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Recuerdo del primer mensaje :
Este año, el Rousseau's realiza un evento muy especial para el Día de San Valentín: el famoso local va a convertirse en un espacio para organizar CITAS A CIEGAS, donde residentes y turistas tendrán la oportunidad de conocer el amor, o como mínimo, de hacer nuevos amigos. ¿No tienes oficialmente pareja? ¿Has perdido toda esperanza de encontrar a alguien compatible para ti? ¡Los asesores del amor van a ponerse manos a la obra!
Habiendo rellenado sus correspondientes formularios (por sí o a través de amigos), los apuntados al programa de citas a ciegas llegan al local y se preparan para vivir una experiencia inolvidable. ¿Encontrarán finalmente el amor?
• En este tema no habrá orden de posteo, para evitar que se estanque, pudiendo volver a postear si al menos dos personajes ya han posteado.
• En la primera ronda (48 HORAS), los personajes participantes acaban de llegar al local. Las mesas han sido distribuidas y cada una de ellas ha sido cubierta por un elegante mantel rojo, con una romántica vela encima. La casa invitará a cada pareja a un combinado a compartir, aunque la pregunta es... ¿quién de entre los presentes será la cita de cada uno?
• Para reducir el número de interacciones y agilizar el tema, las respuestas tendrán que tener, como máximo, 250 palabras (aproximadamente 15-16 líneas en Word a Calibri 11).
• Este tema permanecerá abierto como máximo hasta el 5 DE MARZO, para evitar que se alargue en demasía o se vuelva tedioso.
• Se ruega subrayar con un color diferente los nombres de los personajes mencionados dentro del post, para facilitar así la lectura.
• SE RECOMIENDA ENCARECIDAMENTE el uso de la siguiente tablilla:
• En este tema, participarán los personajes que previamente se han apuntado en el subforo correspondiente.
SAN SOLTERÍN: CITAS A CIEGAS
14/02 • 20 pm • GRUPAL
Este año, el Rousseau's realiza un evento muy especial para el Día de San Valentín: el famoso local va a convertirse en un espacio para organizar CITAS A CIEGAS, donde residentes y turistas tendrán la oportunidad de conocer el amor, o como mínimo, de hacer nuevos amigos. ¿No tienes oficialmente pareja? ¿Has perdido toda esperanza de encontrar a alguien compatible para ti? ¡Los asesores del amor van a ponerse manos a la obra!
Habiendo rellenado sus correspondientes formularios (por sí o a través de amigos), los apuntados al programa de citas a ciegas llegan al local y se preparan para vivir una experiencia inolvidable. ¿Encontrarán finalmente el amor?
DATOS DE INTERÉS
• En este tema no habrá orden de posteo, para evitar que se estanque, pudiendo volver a postear si al menos dos personajes ya han posteado.
• En la primera ronda (48 HORAS), los personajes participantes acaban de llegar al local. Las mesas han sido distribuidas y cada una de ellas ha sido cubierta por un elegante mantel rojo, con una romántica vela encima. La casa invitará a cada pareja a un combinado a compartir, aunque la pregunta es... ¿quién de entre los presentes será la cita de cada uno?
• Para reducir el número de interacciones y agilizar el tema, las respuestas tendrán que tener, como máximo, 250 palabras (aproximadamente 15-16 líneas en Word a Calibri 11).
• Este tema permanecerá abierto como máximo hasta el 5 DE MARZO, para evitar que se alargue en demasía o se vuelva tedioso.
• Se ruega subrayar con un color diferente los nombres de los personajes mencionados dentro del post, para facilitar así la lectura.
• SE RECOMIENDA ENCARECIDAMENTE el uso de la siguiente tablilla:
- Código:
<center><div class="tablascroll"><div class="imagencita" style="background:url(IMAGEN!!! 250X145)center; background-size:cover;"></div><div class="titulo1" style="font-size:18px;">SAN SOLTERÍN</div><div style="height:200px; overflow:auto;padding:5px;">POST AQUÍ!!!</div><div class="titulo3">14/02 • 20 pm • Grupal</div></div></center>
• En este tema, participarán los personajes que previamente se han apuntado en el subforo correspondiente.
