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SAN SOLTERÍN: CITAS A CIEGAS
14/02 • 20 pm • GRUPAL
Este año, el Rousseau's realiza un evento muy especial para el Día de San Valentín: el famoso local va a convertirse en un espacio para organizar CITAS A CIEGAS, donde residentes y turistas tendrán la oportunidad de conocer el amor, o como mínimo, de hacer nuevos amigos. ¿No tienes oficialmente pareja? ¿Has perdido toda esperanza de encontrar a alguien compatible para ti? ¡Los asesores del amor van a ponerse manos a la obra!
Habiendo rellenado sus correspondientes formularios (por sí o a través de amigos), los apuntados al programa de citas a ciegas llegan al local y se preparan para vivir una experiencia inolvidable. ¿Encontrarán finalmente el amor?
DATOS DE INTERÉS
• En este tema no habrá orden de posteo, para evitar que se estanque, pudiendo volver a postear si al menos dos personajes ya han posteado.
• En la primera ronda (48 HORAS), los personajes participantes acaban de llegar al local. Las mesas han sido distribuidas y cada una de ellas ha sido cubierta por un elegante mantel rojo, con una romántica vela encima. La casa invitará a cada pareja a un combinado a compartir, aunque la pregunta es... ¿quién de entre los presentes será la cita de cada uno?
• Para reducir el número de interacciones y agilizar el tema, las respuestas tendrán que tener, como máximo, 250 palabras (aproximadamente 15-16 líneas en Word a Calibri 11).
• Este tema permanecerá abierto como máximo hasta el 5 DE MARZO, para evitar que se alargue en demasía o se vuelva tedioso.
• Se ruega subrayar con un color diferente los nombres de los personajes mencionados dentro del post, para facilitar así la lectura.
• SE RECOMIENDA ENCARECIDAMENTE el uso de la siguiente tablilla:
- Código:
<center><div class="tablascroll"><div class="imagencita" style="background:url(IMAGEN!!! 250X145)center; background-size:cover;"></div><div class="titulo1" style="font-size:18px;">SAN SOLTERÍN</div><div style="height:200px; overflow:auto;padding:5px;">POST AQUÍ!!!</div><div class="titulo3">14/02 • 20 pm • Grupal</div></div></center>
• En este tema, participarán los personajes que previamente se han apuntado en el subforo correspondiente.
SAN SOLTERÍN
San Valentín. La fiesta más estúpida y consumista de todas, igual que Navidad y todas las que están cortadas por el mismo patrón. En muchas ocasiones la gente diría que Tyler es un «amargado» como en esta y aunque él diría que sí, que lo es y que se la suda completamente lo que los demás piensen, también es cierto que tiene... ¿Ganas de dar arrumacos? En fin. El amor no ha sido un problema para Tyler Lockwood, mejor dicho, el sexo no lo ha sido. El amor es ya otra historia.
Una más difícil, diferente y enrevesada.
Dejarse convencer por Matt fue algo que no entraba en su analítica del 2013, pero ahí está, vestido con sus mejores galas para dar una buena impresión.
—Pues nada. Que empiece el show —habla para sí mismo mientras mueve los dedos nerviosos. No sabe si sentarse o no sentarse o qué hacer exactamente, así que se dedica a esperar como un monigote, ahí, de pie.
«Menos mal que esto no es Mystic Falls y aquí no me conoce nadie.»
Ya puede oír las risas de Caroline de fondo cuando se entere de que ha ido a una cosa de estas.
Una más difícil, diferente y enrevesada.
Dejarse convencer por Matt fue algo que no entraba en su analítica del 2013, pero ahí está, vestido con sus mejores galas para dar una buena impresión.
—Pues nada. Que empiece el show —habla para sí mismo mientras mueve los dedos nerviosos. No sabe si sentarse o no sentarse o qué hacer exactamente, así que se dedica a esperar como un monigote, ahí, de pie.
