THE WRONG WOLVES
GRUPAL: LEVESQUE + LANVIK
Descripción de la trama
El fin de la SOCIEDAD AUGUSTINE... empieza hoy.
Gracias a la información conseguida por @Velkan Strøm, @Loki N. Lanvik ya sabe la verdad: su hija y heredera se encuentra presa de la organización de científicos. Así pues, la manada Lanvik va a realizar su próximo movimiento ganador, pero no van a hacerlo solos: el aquelarre Levesque, liderado por @Lucien M. Levesque, grandes aliados y principal fuerza mágica en favor de Loki, han sido convocados para labrar un plan de acción.
¿El objetivo? Entrar, destruir... y por supuesto, salir.
¿Estará Loki a tiempo de rescatar a su heredera? ¿Aceptará Lucien los términos y condiciones del plan?
A TENER EN CUENTA
• En este tema NO HABRÁ ORDEN DE POSTEO, para evitar que se estanque, pudiendo volver a postear si al menos dos personajes ya han posteado.
• Los personajes acaban de llegar al lugar de encuentro, reuniéndose BAJO EL PUENTE WICKERY, donde se hallan resguardados de la lluvia.
• Este es un GRUPAL NARRATIVO e introductorio de una próxima trama interactiva de la que el bando LEVESQUE y el bando LANVIK podrán ser partícipes. El tema podrá culminar de mutuo consenso cuando los usuarios estimen oportuno.
• IMPORTANTE: La administración se reserva el derecho de sancionar de la manera que estime conveniente, a aquellos usuarios que, estando apuntados para participar en el tema, no posteen sin aviso en las rondas acordadas.
• PARA REDUCIR EL NÚMERO DE INTERACCIONES, las respuestas tendrán que tener, como máximo, 250 palabras (aproximadamente 15-16 líneas en Word a Calibri 11).
• Este tema NO TENDRÁ FECHA LÍMITE DE CIERRE, si bien se recomienda tratarlo de forma prioritaria, para agilizarlo y hacerlo más ameno. Recordamos que la participación en este tema concede 2 PUNTOS de experiencia, o bien 5 si se llegan a hacer al menos 5 post. ¡A más participación, más ventajas!
• Se ruega subrayar con un color diferente los nombres de los personajes mencionados dentro del post, para facilitar así la lectura.
• TABLILLA OBLIGATORIA:
- Código:
<center><div class="tablascroll"><div class="bajoimagen"><div class="imagencita" style="background:url(IMAGEN PJ!!!!)center; background-size:cover;"></div></div><div class="titulo1">THOSE SCIENTISTS</div><div class="subtitulo">GOT THE WRONG WOLVES</div><div class="scrolldentroscroll">TU POST VA POR AQUÍ AMIGUITO!!!
</div><div class="titulo3">30/04 • 20 pm • GRUPAL</div></div></center>
30 abril
20 pm
grupal
A Loki N. Lanvik, Roan Haraldson y a Oskar R. Thorsen les gusta esta publicaciòn
Séneca no se alejaba con esta cita sobre la situación que estaba viviendo su actual Alfa y, por extensión, todos sus nuevos aliados. El secuestro de Sif había abierto una herida profunda en la nueva recomposición de la manada. Su inesperada desaparición había afectado a todos por igual, en mayor o menor medida.“Has bajado a los campos olímpicos, pero nadie estuvo contigo: tienes una corona, pero no una victoria” Séneca, sobre la providencia.
En el caso de Roan se lamentaba no haber estado presente por la zona para arrancarle al osado vampiro el corazón. Un ataque contra uno de ellos equivalía siempre una ofensa para toda la manada. Por esta razón, había pedido a Loki que le dejase acompañarlo. La otrora mano derecha de Christine deseaba participar en aquella reunión para poder cavilar sobre una futura estrategia con ellos.