SAN SOLTERÍN
Una camarera llamada Cami comenzó a darnos las instrucciones de la velada y yo cada vez estaba más nerviosa por averiguar quién sería mi pareja de esa noche. Por eso, en cuanto terminó su discurso y nos indicó que podíamos ir a las mesas, caminé en dirección a la mesa 5 en la que estaba mi nombre. Observé con curiosidad al chico que ya estaba allí y le sonreí ampliamente cuando descubrí que era él mi pareja, Dean Warwick. Vaya, ¡qué guapo! Asentí cuando me preguntó por mi nombre. —Sí, esa soy yo. Encantada, Dean. Es todo un placer conocerte —contesté mientras estrechaba su mano y me sentí aliviada al comprobar que se trataba de un humano. Por fin esta noche no tendría que preocuparme por lo sobrenatural. Me senté frente a él y volví a sonreír al escuchar su comentario. —Bueno, en ese caso, creo que estamos en igualdad de condiciones porque yo hace mucho tiempo que tampoco tengo una cita —o, al menos, una cita de este tipo. Desde que lo había dejado con mi novio a finales del verano pasado no había tenido ninguna relación. —Vamos a echarle un vistazo a esos combinados —comenté al tiempo que cogía una de las cartas. Que fueran gratis tenía su punto, esperaba que también estuvieran buenos. —¿Sueles venir por aquí? —pregunté refiriéndome al bar con curiosidad. Era la primera vez que yo lo pisaba y eso que ya llevaba unos meses viviendo en la ciudad.
14/02 • 20 pm • Grupal
SAN SOLTERÍN
Encontrar su nombre fue fácil; pocos eran aquellos tan cortos. Tampoco era complicado deducir el rostro que se encontraría tras leer el nombre desconocido en la tarjeta. San soltó una risita al descubrir que estaba emparejado con otra persona asiática. ¿Casualidad o intención? No le puso mayor interés. Lo sorpresivo, en realidad, fue cuando levantó la mirada para descubrir que su cita era otro hombre. Esto se mostró en la micro expresión donde sus cejas se alzaron, sus párpados se abrieron un poco más y los labios se separaron mientras se tensaba una sonrisa. Inconscientemente, acto seguido, sus ojos pasearon veloces por el resto de mesas, como buscando comprobar que eso fuese... ¿"normal"? ¡Bien por Louisiana!
—Itō-ssi, ¿qué tal? —Los honoríficos típicos de su país surgieron naturales al encontrarse con alguien que entiende de esas formalidades, incluso su cabeza tendió a la reverencia, aunque de inmediato San recordó que estaba en América y que allí no tenían tanta importancia esas cuestiones. De hecho, el contrario le llamó por su nombre de pila y habló de manera informal—. ¡Curioso, sí! Nunca hice algo como esto así que tengo mucha... curiosidad. —Valía la redundancia; fue un poco de torpeza, un poco de haberse distraído viendo los ojos del japonés en parte, sí, porque era sencillo admitir la cierta belleza que el hombre poseía, pero también por cierta luz (literal) que podía percibir de fondo—. Solo espero no olvidarme cómo usar el inglés —bromeó, con parte de verdad, queriendo romper el hielo.
—Itō-ssi, ¿qué tal? —Los honoríficos típicos de su país surgieron naturales al encontrarse con alguien que entiende de esas formalidades, incluso su cabeza tendió a la reverencia, aunque de inmediato San recordó que estaba en América y que allí no tenían tanta importancia esas cuestiones. De hecho, el contrario le llamó por su nombre de pila y habló de manera informal—. ¡Curioso, sí! Nunca hice algo como esto así que tengo mucha... curiosidad. —Valía la redundancia; fue un poco de torpeza, un poco de haberse distraído viendo los ojos del japonés en parte, sí, porque era sencillo admitir la cierta belleza que el hombre poseía, pero también por cierta luz (literal) que podía percibir de fondo—. Solo espero no olvidarme cómo usar el inglés —bromeó, con parte de verdad, queriendo romper el hielo.
14/02 • 20 pm • Grupal
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SAN SOLTERÍN
A Isaiah le pilla por sorpresa la presencia de la camarera, sonriendo por la amabilidad y la simpatía que le transmite. Al ver al resto de personas dispersarse hacia sus mesas, él también hace lo propio. La verdad es que su nerviosismo solo aumenta cuando observa, ya de frente, a la que ha de ser su pareja según lee en el cartel—. ¿Arizona Ellsworth? Encantado, me llamo Isaiah Osborne —añade con una sonrisa, estirando su mano derecha para que la estreche si así lo desea.
El cura se sienta en su mesa y se acerca a ella, nervioso. Intentando... Aparentar, tal vez, toda la normalidad que puede—. Perdona, es que hace mucho tiempo que no tengo citas con nadie. Estoy aquí por probar nada más y me siento bastante fuera del agua —la risa que le sale es nerviosa. Tanto es así, que le gustaría esconderse por el sonido extraño que se produce en su garganta—. No quiero ser un muermo así que te preguntaré cuáles son tus hobbies favoritos, si te parece bien.