«Menos mal que esto no es Mystic Falls y aquí no me conoce nadie.»
Ya puede oír las risas de Caroline de fondo cuando se entere de que ha ido a una cosa de estas.
14/02 • 20 pm • Grupal
SAN SOLTERÍN
Digamos que Sif ya conoce lo suficientemente bien Nueva Orleans como para tener bien identificados los eventos que más merecen la pena. Como por ejemplo: una reunión de citas a ciegas en la que entra el combinado gratis.
No es que Sif tenga muchas ganas —o siquiera la necesidad— de encontrar pareja, ni mucho menos, pero los cóctel gratis son los cóctel gratis, así que no dudó en enviar su formulario y en presentarse en la ciudad en la fecha señalada. No ha sido necesario informar a su padre de a dónde iba —entre otras cosas, porque probablemente no la habría dejado venir—, sino que aprovechó un momento en el que estaba ocupado para pedirle —más bien, exigirle— a Roan que cogiera el coche rumbo a la ciudad, y que la esperase fuera el tiempo que fuere necesario.
Una princesa no sería tal sin chófer, ¿no te parece?
Y quién sabe: puede que con suerte, se encontrase también allí al sugar daddy de la discoteca que visitó hace tiempo, así que puede que la reunión no se diera tan mal.
Sin embargo, echando un vistazo nada más llegar al local, otea una a una las caras de los presentes, sin hallar a nadie conocido. Juraría que el muchacho de pelo oscuro (Tyler) le es familiar —¿Quizá viva también en Mystic Falls?—, pero por lo demás, no conoce a nadie... y alguno que otro, a juzgar por su aspecto, es bastante mayor.
A saber con quién tendrá que compartir la velada.
Ya puede merecer la pena ese combinado.
No es que Sif tenga muchas ganas —o siquiera la necesidad— de encontrar pareja, ni mucho menos, pero los cóctel gratis son los cóctel gratis, así que no dudó en enviar su formulario y en presentarse en la ciudad en la fecha señalada. No ha sido necesario informar a su padre de a dónde iba —entre otras cosas, porque probablemente no la habría dejado venir—, sino que aprovechó un momento en el que estaba ocupado para pedirle —más bien, exigirle— a Roan que cogiera el coche rumbo a la ciudad, y que la esperase fuera el tiempo que fuere necesario.
Una princesa no sería tal sin chófer, ¿no te parece?
Y quién sabe: puede que con suerte, se encontrase también allí al sugar daddy de la discoteca que visitó hace tiempo, así que puede que la reunión no se diera tan mal.
Sin embargo, echando un vistazo nada más llegar al local, otea una a una las caras de los presentes, sin hallar a nadie conocido. Juraría que el muchacho de pelo oscuro (Tyler) le es familiar —¿Quizá viva también en Mystic Falls?—, pero por lo demás, no conoce a nadie... y alguno que otro, a juzgar por su aspecto, es bastante mayor.
A saber con quién tendrá que compartir la velada.
Ya puede merecer la pena ese combinado.
14/02 • 20 pm • Grupal
SAN SOLTERÍN
Quizá no fuera el mejor vestido y ciertamente tampoco el que tuviese mucho que ofrecer, pero San se sentía confiado. Lejos estaba de ser arrogancia, sino que era más bien optimismo y... llamémosle "conocer sus cartas". Él sabía que no era fácil tener las preferencias que tenía y eso era otro punto en contra, mas a las pruebas se remitía si tuviera debatir acerca de su "buena suerte" en relaciones. En términos afectivos era cuestionable; muchas personas lo habían querido y hubieran entregado su corazón si San se lo pedía, pero de su parte nada les habría podido dar a cambio. Por mucho que no quisiera aceptarlo —inscribirse en un evento como este era prueba de su resistencia— una parte de él todavía pertenecía a aquel doloroso pasado.
