—Has tenido la imprudencia de regresar.—Con las comisuras aún empapadas en sangre, y una mirada fulminante, Nora mantiene una distancia prudencial frente a Valerie. En los últimos días, Nora y Mary Lou rara vez se separan, pero ha sido en una de aquellas ocasiones que, fruto del destino, y apenas minutos después de que la morena se alimentase de uno de los desgraciados viandantes, Valerie Tulle volviera a cruzarse en su camino.

—Tienes suerte de que Mary Louise no esté aquí conmigo.—Le asegura con firmeza.—Te habría arrancado la cabeza sin preguntar y se la habría ofrecido a Lily de regalo.—Lo último que supo de ella antes de marchar de Mystic Falls junto al resto de la familia, fue que se quedó en el pueblo junto a su amorcito.—Antes de llegar, teníamos la esperanza de que siguieras por aquí.—Y no precisamente, para saludarla cordialmente.—Supongo que Stefan dejó de prestarte atención... o que él tampoco creyó en tus mentiras.—Añade con desdén, ladeando el rostro mientras valora las posibilidades.

Que haya cambiado de opinión y haya regresado resulta intrigante, pero no lo suficiente como para preguntar. Entorna la mirada, guardando silencio durante algunos segundos. —Será mejor que desaparezcas antes de que me obligues a hacer algo de lo que no voy a arrepentirme.—Porque aquí donde lo ves, y a pesar de que Nora pueda verse manipuladora, fría y superficial, lo cierto es que —a su manera—, también llegó a apreciar a Valerie. Fue un miembro más de su familia: alguien en quien confiar y por quien habrían dado la vida.

Después, ella... simplemente, les traicionó.

Y aunque Nora sigue sin entender por qué, hay ciertas líneas que se abstendrá de cruzar a menos que sea estrictamente necesario.

El destino en ocasiones es cruel. Ella lo sabe demasiado bien. Cruzarse con Nora o con cualquiera de su familia iba a ser algo peligroso. Valerie sabe que nadie la creyó, pero ella… las castaña por un momento lo hizo —o al menos eso quiso creer ella inocentemente. Aún recuerda su conversación, pero esta claro que tanto tiempo con Julien ha vuelto de nuevo a su familia en su contra.

— Bueno, fuisteis vosotros los que os marchasteis en primer lugar —responde ante la tacita amenaza de su hermana—. Yo me quede aquí, asique tu estas invadiendo mi casa —añade cruzándose de brazos—. Podríais haberlo intentado. Estoy segura de que mi cabeza habría sido un regalo que Lily hubiese aceptado de sumo agrado, pero al menos yo sigo recordando el pasado y actuó conforme a el —reprocha, porque ella sigue pensando en todos ellos como su familia, algo que sin duda la contraria no hace ni hará.

Valerie, no obstante, ha cambiado mucho. Ya no es esa mujer que no se defiende. Ya no es la hereje que desea estar con su familia. Guarda respeto por Lily porque fue como su madre, y guarda respeto por sus hermanos —quizás algo de preocupación—, pero si esta en Mystic Fall no es solamente por ellos.

— No estoy aquí por vosotros. Después de dejarme en la estacada como lo hicisteis, me importa bien poco donde estéis, pero reconozco que iba a buscaros más tarde o más temprano —responde encarándola—. Ya que estamos, te avisare de algo. Rayna Cruz, la Cazadora esta de regreso, asique Beau está en peligro, y yo no abandono a los míos. —anuncia finalmente. Si esta en Mystic Fall es para avisar a todas las personas que son importantes para ella.

—¿Y de verdad crees que hubiéramos vuelto de haber sabido que te encontraríamos aquí?—Le espeta, altanera.—Se me ocurren pocas cosas que me apetezcan más que perderte de vista.—De hecho, es probable que, si Nora no hubiera tenido la certeza de que ya no había rumores sobre herejes en Mystic Falls, jamás hubiera sugerido aquel pueblo como primera parada, y por una sencilla razón.

Habría querido evitar aquel reencuentro, a toda costa.

Hace poco más de dos años que entre Valerie y Nora llegó a haber cierto acercamiento. La morena se negó a creer la versión de la rubia hasta el final, aunque una parte de ella llegó a dudar. A darle credibilidad a una historia que habría derrumbado para siempre los cimientos de una familia en la que se sintió querida y segura durante más de cien años.

La historia de Valerie habría acabado con todo su universo, y Nora no habría podido hacer nada por impedirlo.

Así que fue más fácil marchar con los demás y simplemente dejar atrás a Valerie… y a sus mentiras. O al menos, lo que todos afirman que son: patrañas y engaños, una manipulación con la que volver a todos en contra del patriarca y gran amor de Lily.

¿El motivo? Sólo Valerie lo sabría.
«…te avisaré de algo.»

—No me lo puedo creer.—Nora deja escapar una risa breve, fruto de la incredulidad.—¿Ni dos minutos contigo y ya vuelves a recurrir a tus mentiras?—No, eso no es posible. Rayna Cruz… No han vuelto a tener noticias de ella desde antes de terminar en el Mundo Prisión, y se liberaron hace más de dos años. Si Rayna hubiera regresado, Beau estaría en peligro…

Y ellas lo sabrían.
Lo sabrían, ¿verdad?

—Hazme el favor y apártate de mi camino.—Le ordena, entre molesta e indignada; no quiere escuchar más.—O tendré que arrancarte la lengua y hacértela tragar.—Quizá sea la única manera de no volver a escuchar ninguno de sus engaños…

Si es que de verdad lo son..