El cura se sienta en su mesa y se acerca a ella, nervioso. Intentando... Aparentar, tal vez, toda la normalidad que puede—. Perdona, es que hace mucho tiempo que no tengo citas con nadie. Estoy aquí por probar nada más y me siento bastante fuera del agua —la risa que le sale es nerviosa. Tanto es así, que le gustaría esconderse por el sonido extraño que se produce en su garganta—. No quiero ser un muermo así que te preguntaré cuáles son tus hobbies favoritos, si te parece bien.
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DON'T UNDERSTIMATE YOUR FAITH
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SAN SOLTERÍN
¿A Nyiara Biobaku le recorre un escalofrío al escuchar ese «oh, mierda»? A Nyiara Biobaku le recorre un escalofrío al escuchar ese «oh, mierda». Y no porque sea una expresión de disgusto, sino porque sabe perfectamente de quién viene. Reconocería esa vocecita de chivato en cualquier parte—. Que me parta un rayo aquí mismo si me toca contigo —Nia bufa. ¿San Valentín? San Muertecín más bien. Porque como dejen a Patrick Trélanger más de dos segundos en su misma mesa, lo más probable es que haga salchichas con él y se las dé a los perros.
O peor.
—Y hubiera preferido que siguiéramos sin vernos, Patrick —rueda los ojos hasta ponerlos en blanco, ya sentada en la mesa. No obstante no se le escapa que Arizona Ellsworth también está allí. Pobre de aquel que sea su cita, porque no sabrá la que le ha caído encima—. ¿Y tú qué haces aquí precisamente? No es que tengas muchos problemas para ligar, que digamos —desinteresada, o más o menos, Nia mira la carta para escoger algún combinado.
Va a necesitar unos cuantos para pasar la noche.
O peor.
—Y hubiera preferido que siguiéramos sin vernos, Patrick —rueda los ojos hasta ponerlos en blanco, ya sentada en la mesa. No obstante no se le escapa que Arizona Ellsworth también está allí. Pobre de aquel que sea su cita, porque no sabrá la que le ha caído encima—. ¿Y tú qué haces aquí precisamente? No es que tengas muchos problemas para ligar, que digamos —desinteresada, o más o menos, Nia mira la carta para escoger algún combinado.
Va a necesitar unos cuantos para pasar la noche.
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THE PRINCESS OF THE FRENCH QUARTER
SAN SOLTERÍN
«Por lo menos es bastante guapa». Ese es el primer pensamiento que tiene Tyler cuando por descarte identifica a Sif. Él se va a la mesa que le ha tocado y ya se ha sentado, esperándola. La verdad es que el apellido Lanvik le suena de oídas de Mystic Falls, así que tal vez no se ha librado tanto de la gente de allí.
Lo que significa que Caroline puede que se entere. Y si lo hace ella, lo hará todo el pueblo. Confía en que Matt sepa cerrar la boca, que para algo casi lo amenaza —con cariño— para que no hable. Pero Sif seguro que es otra historia.
—Hola, soy Tyler —añade con una media sonrisa antes de darle la mano para que la estreche—. ¿Qué tal? —lo más gracioso de todo es que, Sif huele muy mucho a eau de lobo y no es la única. Cuando ha pasado por la primera mesa también le ha venido ese más que característico olor a licántropo del hombre sentado con la extraña mujer (Arizona) que parece que ha chupado un limón.
Menos mal que no le ha tocado con ella.
—¿Te trae por aquí el amor o el combinado gratis? —puede y tan solo puede, que preguntar eso no sea lo más adecuado.
Lo que significa que Caroline puede que se entere. Y si lo hace ella, lo hará todo el pueblo. Confía en que Matt sepa cerrar la boca, que para algo casi lo amenaza —con cariño— para que no hable. Pero Sif seguro que es otra historia.
—Hola, soy Tyler —añade con una media sonrisa antes de darle la mano para que la estreche—. ¿Qué tal? —lo más gracioso de todo es que, Sif huele muy mucho a eau de lobo y no es la única. Cuando ha pasado por la primera mesa también le ha venido ese más que característico olor a licántropo del hombre sentado con la extraña mujer (Arizona) que parece que ha chupado un limón.
Menos mal que no le ha tocado con ella.
—¿Te trae por aquí el amor o el combinado gratis? —puede y tan solo puede, que preguntar eso no sea lo más adecuado.
14/02 • 20 pm • Grupal
SAN SOLTERÍN
—Tyler Lockwood.—Con una amabilidad muy poco habitual en ella, Sif corresponde a su interlocutor y cita con la mejor de sus sonrisas. Aunque la loba tenga facilidad para lo desagradable, fue su padre quien le enseñó el valor de verse encantadora a mérito de cada ocasión.—Suena al nombre de alguien importante, ¿no crees?—De hecho, juraría que ya ha escuchado aquel apellido en alguna parte.