Pero, vamos, ¡tristezas aparte! No estaba permitido pensar en exes en una ocasión así. Al menos si no lograba conocer a alguien que le interesase románticamente lograría hacer amistades, ¿verdad? Por eso estaba honestamente entusiasmado y eso se notaba mientras, tras haber ingresado al local, hacía un paneo general del lugar pensando dónde debería sentarse. La rosa que llevaba en su mano lamentablemente ya no tenía ningún aroma, pero al menos seguía luciendo bien. Un pequeño cliché, lo sabía, pero era un detalle que creía que sumaba. Esta acabó adornando su oreja cuando por fin se dedicó a adentrarse otro tanto...
—Disculpa... —Habló a la primera trabajadora que encontró, dispuesto a tomar indicativas—. ¿Sabes dónde debe sentarse cada persona?
Pero, vamos, ¡tristezas aparte! No estaba permitido pensar en exes en una ocasión así. Al menos si no lograba conocer a alguien que le interesase románticamente lograría hacer amistades, ¿verdad? Por eso estaba honestamente entusiasmado y eso se notaba mientras, tras haber ingresado al local, hacía un paneo general del lugar pensando dónde debería sentarse. La rosa que llevaba en su mano lamentablemente ya no tenía ningún aroma, pero al menos seguía luciendo bien. Un pequeño cliché, lo sabía, pero era un detalle que creía que sumaba. Esta acabó adornando su oreja cuando por fin se dedicó a adentrarse otro tanto...
—Disculpa... —Habló a la primera trabajadora que encontró, dispuesto a tomar indicativas—. ¿Sabes dónde debe sentarse cada persona?
14/02 • 20 pm • Grupal
SAN SOLTERÍN
No tenía la menor idea de qué hacía allí. Alguna de sus amigas, quienes la ayudaban con la campaña, la habían inscrito en una conferencia en la que vendrían personas de diferentes lugares. Es cierto que ella quería conseguir votantes de Nueva Orleans, pero conocer a posibles inversores – tanto para la campaña, como para la ciudad - era una idea bastante atractiva.
Así que allí se presentó, en aquel bar que conocía, como todo el mundo, pero que pocas veces había visitado. Ella solía preferir clubs más selectos y no uno con tal fama. Vestía un traje de chaqueta elegante y su media melena perfectamente peinada. Como siempre, usaba poco maquillaje y pocos complementos. Esa era su imagen de elegante y lo cierto es que solía gustar a los demás.
Tras adentrarse en dicho bar, miró a su alrededor con la ceja alzada. El rojo le gustaba y quedaba bien con la decoración y ambiente del lugar...pero todo estaba demasiado cargado. O se habían pasado o aquello no era un simple evento donde conocer a gente. Bueno, seguramente si era para conocer a gente, pero no de la forma que ella imaginaba. ¿Quería irse? Si. Sin embargo, la mala imagen que daría abandonando un evento, fuese el que fuese, sería nefasta para su campaña. Así que solo le quedaba una casa: sonreir y fingir. Ya luego mataría a quien tuviese que matar. No literalmente.
Así que allí se presentó, en aquel bar que conocía, como todo el mundo, pero que pocas veces había visitado. Ella solía preferir clubs más selectos y no uno con tal fama. Vestía un traje de chaqueta elegante y su media melena perfectamente peinada. Como siempre, usaba poco maquillaje y pocos complementos. Esa era su imagen de elegante y lo cierto es que solía gustar a los demás.
Tras adentrarse en dicho bar, miró a su alrededor con la ceja alzada. El rojo le gustaba y quedaba bien con la decoración y ambiente del lugar...pero todo estaba demasiado cargado. O se habían pasado o aquello no era un simple evento donde conocer a gente. Bueno, seguramente si era para conocer a gente, pero no de la forma que ella imaginaba. ¿Quería irse? Si. Sin embargo, la mala imagen que daría abandonando un evento, fuese el que fuese, sería nefasta para su campaña. Así que solo le quedaba una casa: sonreir y fingir. Ya luego mataría a quien tuviese que matar. No literalmente.
