero que le ayudó, el que le consoló cuando le rompieron el corazón por primera vez. Siempre estaba Jackson y lo único que podía hacer era estar ahí para él siempre.

Precisamente por eso accedió a acompañarlo en esta misión, pues con todo lo que estaba pasando creía necesario que, al menos estuviesen juntos, y gozaran de un rato entre hermanos. Aunque lo que había entre manos era muy importante, no sabían aún cuánto.

—¿Mikaelson? Ahora que lo dices se me hace conocido de algo, pero sinceramente no tengo la menor idea de nada. — se encogió de hombros. Nueva Orleans gritaba ese nombre en cada centímetro de historia, por lo que era fácil que le sonase haberlo oído en alguna leyenda o historia. Evidentemente, tampoco estaba seguro de sí realmente lo había oído o simplemente le quería sonar ahora que lo había escuchado. — ¿Y qué tiene que ver ese Mikaelson en todo?  —Pobre, no sabía que todo tenía que ver con esa familia y que pronto serían sus enemigos.

A Aiden no le falta razón, para qué engañarse: la manada ha pasado por mucho. Desde que se hallaran al borde de la extinción con el gran último conflicto entre alfas, y que Marcel Gerard los desterrase bajo el clamor de una maldición invertida, ser Media Luna ha dejado de ser un honor... para convertirse en una auténtica tragedia. Una pesada losa que todavía algunos, como el propio Jackson, cargaban con orgullo.

Mas admitiendo y asumiendo el peso de aquella carga. —No es un ese. Sino un... ellos.—Jack vuelve el rostro, contemplando a su viejo amigo con intensidad.—Las leyendas... y habladurías, dicen que son los primeros vampiros. Los originales.—Le revela finalmente, mientras su voz adquiere cierto matiz sombrío y misterioso. Como casi cualquier licántropo que se precie, Jack no siente ningún tipo de aprecio por los de aquella calaña.—Pero, y he ahí el meollo de la cuestión: los rumores dicen que, en los últimos tiempos, una muchacha ha venido relacionándose con esa familia... Más de lo que muchos habrían creído conveniente.—Y he aquí también, donde se encuentran las sospechas de Jackson.

Sospechas en base a su intuición: una intuición que, simple y llanamente, no ha podido ignorar. —Tengo una corazonada, Aiden. Creo que se trata de ella... O que, como mínimo, las pistas sobre la familia de vampiros originales nos llevarán directos a Andrea.—Y es que está convencido de que ella está detrás del final de su maldición.

Eventos sobrenaturales en el pueblo, una gran fiesta, alguna que otra forastera... Según Kenner, todo aquello no pueden ser simplemente casualidades.

Aiden escuchó atentamente las revelaciones de Jackson sobre los Mikaelson y la posible conexión con Andrea. Un escalofrío recorrió su espina dorsal al pensar en enfrentarse a los originales, pero sabía que debían abordar esta situación con seriedad, pues toda la manada dependía de ellos. Y esa manada eran su familia, lo único que tenían.

— Los originales, ¿eh? No suena a nada bueno. — Aiden frunció el ceño, procesando la información de que esa leyenda era cierta, otra más de las tantas que habían en el mundo. — Si están relacionados con Andrea, podría explicar muchas cosas. No hay coincidencias en este mundo, eso lo aprendimos a la fuerza. Y si ella está vinculada a ellos, las cosas podrían complicarse rápidamente.

Se pasó la mano por el cabello, visiblemente preocupado. — No sé qué tan profundo estemos metidos en esto, Jackson, pero si hay algo que podamos hacer para proteger a la manada, estoy dispuesto. No podemos permitir que esos Mikaelson jueguen con nuestras vidas y nuestra maldición, debemos ser nosotros los que decidamos qué será de nuestras vidas. Ya nos toca.— respondió. Estaba cansado de tener que reaccionar a lo que otros hacían. No era justo que el resto decidiese el futuro de su familia.

Aiden miró a su amigo con determinación. — Pero necesitamos más información. ¿Cómo planeas abordar esto? ¿Hay algún plan para investigar a esos originales y su conexión con Andrea? No podemos dejar nada al azar, especialmente si hay algo en juego tan importante como el fin de nuestra maldición. — asintió convencido. Siempre se apuntaba a todo lo que Jackson hacía, pero hoy con más razón.

«No hay coincidencias en este mundo...»
No: no las hay.

Y por eso, Jackson está tan convencido de haber dado en el clavo. —En ese caso, tendremos que intervenir antes de que las cosas se compliquen.—O intentarlo, al menos. ¡Y qué ironía! Porque, precisamente por haber llegado a Mystic Falls, la manada Media Luna se enfrentará a complicaciones sin precedentes...

Complicaciones que les costarán la vida a muchos. —No puedo estar más de acuerdo contigo, Aiden.—Concuerda con una sonrisa de camaradería, descansando una mano sobre aquel lobo que es mucho más que un amigo para él: Jackson siempre lo ha visto como un hermano.—Los nuestros ya han pasado por demasiadas cosas. Es la hora de reescribir nuestra historia.—De elegir aquel nuevo comienzo... y de hacerlo, juntos.

—No vamos a abalanzarnos sobre los originales, si es lo que estás pensando.—Deja escapar una breve carcajada, bromeando.—Tranquilo, he pensado en ello. Necesitamos conocer y localizar a nuestros enemigos antes de elegir el siguiente paso... y para ello, hemos de empezar recorriendo Mystic Falls.—Revela finalmente.—Reconoceremos el terreno para elegir el mejor lugar para asentarnos, y empezaremos a preguntar. Es un lugar pequeño; dudo que sólo otros sobrenaturales les hayan visto.—De modo que, haciéndose pasar por forasteros conocidos, podrán comenzar a investigar.—Cuando tengamos claro quiénes son y sobre todo, qué tienen que ver con Andrea... podremos pasar a la acción.—Las estrategias violentas, por ahora, están descartadas...

Al menos, hasta que cuenten con más información.

—Sígueme.—Apremia, recorriendo el puente en dirección al pueblo. Es la hora de cambiar las cosas.

Bienvenidos sean a Mystic Falls.