Lockwood, Lockwood... sí, seguro. Pero, ¿dónde? —Un poco decepcionada, admito.—Se encoge de hombros.—No, no por ti.—Añade rápidamente.—Es que no soy de por aquí, ¿sabes? Y la última vez que vine estuve en una locura de fiesta.—Una que no terminó demasiado bien, aunque Sif se llevó una buena anécdota.—Supongo que me imaginaba algo más. No sé, confeti, fuegos artificiales; tal vez algo más de música.—¿No es Nueva Orleans una de las grandes cunas del jazz en Estados Unidos?
—Quien busca el amor, no lo encuentra.—Y algunos que no lo buscan, tampoco. Sif sigue sin explicarse cómo es que su padre sigue soltero.—Así que puede decirse que ese combinado tiene la culpa de que yo sea tu cita esta noche.—Bromea, con una humildad que en realidad no tiene.—Y hablando de eso...—Añade, tomando la carta de combinados.—Dime que no eres el típico cachitas que sólo bebe sin alcohol.—Por lo menos, como mínimo, se alegrará la vista. Tiene que reconocer que Lockwood es atractivo.
Lockwood, Lockwood... sí, seguro. Pero, ¿dónde? —Un poco decepcionada, admito.—Se encoge de hombros.—No, no por ti.—Añade rápidamente.—Es que no soy de por aquí, ¿sabes? Y la última vez que vine estuve en una locura de fiesta.—Una que no terminó demasiado bien, aunque Sif se llevó una buena anécdota.—Supongo que me imaginaba algo más. No sé, confeti, fuegos artificiales; tal vez algo más de música.—¿No es Nueva Orleans una de las grandes cunas del jazz en Estados Unidos?
—Quien busca el amor, no lo encuentra.—Y algunos que no lo buscan, tampoco. Sif sigue sin explicarse cómo es que su padre sigue soltero.—Así que puede decirse que ese combinado tiene la culpa de que yo sea tu cita esta noche.—Bromea, con una humildad que en realidad no tiene.—Y hablando de eso...—Añade, tomando la carta de combinados.—Dime que no eres el típico cachitas que sólo bebe sin alcohol.—Por lo menos, como mínimo, se alegrará la vista. Tiene que reconocer que Lockwood es atractivo.
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SAN SOLTERÍN
Tras dejar unos minutos para que las parejas comiencen a tantearse, Cami y el resto del equipo de camareros se acercan a las mesas para llevar a cabo la correspondiente comanda.
—Bueno, pareja, ¿ya sabéis qué vais a tomar?—Les sonríe con amabilidad.—Por si aún estáis indecisos, os oriento un poco.—Añade mientras da una vuelta a la página de la pequeña libreta para prepararse a tomar nota.—La especialidad de la casa es el mojito. Si os estáis cuidando, tenemos también la versión sin alcohol.—Les explica.—No obstante, si queréis decantaros por una opción más dulce, también tenemos piña colada. Manhattan si os gusta el whisky; margarita si sois fans del tequila, y nuestra mejor apuesta para San Valentín: el tequila sunrise.—Dados sus colores rojizos, aquel por supuesto debía ser el rey de esta noche, pero la última decisión queda en manos de los invitados.—¿Y bien? ¿Qué os apetece?
—Bueno, pareja, ¿ya sabéis qué vais a tomar?—Les sonríe con amabilidad.—Por si aún estáis indecisos, os oriento un poco.—Añade mientras da una vuelta a la página de la pequeña libreta para prepararse a tomar nota.—La especialidad de la casa es el mojito. Si os estáis cuidando, tenemos también la versión sin alcohol.—Les explica.—No obstante, si queréis decantaros por una opción más dulce, también tenemos piña colada. Manhattan si os gusta el whisky; margarita si sois fans del tequila, y nuestra mejor apuesta para San Valentín: el tequila sunrise.—Dados sus colores rojizos, aquel por supuesto debía ser el rey de esta noche, pero la última decisión queda en manos de los invitados.—¿Y bien? ¿Qué os apetece?
ACLARACIONES:
— Cami se ha pasado por cada mesa por orden, repitiendo el mismo discurso para cada pareja sucesivamente, de modo que, en la próxima intervención de los personajes de la trama, han de dar por hecho que Camille se ha dirigido concretamente a ellos en aquel momento.