14/02 • 20 pm • Grupal
SAN SOLTERÍN
Hoy era el día de mi cumpleaños y, sí, resultaba que también era San Valentín. Sería el primer San Valentín que pasaba soltera en mucho tiempo pero tampoco es que fuera algo que me abrumase. Había sido un día bastante tranquilo y no había hecho nada especial durante el día —excepto comerme un gran trozo de tarta de chocolate— así que esperaba celebrar mi cumpleaños en condiciones esta noche con algo de compañía.
Para una ocasión tan especial, decidí estrenar un little black dress que me había comprado un par de meses atrás, acompañado de un fino abrigo negro y unos zapatos de tacón alto también del mismo color. El toque lo daba un pequeño bolso de color rojo con forma de corazón que me pareció perfecto para la velada. Estaba bastante contenta e impaciente, por lo que llegué a la hora acordada y sonreí al ver que ya había gente por allí. —Buenas noches— dije nada más cruzar la puerta, tanto a los camareros como a los invitados, y pensé que la decoración era bastante bonita y elegante. ¿Quién sería mi pareja de la cita a ciegas? ¡Qué nervios!
Me fijé en que Arizona Ellsworth estaba por allí y me sorprendió. Aunque no nos habíamos conocido aún personalmente, sabía que era de mi aquelarre, así que, cuando hicimos contacto visual, la saludé por educación.
Para una ocasión tan especial, decidí estrenar un little black dress que me había comprado un par de meses atrás, acompañado de un fino abrigo negro y unos zapatos de tacón alto también del mismo color. El toque lo daba un pequeño bolso de color rojo con forma de corazón que me pareció perfecto para la velada. Estaba bastante contenta e impaciente, por lo que llegué a la hora acordada y sonreí al ver que ya había gente por allí. —Buenas noches— dije nada más cruzar la puerta, tanto a los camareros como a los invitados, y pensé que la decoración era bastante bonita y elegante. ¿Quién sería mi pareja de la cita a ciegas? ¡Qué nervios!
Me fijé en que Arizona Ellsworth estaba por allí y me sorprendió. Aunque no nos habíamos conocido aún personalmente, sabía que era de mi aquelarre, así que, cuando hicimos contacto visual, la saludé por educación.
14/02 • 20 pm • Grupal
SAN SOLTERÍN
"¿Qué coño hago aquí? ¿Qué coño hago aquí?"
Ese era el mantra que se repetía Erin una y otra vez mientras entraba en aquel local, intentando recordar cuánto había bebido el día que había decidido inscribirse a aquel acto de San Valentín. Jamás le había gustado aquella fiesta, solo en el instituto cuando aún creía en ese romanticismo de cenas a la luz de las velas, corazones rosas y ramos de flores. Aún así, había tenido el ánimo de arreglarse más de lo habitual, aunque había sido imposible quitarse su habitual sarcasmo de encima.
Al llegar y ver las mesas con manteles rojos y velas rodó los ojos con tal ímpetu que casi se le vuelven del revés. Suspiró con resignación, repitiéndose a sí misma que al menos sería una noche distinta, algo que contar en el futuro, algo incluso de lo que reírse dentro de unos años si es que seguía viva. Por supuesto, lo primero que hizo fue examinar a todas las personas que había por allí rezando por no toparse con nadie conocido. Respiró tranquila: no parecía haber nadie de Mystic Falls, o al menos nadie que conociera.
Una joven cerca de ella (Christabel) saludó nada más entrar y ella correspondió con una sonrisa cordial. No era el tipo de persona que esperaba encontrar en un sitio de citas a ciegas, ni tampoco a Arizona Ellsworth, una emergente política de Nueva Orleans que apostaba fuerte por los temas sociales. Bueno, quizá la noche fuera entretenida.