No había una lucha de ideales ni de principios para aquella noche. Loki, pero especialmente toda la manada Lanvik, debía permanecer unida para salvar a Sif. De este modo, vestido formalmente para la ocasión, caminaba cerca de Loki con las manos escondidas en el bolsillo. Había guardado en el interior de su chaqueta una pistola por si los brujos tenían la estúpida idea de contrariar al Alfa.
—Son esos que se acercan, ¿no?—sin hacer ningún ademán por señalarlos, dirigió su mirada hacia unas figuras que se aproximaban hasta su posición.
Demetrio decía que no hay persona más desgraciada que aquella que nunca ha sufrido la adversidad. Demetrio no conoció nunca una persona con tanta determinación que Loki, ni tampoco una manada tan dispuesta a vengarse de este ataque.
Era hora de coronarse con una victoria.
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Pero lo primero de todo, era conseguir traspasar las defensas de la bien protegida Sociedad. Y por eso, se encontraban allí en aquella noche fría y lluviosa.
— Lucien Levesque. Volvemos a vernos — saludó al nigromante cuando este hizo acto de presencia junto a dos acompañantes. Los mismos con los que Loki contaba —. Aunque no en las circunstancias que desearía — comenzó el alfa, con un tono de voz que expresaba la seriedad de la situación y la mirada posada sobre el líder del aquelarre —. Dime. ¿Has escuchado hablar de la Sociedad Augustine? — preguntó sin rodeos. El Lanvik podía llegar a ser muy paciente, pero en este caso, era una virtud que brillaba por su ausencia.
Porque mientras más tiempo se demorase, significaba más tiempo en el que su hija seguiría sufriendo y con su vida expuesta a un grave peligro.
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No recordaba mucho tampoco. El golpe que se había llevado para que pudieran raptar a Sif por poco provocó que se ahogara. Por lo que a Loki respecta, hubiera sido un pérdida fácil de recuperar de algún modo, pero el cabrón de Oskar como buen ciudadano del norte de Europa era casi imposible de matar. Era la prueba viviente de que los noruegos también tenían lo suyo y que no solo los rusos gozaban de tal fama.
Acompañando a su alfa, Loki, y al que una vez fue su mejor amigo, Roan, el mayor de los Thorsen estaba nervioso por el encuentro. Cruzado de brazos, chasqueó la lengua en el paladar cuando vio a los Levesque acercarse y juró que sintió un escalofrío en su espina dorsal como cada vez que escuchaba ese nombre. Su mirada se dirigió a Roan otra vez y, con un murmuro bajo, habló:—. ¿Por qué vas vestido así? —no es como si fueran a un evento de alta etiqueta precisamente.
Aún y con todo y a pesar de haber deseado bromear en el momento menos oportuno, Oskar volvió a callar. La culpabilidad le había quitado la posibilidad de dormir decentemente por más de un mes, casi dos. Si estaba allí era porque necesitaban encontrar a Sif y sobre todo porque él lo necesitaba. A fin de cuentas, fue él quien la vio por última vez. Era su deber estar ahí.
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La lluvia no daba tregua ese día, ella estaba dispuesta a hacer de sujeta paraguas real, durante el camino hasta el punto de encuentro, ella situada detrás de los dos Levesque portaba el gran paraguas que cubría a los tres, evitando que la lluvia los mojara.
Cuando llegaron bajo el puente estando ya resguardados, sacudió el paraguas, lo cerró sin dificultad y se apoyó en este como si fuera un bastón improvisado.
Echó un vistazo a los presentes de la reunión, allí se encontraban ya 3 miembros de los Lanvik, dirigió su mirada al alfa que parecía el líder de los tres por fin podía ver con sus propios ojos quién era Loki, había oído hablar tanto de él que era como si la leyenda urbana se hiciera realidad ante sus ojos.
Este no tardó en hablar yendo directo al meollo de la cuestión, a los lobos no les gustaba ir con rodeos y era algo que tenía que ir aprendiendo de ellos.
Had to meet the devil just to know his name. Guess I love living in the sin.