— La única mesa por la que no se ha pasado es la NÚMERO 2 ( @Erin M. Byrne + @Frank A. Walker ), pues todavía ninguno de los dos personajes ha visitado aún la trama, de modo que pueden aprovechar su intervención a continuación para realizar una introducción y primera toma de contacto entre sí sin la interrupción de la camarera.
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SAN SOLTERÍN
—Puedes llamarme Kenji.—Le sonríe, con cierto deje de... ¿ternura? En la mirada. La dulzura, casi inocencia en las facciones de su interlocutor, le resulta sencillamente adorable.—Entonces somos dos.—Añade, pues aquella es la primera vez que el kitsune participa de un evento semejante.—No estaba muy convencido al principio, pero... parece que va a darse mejor de lo que pensaba.—Admite, sin pudor alguno.
¿Por qué mentir? De momento, le gusta lo que ve. —Así que extranjero.—Le comenta a continuación.—Veo que tenemos mucho en común. Dime, San, ¿llevas tiempo en Nueva Orleans?—No tiene tiempo de hacer más preguntas: la amable camarera (Cami) se acerca en aquel momento a la mesa, para tomar nota.
Kenji desciende la mirada hacia la carta, anotando mentalmente cada comentario sobre los cócteles mencionados. —Soy más de dulces —reconoce—, pero aún no sé si mi compañero es más de dulces, salados... o prefiere algo más fuerte.—Añade, alzando la mirada hacia su interlocutor y cediéndole implícitamente la elección del combinado a compartir.
¿Por qué mentir? De momento, le gusta lo que ve. —Así que extranjero.—Le comenta a continuación.—Veo que tenemos mucho en común. Dime, San, ¿llevas tiempo en Nueva Orleans?—No tiene tiempo de hacer más preguntas: la amable camarera (Cami) se acerca en aquel momento a la mesa, para tomar nota.
Kenji desciende la mirada hacia la carta, anotando mentalmente cada comentario sobre los cócteles mencionados. —Soy más de dulces —reconoce—, pero aún no sé si mi compañero es más de dulces, salados... o prefiere algo más fuerte.—Añade, alzando la mirada hacia su interlocutor y cediéndole implícitamente la elección del combinado a compartir.
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SAN SOLTERÍN
—El placer es todo mío.—Le asegura con una sonrisa cortés.—Oh, pues... En realidad, sólo llevo unos días en la ciudad.—Admite mientras procede a abrir su carta y le echa un ojo a los combinados, sin prestarles demasiada y verdadera atención; su conversación con Christabel le tiene totalmente prendado y pendiente.—Pero había oído que el Rousseau's tiene su fama por aquí, y pensé que no perdía nada por probar.—Quien no arriesga, no gana, ¿no es cierto?
—Aunque me vendrá bien una recomendación más cercana de parte de alguien que lleve más tiempo que yo por aquí.—Añade, invitándola a decirle si ella suele visitar a menudo aquel local, a tiempo de que la camarera (Cami ) se acerque hasta su mesa para anotar su pedido.—Bueno, estamos en San Valentín. Llegó la hora de hacer de caballero.—Bromea, sonriendo de forma afable, cerrando su carta y contemplando a la señorita Dunn.—Creo que cualquiera de las opciones me puede gustar, así que elige el que más te guste.—Sin miedo al éxito.
—Aunque me vendrá bien una recomendación más cercana de parte de alguien que lleve más tiempo que yo por aquí.—Añade, invitándola a decirle si ella suele visitar a menudo aquel local, a tiempo de que la camarera (Cami ) se acerque hasta su mesa para anotar su pedido.—Bueno, estamos en San Valentín. Llegó la hora de hacer de caballero.—Bromea, sonriendo de forma afable, cerrando su carta y contemplando a la señorita Dunn.—Creo que cualquiera de las opciones me puede gustar, así que elige el que más te guste.—Sin miedo al éxito.
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SAN SOLTERÍN
Vaya por Dios. Para colmo, parece que Nyiara no está de muy buen humor... aunque, bien pensado, aquel es su estado natural. Al menos aquella es la percepción de Patrick. —Auch.—Teatralmente, el brujo se lleva una mano al pecho.—Menudo golpe bajo. Una estaca en el corazón me habría dolido menos.—Bromea, aunque tiene que reconocer que Biobaku tiene habilidad para herir su orgullo.
—Cuidado, Biobaku.—Le advierte, sonriendo de forma ladina.—Si no te conociera, diría que estás celosa.—Pero aquello no sería posible ni en un millón de universos alternativos. Está claro que no hay nadie que pueda odiarlo más que Nia.
No lo hay, ¿verdad?