14/02 • 20 pm • Grupal
- Más Erin:
- Erin y los suyos:
SAN SOLTERÍN
¿Qué hace Nyiara en un sitio como aquel en un momento como ese? Pues es una grandísima pregunta, la verdad. Supone que es que no tiene nada mejor que hacer. No es que tenga problema en encontrar pareja, pero una experiencia es una experiencia y a esas cosas pocas veces le sale decir que «no».
—Bueno, pues ya he llegado —comenta para sí misma echando su pelo castaño oscuro hacia atrás, encogiéndose de hombros. No está segura de dónde debe sentarse, pero sí está segura de que espera no hacerlo cerca de la señora Ellsworth que acaba de ver por el rabillo del ojo.
Solo espera que no le toque con ella. No quiere saber nada de esa familia por los restos de los restos amén.
—Bueno, pues ya he llegado —comenta para sí misma echando su pelo castaño oscuro hacia atrás, encogiéndose de hombros. No está segura de dónde debe sentarse, pero sí está segura de que espera no hacerlo cerca de la señora Ellsworth que acaba de ver por el rabillo del ojo.
Solo espera que no le toque con ella. No quiere saber nada de esa familia por los restos de los restos amén.
14/02 • 20 pm • Grupal
THE PRINCESS OF THE FRENCH QUARTER
SAN SOLTERÍN
Aparece por allí con la timidez que le caracteriza y sin el alza cuellos. Lo más probable es que si dice que es cura de buenas a primeras, o bien lo echan por patoso y equivocarse de sitio, o bien simplemente no se come un colín. Es probable que incluso por decir «colín» no se lo coma, pero es que Isaiah es... Bueno, Isaiah.
Lo que significa que es un poco chapado a la antigua.
El cura se ha metido en el Bar Rousseau con toda la confianza de la que en ese momento pueda disponer. No porque sepa que va a encontrar el amor, pero porque sabe que ese sitio no está mal. Además, el combinado le llama poderosamente la atención.
Algo le dice que tal vez necesite un poco de alcohol para sobrellevar la noche que se avecina.
Lo que significa que es un poco chapado a la antigua.
El cura se ha metido en el Bar Rousseau con toda la confianza de la que en ese momento pueda disponer. No porque sepa que va a encontrar el amor, pero porque sabe que ese sitio no está mal. Además, el combinado le llama poderosamente la atención.
Algo le dice que tal vez necesite un poco de alcohol para sobrellevar la noche que se avecina.
14/02 • 20 pm • Grupal
DON'T UNDERSTIMATE YOUR FAITH
SAN SOLTERÍN
—Buenas noches a todos y a todas.—Camille, o Cami, como prefiere ser nombrada, acaba de recuperar su habitual puesto de trabajo en el Rousseau's, siendo la encargada de dar la bienvenida a sus invitados.—Mi nombre es Cami O'Connell, y formo parte del equipo de camareros que os atenderemos esta noche. Como bien sabéis, participáis en nuestro primer programa de citas a ciegas, donde tendréis la oportunidad conocer a alguien muy especial mientras compartís un batido de nuestra carta al que invitará la casa. ¡Consumiciones extras no están incluidas!—Bromea, cálida y amable.
Carraspeando levemente, la rubia prosigue. —Bien, pues no nos hagamos de rogar, ¿os parece? Cuando el amor llama a la puerta, no hay que desatender la llamada.—Añade, volviéndose para contemplar las mesas distribuidas por el local. Cada una ha sido vestida con un elegante mantel de terciopelo rojo; una romántica vela preside cada íntimo rincón para cada una de las parejas.—Nuestros asesores del amor han evaluado vuestra personalidad y preferencias a la hora de encontrar pareja, y os han asignado a uno de los presentes para compartir la velada. Los nombres de cada pareja se encuentran ya en una nota sobre las mesas. Os invito a avanzar por el local y encontrar vuestro lugar.—Concluye, volviendo a mirar a sus invitados.—Podéis ir tomando asiento y realizando una primera toma de contacto con vuestro acompañante. Oh, ¡y no perdáis de vista la carta!—Recuerda finalmente.—Hay dos por cada mesa, y allí podéis revisar nuestros cócteles y combinados. Podéis ir eligiendo uno de común acuerdo; en unos minutos, tanto yo como el resto de compañeros nos iremos pasando por las mesas para tomar nota del combinado elegido.—Así pues, comienza la velada de citas a ciegas en el Rousseau's.