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—Loki Lanvik... y sus acompañantes. ¿Nos saltamos las presentaciones? Qué descortés —alzó una ceja, usando un tono irónico, al captar la preocupación del alfa. Ansiaba comprender los motivos que se escondían tras aquella apresurada reunión, y el aparente nerviosismo del Lanvik.
—¿Te refieres al grupito de científicos que pretende jugar con los designios de la naturaleza? —inquirió. Claro que los conocía, aunque tenía que admitir que hacía un tiempo que no había escuchado rumores sobre ellos; no desde que su sede hubiera sido reducida a cenizas, prácticamente. Por su tono de voz, era evidente que no sentía simpatía por sus peculiares prácticas— ¿Por qué lo preguntas? Ilumínanos —le pidió, abriendo la puerta para que soltara aquello que parecía perturbarlo.
SOMEBODY HAS BEEN READING DANTE'S INFERNO
A Loki N. Lanvik, William Johnson, Oskar R. Thorsen, Iris H. McGonagall y a Fleur C. Lacroix les gusta esta publicaciòn
Es un cuervo negro aquel que sobrevuela unos metros más bajo el puente hasta posar sus patas sobre una especie de rama que quedó allí abandonada tras un temporal o un juego. El ave sacude sus alas, buscando quitar la lluvia de las mismas, sin apartar su mirada de los allí presentes. Como si del guardián de los propios brujos se tratase."
La lluvia le da a todo aquello un aspecto mucho más melancólico, más interesante y cautivador. Quien hubiese escogido aquel día debía ser felicitado por aquella buena elección. Nunca se es demasiado dramático al final.
Allí, bajo el puente, encontramos a los tres lobos. Dos de ellos meros seguidores de quien los comanda a ambos. El alfa. Mi mirada silenciosa analiza cada uno de sus gestos, cada una de sus palabras, cada mísero tono de cada una de ellas. Mis manos descansan en los bolsillos de mi chaqueta y solo es una pequeña sonrisa la que se deja ver por segundos con aquella ironía de Lucien. Tan encantador como siempre.
Mis labios se despegan por unos segundos pero vuelven a cerrarse esperando el momento para hablar. Creo que prefiero primero escuchar lo que aquel lobo trata de decir. Aquello que rumia en su boca sin llegar a soltarlo. No hay nada más interesante que escuchar antes de hablar.
- Maddie:
A Lucien M. Levesque, Loki N. Lanvik, Roan Haraldson y a Fleur C. Lacroix les gusta esta publicaciòn
“¿Por qué vas vestido así?”
Roan ladeó inmediatamente su rostro en dirección a su antiguo amigo. Podía notar a esa distancia las ojeras pronunciadas y cómo su rostro parecía delatar una culpabilidad que lo tenía abocado a un cansancio irrefrenable:—Se trata de una reunión importante y debemos mostrar respeto a nuestros aliados—le contestó en un mismo susurro, aunque aguantando su mirada en Lucien y en sus acompañantes:—¿Es que nunca escuchaste los consejos de Christine sobre la etiquette?—en el tono de su voz podía apreciarle la crítica y, fue entonces cuando aprovechó para comprobar cómo se había vestido Oskar:—¿Se puede saber por qué cojones vas vestido de camionero?—intentó susurrarle lo más bajo posible para que Loki no los escuchase:—¿Qué eres? ¿La versión barata de Lobezno?
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Cuando Roan le devolvió la contestación sintió un alivio inmenso. El primero, porque le estaba hablando y, el segundo, porque por lo menos alguien mantenía cierta conversación. Oskar se miró a sí mismo, encogiéndose de hombros. No solía ir demasiado acicalado a reuniones especiales en general, aunque sí aseado. Esa vez daba pena verle y entendía los reproches de Roan.
—No he tenido mucho tiempo de arreglarme —murmuró en dirección al que consideró su amigo. Aparte de que no, no había escuchado los consejos de Christine sobre la etiquette. De todas maneras, Oskar tenía la mente en otra cosa. Solo quería que la conversación avanzara para saber si los Levesque iban a ser de ayuda.
Por lo menos así podría dormir tranquilo por las noches.