—En realidad, me apetecía probar algo distinto.—Comenta, encogiéndose de hombros con sencillez.—Pero ya veo que, vaya a donde vaya, me esperan siempre las mismas caras conocidas.—De hecho, sí ha sido una casualidad. Maldita, maldita casualidad.
Sin embargo, antes de poder replicar nada más, la camarera (Cami) hace acto de presencia, ofreciéndose a tomarles nota de su comanda. —Sí, ehm... Creo que seguimos algo indecisos.—Admite, torciendo el gesto.—Pero disfrutemos del cóctel, ¿eh? Uno no celebra San Valentín todos los días.—«Y aún menos con una mujer tan bonita como lo es Nyiara.» Claro que aquello último prefiere no decirlo en voz alta.
Se mueven en terreno peligroso. —Ese tequila sunrise suena bien.—Sugiere, desviando la mirada hacia su compañera.—¿Qué te parece?—No pierden nada por limitarse a disfrutar de su combinado gratis, ¿no?
—Cuidado, Biobaku.—Le advierte, sonriendo de forma ladina.—Si no te conociera, diría que estás celosa.—Pero aquello no sería posible ni en un millón de universos alternativos. Está claro que no hay nadie que pueda odiarlo más que Nia.
No lo hay, ¿verdad?
—En realidad, me apetecía probar algo distinto.—Comenta, encogiéndose de hombros con sencillez.—Pero ya veo que, vaya a donde vaya, me esperan siempre las mismas caras conocidas.—De hecho, sí ha sido una casualidad. Maldita, maldita casualidad.
Sin embargo, antes de poder replicar nada más, la camarera (Cami) hace acto de presencia, ofreciéndose a tomarles nota de su comanda. —Sí, ehm... Creo que seguimos algo indecisos.—Admite, torciendo el gesto.—Pero disfrutemos del cóctel, ¿eh? Uno no celebra San Valentín todos los días.—«Y aún menos con una mujer tan bonita como lo es Nyiara.» Claro que aquello último prefiere no decirlo en voz alta.
Se mueven en terreno peligroso. —Ese tequila sunrise suena bien.—Sugiere, desviando la mirada hacia su compañera.—¿Qué te parece?—No pierden nada por limitarse a disfrutar de su combinado gratis, ¿no?
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A Nyiara A. Biobaku le gusta esta publicaciòn
SAN SOLTERÍN
Vaya, su pareja no estaba nada mal. Con más agrado del que esperaba, Erin saludó a aquel tipo con una sonrisa. Parecía ser bastante serio, y aunque era un rasgo que echaría para atrás a otras mujeres no era así con Erin, quien siempre había preferido hombres tranquilos y serios que no se comportaran como eternos adolescentes. Tomó asiento en la mesa que les indicaron y dijo:
—Soy Erin y aún me estoy preguntando qué hago aquí, pero en fin, vamos a intentar pasarlo bien, ¿no?
No sabía si era la mejor forma de romper el hielo en aquella situación pero no pudo agregar nada más porque una camarera se acercó a ellos con una libreta y una sugerente lista de cócteles para empezar la noche. No pudo evitar una mueca al escuchar eso de "tequilla sunrise" y continuando con su aversión hacia los corazones y todo lo demás, decidió que no lo pediría.
—Creo que para mí va a ser un Manhattan —decidió, pues después de la cerveza el whisky solía ser su licor preferido.
Miró a su acompañante y sonrió, esperando que no fuera de aquellos que sentían desagrado por las mujeres que beben alcohol.
—Soy Erin y aún me estoy preguntando qué hago aquí, pero en fin, vamos a intentar pasarlo bien, ¿no?
No sabía si era la mejor forma de romper el hielo en aquella situación pero no pudo agregar nada más porque una camarera se acercó a ellos con una libreta y una sugerente lista de cócteles para empezar la noche. No pudo evitar una mueca al escuchar eso de "tequilla sunrise" y continuando con su aversión hacia los corazones y todo lo demás, decidió que no lo pediría.
—Creo que para mí va a ser un Manhattan —decidió, pues después de la cerveza el whisky solía ser su licor preferido.
Miró a su acompañante y sonrió, esperando que no fuera de aquellos que sentían desagrado por las mujeres que beben alcohol.
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- Más Erin:
- Erin y los suyos:
SAN SOLTERÍN
Me sorprendí al escuchar que Dean solo llevaba unos días en la ciudad y me pareció curioso que, llevando tan poco tiempo por aquí, hubiera accedido a aquella cita a ciegas. Tampoco me iba a quejar, pues estaba más que encantada con que hubiera decidido venir esa noche. Me estaba pareciendo un chico muy simpático e interesante. —¿Y qué te ha traído hasta Nueva Orleans? —le pregunté con curiosidad y dejé la carta a un lado, sin llegar siquiera a abrirla, puesto que la conversación con Dean me interesaba más.