¿Habrán acertado los asesores del amor?
Carraspeando levemente, la rubia prosigue. —Bien, pues no nos hagamos de rogar, ¿os parece? Cuando el amor llama a la puerta, no hay que desatender la llamada.—Añade, volviéndose para contemplar las mesas distribuidas por el local. Cada una ha sido vestida con un elegante mantel de terciopelo rojo; una romántica vela preside cada íntimo rincón para cada una de las parejas.—Nuestros asesores del amor han evaluado vuestra personalidad y preferencias a la hora de encontrar pareja, y os han asignado a uno de los presentes para compartir la velada. Los nombres de cada pareja se encuentran ya en una nota sobre las mesas. Os invito a avanzar por el local y encontrar vuestro lugar.—Concluye, volviendo a mirar a sus invitados.—Podéis ir tomando asiento y realizando una primera toma de contacto con vuestro acompañante. Oh, ¡y no perdáis de vista la carta!—Recuerda finalmente.—Hay dos por cada mesa, y allí podéis revisar nuestros cócteles y combinados. Podéis ir eligiendo uno de común acuerdo; en unos minutos, tanto yo como el resto de compañeros nos iremos pasando por las mesas para tomar nota del combinado elegido.—Así pues, comienza la velada de citas a ciegas en el Rousseau's.
¿Habrán acertado los asesores del amor?
14/02 • 20 pm • Grupal
¡Comienzan las citas a ciegas!
El local dispone de un total de SEIS MESAS en el que han sido repartidos los personajes por parejas. IMPORTANTE: por razones de incompatibilidad (sexualidad de los personajes apuntados), tres de los personajes han sido emparejados con un PNJ adaptado a las características del personaje asignado. Aunque en esta dinámica no hayan podido conocer a un "personaje de verdad" dentro del foro, esperamos igualmente ofrecer un tema divertido y entretenido para todos los participantes.
- Mesa 1:
- H. Arizona Ellsworth + Q. Isaiah Osborne
- Mesa 2:
- Erin M. Byrne + Frank A. Walker
- Mesa 3:
- Nyiara A. Biobaku + Patrick Trélanger (brujo del Garden)
- Mesa 4:
- Jeong San + Itō Kenji (kitsune trueno)
- Mesa 5:
- Christabel Dunn + Dean Warwick (humano)
- Mesa 6:
- Tyler R. Lockwood + Y. Sif Lanvik
Los personajes tienen un máximo de 48 HORAS para reaccionar a su pareja asignada y empezar a entablar conversación. En caso de que los personajes de una misma pareja se respondan, podrán dejar más de un post si lo desean, charlando antes de la toma de nota de los camareros.
SAN SOLTERÍN
No es que Kenji estuviera deseando precisamente participar de un evento tan básico y superficial para San Valentín, pero el kitsune acaba de llegar de su tierra natal —Japón—, y aquella parecía una oportunidad tan buena como cualquier otra para empezar a investigar a las gentes de Nueva Orleans: su situación y lealtades.
Tampoco espera sacar demasiado en claro de una cita a ciegas, no te creas, pero sí confía en que sea una buena —e interesante— primera evaluación del terreno. Habiendo escuchado a la camarera, con las manos en los bolsillos y una expresión despreocupada, Kenji avanza por el local hasta encontrar la mesa con su nombre.
Curioso. Su cita es también un hombre asiático —coreano, supone, por la connotación en su nombre. Itō sonríe con curiosidad. —San.—Ese es el nombre de su cita. El kitsune le contempla durante algunos segundos, fijamente, sin ningún pudor.—Curioso... evento este, el de las citas, ¿no crees?—Le comenta con tranquilidad, pretendiendo iniciar una conversación mientras toma asiento frente a su acompañante.