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─ No sabía que a los lobos les interesara la moda.. ─ les susurro a los hombres para no interrumpir la conversación principal, seguro hacían desfiles de moda como si fuera la New York fashion week y no lo sabía. Ella no había reparado demasiado en si debía vestir mejor para la ocasión, era un día lluvioso, fue práctica, camisa básica negra de manga larga, pantalones vaqueros y botas para evitar que el frío se le colase por los pies.
─ Mi nombre es Fleur, creo que presentarse es símbolo de cordialidad por ambas partes. ─ se presentó dedicándole a ambos una sonrisa con ligera calidez, la mejor forma de estrechar la alianza era de aquella mundana manera o eso pensaba ella, por algo había que empezar y ella era asi de ingenua e inocente.
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A Lucien M. Levesque, Loki N. Lanvik y a Agwé D. Ndiaye les gusta esta publicaciòn
— Mis acompañantes parecen estar demasiado ocupados en su propio debate — respondió el lobo entre dientes, pues no había pasado desapercibido a su oído el tema que sus betas estaban tratando —. Sospecho que en presentaciones es en lo último que están pensando. Y se trata de un asunto importante — añadió. En realidad, era él, el más desesperado de todos los presentes por ir directos al grano.
— Supongo que eso nos ahorra tiempo — comentó cuando el Levesque definió de manera muy acertada a aquel grupo de individuos —. Han estado detrás de varias desapariciones de lobos en los alrededores. Mi hija entre ellos — los labios del lobo se habían tensado en una fina línea, mientras en su mirada se podía leer el ansia por traspasar la seguridad de los Augustine —. Y como comprenderás, quiero a mi hija de vuelta. No sin antes arrasar con todo el edificio — era lo mínimo que se merecían tras haber privado a Sif de su libertad —. Pero aunque mi manada sea numerosa y poderosa, no soy ningún estúpido. Sé que estos gozan de una buena seguridad y estaría mandando a los míos a la muerte — o algo peor. El mismo peligro que corría Sif —. No obstante, con vuestro apoyo mágico la balanza podría inclinarse a nuestro favor — una manera de determinar el éxito que dependía en exclusiva de los Levesque.
A Lucien M. Levesque, Agwé D. Ndiaye, Oskar R. Thorsen, Sharon C. Hargrove y a Miklos Pálffy les gusta esta publicaciòn
—La dulce Fleur es una de las brujas más jóvenes de nuestro Aquelarre, creí instructivo que acudiera a este encuentro —añadió, volviendo la mirada hacia Maddie, su aliada más fiel—. Ella es Maddison, mi mano derecha. Tan peligrosa como aparenta —bromeó, mirándola de forma cómplice, centrándose entonces en las preocupaciones del alfa que, por alianza, también pasaban a ser suyas.
—¿Y qué os hace pensar que sigue viva? —preguntó, como si fuera obvio— No quería sonar tan insensible —se disculpó, por mera educación, antes de añadir—: ¿Cuándo se la llevaron?, ¿ha sido la única? —imaginaba que no era la único, aunque sí la más importante. Podía decirse los Augustine se habían equivocado de objetivo.
—Ciencia versus magia. Qué interesante —pareció sopesar la decisión, por mucho que esta ya estuviera tomada. Detestaba los principios de aquella organización y lo mejor era facilitar su extinción, por no hablar de que era aún más interesante que alguien tan poderoso como Loki le debiera un favor.
—Mis brujos llevan mucho tiempo sin una buena batalla, necesitan poner a prueba sus habilidades. Contad con nosotros —extendió su mano izquierda hacia el licántropo, en un gesto para sellar su nuevo objetivo. Ahora faltaba lo más importante: un plan.