Por suerte, la camarera se acercó a nuestra mesa para informarnos del menú y no hizo falta leer carta alguna. Me reí levemente por su comentario sobre ser un caballero y, ya que me dejaba elegir a mí el combinado... —Pues, precisamente porque estamos en San Valentín, creo que podríamos atrevernos y probar el tequila sunrise. ¿Qué te parece? —Le pregunté con tono cordial y le sonreí. Yo era más de mojito pero, por ser una ocasión especial, me pediría algo diferente. Además, tenía ganas de ver qué era lo que tenía ese combinado de especial.
Por suerte, la camarera se acercó a nuestra mesa para informarnos del menú y no hizo falta leer carta alguna. Me reí levemente por su comentario sobre ser un caballero y, ya que me dejaba elegir a mí el combinado... —Pues, precisamente porque estamos en San Valentín, creo que podríamos atrevernos y probar el tequila sunrise. ¿Qué te parece? —Le pregunté con tono cordial y le sonreí. Yo era más de mojito pero, por ser una ocasión especial, me pediría algo diferente. Además, tenía ganas de ver qué era lo que tenía ese combinado de especial.
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SAN SOLTERÍN
Arizona suspiró de alivio cuando vio que su cita parecía ser un hombre normal o que, al menos, no era conocido. Demasiada vergüenza estaba pasando ahí como para, además, encontrarse con alguien que supiese quien es. Aunque con solo el hecho de tener a quien tenía en el mismo local ya se encontraba incómoda, solo deseaba que su acompañante la ayudase.
— La misma, sí.— dijo estrechando su mano con la del hombre. — Isaiah Osborne, encantada. No llevas mucho por aquí ¿no? Puedo tutearle ¿verdad?— preguntó. No es que conociese a toda la ciudad, simplemente algo le decía que ese chico no llevaba mucho por ahí.
Tras sentarse de nuevo, rió al comprobar que no era la única que estaba ahí y se sentía extraña. — No te preocupes. Yo ni sé qué hago aquí, una querida amiga ha decidido hacerme esta bromita. Así que ambos estamos fuera de nuestro entorno.— comentó. Llegó a la conclusión de que si cambiaba un poco la actitud e intentaba divertirse, el tiempo pasaría más rápido. — ¿Mis hobbies? Me considero una mujer de gustos normales. La lectura, el arte, la esgrima...estoy retomando la hípica también.—explicó. Sí, eso era tener gustos normales para ella. — ¿Qué te gusta hacer a ti?
Entonces fueron interrumpidos por la camarera, dueña, organizadora o lo que fuese. Escuchó aquella carta de bebidas, paseando su vista de la rubia, a su acompañante y luego vuelta a empezar. — Venga, para mí un poco de este tequila de San Valentín.— dijo finalmente. Ya que estaba ahí disfrutaría el pack completo.
— La misma, sí.— dijo estrechando su mano con la del hombre. — Isaiah Osborne, encantada. No llevas mucho por aquí ¿no? Puedo tutearle ¿verdad?— preguntó. No es que conociese a toda la ciudad, simplemente algo le decía que ese chico no llevaba mucho por ahí.
Tras sentarse de nuevo, rió al comprobar que no era la única que estaba ahí y se sentía extraña. — No te preocupes. Yo ni sé qué hago aquí, una querida amiga ha decidido hacerme esta bromita. Así que ambos estamos fuera de nuestro entorno.— comentó. Llegó a la conclusión de que si cambiaba un poco la actitud e intentaba divertirse, el tiempo pasaría más rápido. — ¿Mis hobbies? Me considero una mujer de gustos normales. La lectura, el arte, la esgrima...estoy retomando la hípica también.—explicó. Sí, eso era tener gustos normales para ella. — ¿Qué te gusta hacer a ti?
Entonces fueron interrumpidos por la camarera, dueña, organizadora o lo que fuese. Escuchó aquella carta de bebidas, paseando su vista de la rubia, a su acompañante y luego vuelta a empezar. — Venga, para mí un poco de este tequila de San Valentín.— dijo finalmente. Ya que estaba ahí disfrutaría el pack completo.
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SAN SOLTERÍN
Que diga que su nombre suena al de alguien importante le hace tragar saliva con una brusquedad casi desconocida para él. Como si tuviera miedo de que le reconocieran—. Ya, bueno. No me considero así —ha estado apunto de decirle que es el hijo de la alcaldesa de Mystic Falls, pero eso implicaría que todo su —mal organizado, por cierto— plan, se fuera al garete.