Quién sabe: puede que aquella sea una velada, cuanto menos, interesante.
Tampoco espera sacar demasiado en claro de una cita a ciegas, no te creas, pero sí confía en que sea una buena —e interesante— primera evaluación del terreno. Habiendo escuchado a la camarera, con las manos en los bolsillos y una expresión despreocupada, Kenji avanza por el local hasta encontrar la mesa con su nombre.
Curioso. Su cita es también un hombre asiático —coreano, supone, por la connotación en su nombre. Itō sonríe con curiosidad. —San.—Ese es el nombre de su cita. El kitsune le contempla durante algunos segundos, fijamente, sin ningún pudor.—Curioso... evento este, el de las citas, ¿no crees?—Le comenta con tranquilidad, pretendiendo iniciar una conversación mientras toma asiento frente a su acompañante.
Quién sabe: puede que aquella sea una velada, cuanto menos, interesante.
14/02 • 20 pm • Grupal
SAN SOLTERÍN
Dean no estaba muy convencido de apuntarse a aquel programa de citas a ciegas, pero como recién llegado a Nueva Orleans, valoró que podía ser una oportunidad para, en el peor de los casos, conocer a alguien nuevo. Ha escuchado con amabilidad las explicaciones de Camille, la camarera, antes de sonreír y avanzar en silencio entre las mesas hasta encontrar aquella que tiene su nombre, tomando asiento después.
Lo primero que puede decir de la mujer a la que han asignado como su compañera para esta velada, es que tiene unos llamativos ojos claros y rasgados. Pues sí: como mínimo, su belleza llama la atención del joven agente de policía. — Christabel... Dunn, ¿verdad?—Ha podido leer su nombre en la nota sobre la mesa.—Soy Dean Warwick. Encantado de conocerte.—Le dice, tendiéndole la mano para estrechársela a modo de cordial saludo.—Discúlpame si quizá ando algo torpe... hace tiempo que no tengo una cita.—Reconoce, riendo ligeramente.
Dicen que lo mejor para entablar una relación es sincerarse desde el principio, ¿no es cierto?
Lo primero que puede decir de la mujer a la que han asignado como su compañera para esta velada, es que tiene unos llamativos ojos claros y rasgados. Pues sí: como mínimo, su belleza llama la atención del joven agente de policía. — Christabel... Dunn, ¿verdad?—Ha podido leer su nombre en la nota sobre la mesa.—Soy Dean Warwick. Encantado de conocerte.—Le dice, tendiéndole la mano para estrechársela a modo de cordial saludo.—Discúlpame si quizá ando algo torpe... hace tiempo que no tengo una cita.—Reconoce, riendo ligeramente.
Dicen que lo mejor para entablar una relación es sincerarse desde el principio, ¿no es cierto?
14/02 • 20 pm • Grupal
SAN SOLTERÍN
Pat ha llegado el último al Rousseau's, aunque lo ha hecho a tiempo de escuchar cómo la camarera (Camille), ofrecía la explicación sobre la dinámica del evento de citas a ciegas celebrado en el lugar.
Así es: Patrick Trélanger se apuntó voluntariamente a aquel programa días atrás, habiendo llegado a la conclusión de que quizá era una buena oportunidad para conocer a alguien nuevo. A fin de cuentas, ya había pasado tiempo desde que rompiera con Robin Rambeau, y aunque no tiene claro que una cita a ciegas sea el lugar idóneo para encontrar a tu media naranja... Qué puedo decir; por alguna razón, decidió darle una oportunidad a aquella actividad en el Rousseau's.
Pero ojalá no lo hubiera hecho.
Porque cuando Patrick avanza entre las mesas para encontrar aquella a la que le han asignado su nombre, reconoce asimismo el de aquella que será su acompañante esta noche. —Oh, mierda.—Se le escapa inconscientemente.