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A Agwé D. Ndiaye, Oskar R. Thorsen y a Fleur C. Lacroix les gusta esta publicaciòn
Pero no es ni un solo graznido el que surge del ave. En silencio observa atento a cada uno de los seres allí reunidos. Una sola señal, una sola orden por parte de su señora y él alzará el vuelo sin miedo o temor a seguir los deseos de aquellos nigromantes. De aquella nigromante"
Mi mirada inevitablemente se desliza con molestia hasta la pequeña subconversación que tan poco afortunada están llevando a cabo los lobos del alfa. Creyó que habría traído a sus aliados más cercanos, o al menos, dos de sus mejores lobos. Pero parecía que había traído a los bufones de la manada. Ni siquiera iba a malgastar su tiempo en responder o hacer ninguna mención a ellos dos.
Si dirigí mi atención a los dos lideres. Cuando Lucien me presentó, fue una pequeña sonrisa con un toque de maldad la que se dibujó en mis labios acompañada de un saludo con un movimiento de cabeza. ¿Que añadir cuando la presentación fue perfecta? Nada.
Pasadas las presentaciones, la exposición del tema de la noche fue lo único que ganó la importancia suficiente como para tener toda su atención. Cada palabra, cada gesto, hasta que Lucien hubo aceptado aquel favor sellándolo con el apretón de manos.
- Es una batalla interesante. Por eso mismo necesitaremos un buen plan. -Rompí mi silencio con aquellas palabras mientras daba un paso al frente para estar más cerca de ambos hombres. - ¿Conocéis sus instalaciones? ¿O alguien que pueda proporcionarnos información sobre ellas? - Ir a ciegas no era una elección inteligente. Ni para brujos, ni para lobos. Cuando se trata de científicos locos con conocimientos sobrenaturales, cada precaución era poca. Y a mí, me encantaban los desafíos y las estrategias.
- Maddie:
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—Un placer, mi nombre es Roan—extendió su brazo derecho para estrechar la mano ajena. Desde sus encuentros con Nyiara, el lobo había desarrollado una simpatía instantánea—o interés—hacia todas las brujas:—Este es mi buen amigo Oskar y, respecto tu pregunta, sí—frunció el ceño , ya que no sabía si se escondía ironía o una genuina curiosidad en su duda:—¿O nos imaginabas yendo en taparrabos?
No obstante, el comentario de Loki provocó que Roan abandonase pronto ese diálogo para centrarse en aquello que realmente primaba su atención: el rescate de Sif. De este modo, dio un paso hacia delante al escuchar la crítica implícita del Alfa hacia sus pocos modales:—Disculpadme, mi nombre es Roan. Fiel servidor de mi Alfa—el timbre de su voz fue grave y convincente:—En cuanto a su pregunta…—desvió la mirada hacia la mano derecha de Lucien:—Mi Alfa tiene algo mucho mejor que un mapa.
La respuesta sobre el arma que poseía Loki era algo que sólo él debía anunciar. Los lobos no es que sólo poseyesen un mapa, sino que disponían del perfecto caballo de Troya. En efecto, tenían al soldado que perteneció a esas filas y que ahora lucharía bajo su bandera.
Velkan.
A Oskar R. Thorsen y a Fleur C. Lacroix les gusta esta publicaciòn
—Soy Oskar —no hacía falta asegurar que era fiel a Loki o de lo contrario no estaría allí, ¿no es cierto? Lo que sí le sorprendió fueron las palabras de Roan. Le preguntaría después de aquella reunión, seguramente, cuando se le pasara el cabreo. Si es que lo hacía en algún momento. Bastante culpable se sentía ya como para que Roan metiera el dedo en la yaga. Si es que Oskar iba a meterle un puñetazo en cuanto pudiera, lo tenía clarísimo—. De los nuestros sí, solo a ella —respondió a Lucien. Fue un hachazo pensar por un momento que Sif no estaba viva.
Pero ella era fuerte. Tenía que ser fuerte. Oskar, si bien nunca se había llevado bien con ella, no la consideraba débil. Al contrario. Había que reconocer que estaba bien entrenada y sabía lo que se hacía—. Sif no es tan simple. Es mucho más de lo que el ojo ve. Estoy seguro de que está viva —era una luchadora. Una loba desde la cabeza hasta los pies.
A Roan Haraldson le gusta esta publicaciòn
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