Mejor quedarse callado con eso y, si saliera el tema, ya lo dirá.
—Tampoco soy de aquí —añade con algo más de calma. Creía por un momento que se refería a él, la verdad—. ¿No me digas? Con lo que me gusta a mí una buena fiesta. Esa me la perdí —la carcajada que sale es sincera. Se siente cómodo o, al menos, va camino de eso. No sabe si puede decir lo mismo de su acompañante pero por lo menos le parece amable—. En eso tienes razón, brindo por ello —Lockwood alza las cejas negando con la cabeza casi de inmediato—. En absoluto. Me gusta mantenerme en forma pero también beber.
La presencia de Cami hace que levante los ojos, escuchándola con atención—. Creo que voy a optar por el tequila sunrise, para empezar fuerte. Después iremos viendo —que no se diga que Tyler no apuesta por el amor—. ¿Y tú? ¿Vas a querer otra cosa o pedimos dos de tequila? —después de haber hecho los pedidos, Tyler se apoya en la mesa con los brazos cruzados sobre el mantel—. Te voy a ser sincero, no tengo ni idea de cómo van estas cosas, así que si te parezco torpe o una patata, tranquila. Vengo así de casa.
Para una vez que le sucede.
Mejor quedarse callado con eso y, si saliera el tema, ya lo dirá.
—Tampoco soy de aquí —añade con algo más de calma. Creía por un momento que se refería a él, la verdad—. ¿No me digas? Con lo que me gusta a mí una buena fiesta. Esa me la perdí —la carcajada que sale es sincera. Se siente cómodo o, al menos, va camino de eso. No sabe si puede decir lo mismo de su acompañante pero por lo menos le parece amable—. En eso tienes razón, brindo por ello —Lockwood alza las cejas negando con la cabeza casi de inmediato—. En absoluto. Me gusta mantenerme en forma pero también beber.
La presencia de Cami hace que levante los ojos, escuchándola con atención—. Creo que voy a optar por el tequila sunrise, para empezar fuerte. Después iremos viendo —que no se diga que Tyler no apuesta por el amor—. ¿Y tú? ¿Vas a querer otra cosa o pedimos dos de tequila? —después de haber hecho los pedidos, Tyler se apoya en la mesa con los brazos cruzados sobre el mantel—. Te voy a ser sincero, no tengo ni idea de cómo van estas cosas, así que si te parezco torpe o una patata, tranquila. Vengo así de casa.
Para una vez que le sucede.
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SAN SOLTERÍN
Dejar el hacha de guerra a un lado cuando se trata de Patrick se le complica. No es que no pueda intentarlo, es que directamente no quiere hacerlo—. Vaya por Dios. ¿Tengo que pedirle alguna a alguien por si acaso la tengan a mano? —la lengua viperina de Nyiara es tan peligrosa como venenosa. Su carácter, casi siempre sarcástico, solo empeora frente a Patrick.
Y frente a vampiros, pero ese es otro asunto.
Sus cejas se alzan con incredulidad. ¿Ha dicho «celosa»?
—¿Qué? —Nia se ríe con fuerza, llegando a taparse la cara con las manos dadas las carcajadas que suelta—. No sabía que ahora fueras cómico —finge apartarse las lágrimas de debajo de los ojos, negando con la cabeza—. Creo que estoy de acuerdo, yo quiero otro tequila de San Valentín —admite con una amable sonrisa dirigida hacia la camarera. Después vuelve la vista a Patrick—. Así que algo nuevo, ¿eh? Lo dices como si verme fuera el peor de tus castigos.
Lo mismo podría decir él de ella, pero por lo menos se alegra la vista. Lo detestará, pero no está ciega y Patrick es guapo. Es así de simple.
Y frente a vampiros, pero ese es otro asunto.
Sus cejas se alzan con incredulidad. ¿Ha dicho «celosa»?
—¿Qué? —Nia se ríe con fuerza, llegando a taparse la cara con las manos dadas las carcajadas que suelta—. No sabía que ahora fueras cómico —finge apartarse las lágrimas de debajo de los ojos, negando con la cabeza—. Creo que estoy de acuerdo, yo quiero otro tequila de San Valentín —admite con una amable sonrisa dirigida hacia la camarera. Después vuelve la vista a Patrick—. Así que algo nuevo, ¿eh? Lo dices como si verme fuera el peor de tus castigos.
Lo mismo podría decir él de ella, pero por lo menos se alegra la vista. Lo detestará, pero no está ciega y Patrick es guapo. Es así de simple.
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THE PRINCESS OF THE FRENCH QUARTER
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