«Nyiara Biobaku.»
—Cuánto tiempo sin verte, Nia.—A pesar de lo que se aventura como una cita bastante violenta, Pat se esfuerza por sonreír y mostrarse amable. No parece el mejor momento para montar un espectáculo.—Fíjate, lo que es la vida, ¿eh? Ya ha sido casualidad.—Y maldita, maldita casualidad. ¿De verdad no había cualquier otra chica con la que pudieran haberlo emparejado esta noche?
—Parece que... nos hemos puesto todos de acuerdo.—Por el rabillo del ojo alcanza a ver a Arizona Ellsworth, la ex-suegra precisamente de Nia.
Maravilloso. Sencillamente maravilloso.
Así es: Patrick Trélanger se apuntó voluntariamente a aquel programa días atrás, habiendo llegado a la conclusión de que quizá era una buena oportunidad para conocer a alguien nuevo. A fin de cuentas, ya había pasado tiempo desde que rompiera con Robin Rambeau, y aunque no tiene claro que una cita a ciegas sea el lugar idóneo para encontrar a tu media naranja... Qué puedo decir; por alguna razón, decidió darle una oportunidad a aquella actividad en el Rousseau's.
Pero ojalá no lo hubiera hecho.
Porque cuando Patrick avanza entre las mesas para encontrar aquella a la que le han asignado su nombre, reconoce asimismo el de aquella que será su acompañante esta noche. —Oh, mierda.—Se le escapa inconscientemente.
«Nyiara Biobaku.»
—Cuánto tiempo sin verte, Nia.—A pesar de lo que se aventura como una cita bastante violenta, Pat se esfuerza por sonreír y mostrarse amable. No parece el mejor momento para montar un espectáculo.—Fíjate, lo que es la vida, ¿eh? Ya ha sido casualidad.—Y maldita, maldita casualidad. ¿De verdad no había cualquier otra chica con la que pudieran haberlo emparejado esta noche?
—Parece que... nos hemos puesto todos de acuerdo.—Por el rabillo del ojo alcanza a ver a Arizona Ellsworth, la ex-suegra precisamente de Nia.
Maravilloso. Sencillamente maravilloso.
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SAN SOLTERÍN
Ser un personaje medianamente público tenía grandes desventajas como la que estaba viviendo en ese momento Arizona. Le habían gastado una broma, estaba claro, y tenía que fingir estar cómoda en un bar básico para ella, viviendo una cita a ciegas y rodeada de personas que no eran de su agrado. Los Biobaku no eran un clan aliado para los Ellsworth, por no decir que se relación era peor de lo que cualquiera podía pensar. Sin embargo, contaba con la habilidad de interpretar y aparentar calma. Su madre se lo enseñó.
Ignorando a los rostros conocidos se concentró en escuchar las indicaciones y luego dirigirse a su mesa. Mesa 1. Tomó asiento, colocándose de tal forma que diese la espalda a la parejita que no quería ni ver. De hecho, ver ahí a esa mujer le hizo recordar a su hermano. A pesar de todo lo que le dolía saber que ya no estaba, siempre conseguía relajarle, como si estuviese con ella. Sonrió un poco y luego esperó a que llegase el que debía ser su cita. Al menos esperaba que todo eso de fingir no fuese tan tedioso y se divirtiese un poco.
Ignorando a los rostros conocidos se concentró en escuchar las indicaciones y luego dirigirse a su mesa. Mesa 1. Tomó asiento, colocándose de tal forma que diese la espalda a la parejita que no quería ni ver. De hecho, ver ahí a esa mujer le hizo recordar a su hermano. A pesar de todo lo que le dolía saber que ya no estaba, siempre conseguía relajarle, como si estuviese con ella. Sonrió un poco y luego esperó a que llegase el que debía ser su cita. Al menos esperaba que todo eso de fingir no fuese tan tedioso y se divirtiese un poco.
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