Valerie no puede evitar soltar una pequeña carcajada—. ¿Y de verdad crees que entraba en mis planes encontrarme con vosotros? —pregunta finalmente cruzándose de brazos—. Iba a avisaros de que Rayna ha vuelto porque compartimos un pasado, nada más. —En el fondo ya no le importa si la creen o no. Hace tiempo que dejo de esforzarse en ello.

La verdad, los hechos, todos ellos acabarían llegando. En el fondo Valerie lo sabía. La maldad de Julian no era algo que pudiese ocultarse con facilidad y tarde o temprano Lily acabaría por darse cuenta. La única pregunta que se hacía Valerie en ese momento es, si fueran capaces de pedirle persona o harían borrón y cuenta nueva.

— Mentiras que en una ocasión al parecer quisiste intentar creer —le recuerda clavando su mirada en ella. La misma mirada que Nora le lanza a ella—. Ahora bien, ¿cuál sería el propósito de esta mentira Nora? ¿Asustaros? Se perfectamente que eso no va a ser así, pero deberíais buscar a cierta persona. Alguien que está en peligro si lo que te acabo de decir es cierto —Claramente se refiere a Beau, el único con el que siempre se ha sentido un poco manos alejada, hasta la fecha. Seguramente, también querría atacarla al verla.

Pero sus palabras no eran mentira. Ojalá no las hubiese pronunciado. Ojalá no hubiese sido así, pero lo cierto es, que tiene pruebas—. He encontrado a un vampiro marcado, fuera de Mystic Fall. Es por eso por lo que he regresado. Para avisar a quienes estaban aquí y me importan, asique, me ahorras tener que buscaros solo para contaros una mentira más —se está burlando sí, porque en el fondo se siente molesta de que no la crea siquiera en eso, precisamente Nora—. ¿Qué vas a hacer si lo que te he dicho es verdad y decides ignorarlo? ¿Se lo dirás a Lily o cargaras con un secreto que crees una mentira? Porque créeme cuando Rayna llegue, ninguno de nosotros va a estar a salvo. ¿Vas a negar eso? —finaliza.

«¿Y de verdad crees que entraba en mis planes encontrarme con vosotros...?»
«Iba a avisaros de que Rayna ha vuelto...»

Ahí está: repitiéndolo por segunda vez. Nora deja escapar una carcajada sorda, negándose por completo a creerla... y no porque Valerie no pueda tener razón a como haya lugar, sino porque una parte de la morena no puede permitirse pensar que es cierto: que Rayna Cruz ha vuelto. De ser verdad, volverá a por todos ellos, a por toda su familia...

Empezando por Beau.

—Demuéstralo.—Si Rayna ha vuelto, si es cierto que @Beau N. Sautier vuelve a estar en peligro, entonces las advertencias de su interlocutora no deben caer en balde. Valerie tendrá alguna prueba de lo que está diciendo, una forma de demostrar que no está tratando de embaucarla otra vez. Nora toma una respiración profunda en silencio.

Se sintió como una estúpida por estar a punto de creerla en el pasado, pero no sucederá una segunda vez. No volverá a dejarse seducir por sus mentiras... a menos que tenga forma de probar que dice la verdad.

«He encontrado a un vampiro marcado...»

Nora puede sentir cómo se le corta la respiración. —No...—Niega con la cabeza.—No puede ser verdad.—No pueden estar a punto de vivir aquel infierno, otra vez.—El vampiro pudo haber sido marcado en el pasado.—Le dice entonces, tal y como sucedió con Beau.—¿Cómo sabes que su marca es reciente?—Aún se resiste a confiar en ella, y lo que es más importante, aún se resiste a creer que Rayna esté volviendo a desatar el infierno en la tierra.

«¿Qué vas a hacer si lo que te he dicho es verdad y decides ignorarlo?»
«¿Se lo dirás a Lily o cargaras con un secreto que crees una mentira?»

—Si me mientes...—reflexiona en voz alta—, y sólo es uno de tus trucos, la vida de Beau volverá a ser una desgracia. Se verá obligado a huir en nombre de nada.—Pronuncia aquellas palabras como pretendiendo comprobar si Valerie es consciente de sus propias palabras. Si sólo está tratando de asustarla —y lo está consiguiendo—, podría causarle un grave malestar a Beau en vano.

Ni siquiera Valerie es tan cruel como para hacer algo así, ¿verdad?

¿... Verdad?

Puede que Valerie no tenga pruebas físicas en ese momento para demostrar sus palabras, pero depende de Nora creerla o no. Y si no la cree para su desgracia acabara descubriendo que ella no mentía y que pudo haber hecho algo, haber avisado, y no lo hizo. Por eso seguramente Valerie ni siquiera se muestra molesta en ese momento. No es de esperar que no la crea.

— La marca de ese vampiro estaba abierta Nora —responde finalmente—. Y se perfectamente el aspecto que tiene la marca estando abierta —añade. Porque ella también recuerda perfectamente cuando tuvieron que huir de Rayna en el pasado, cuando todavía eran una familia—. Creerme o no depende de ti Nora, pero deberías pensar en las consecuencias de no hacerlo. En lo que podrás salvar y en lo que podrás perder si me crees o si por el contrario prefieres no hacerlo —añade cruzándose de brazos.

Dependerá de ella, pero sabe que tarde o temprano las cosas terminan cayendo por su propio peso y finalmente su familia terminara por darse cuenta de muchas cosas. De todo lo que han hecho mal en realidad—. Cuando me enteré de que aquel vampiro estaba marcado, busque a Rayna y eso me llevo a descubrir varias cosas —añade intentando de alguna manera hacer que la contraria ceda—. Estaré encantada de compartirlas con vosotros si me dejáis ayudaros —finaliza enarcando una de sus cejas. Espera una respuesta por parte de la contraria. Se pregunta si finalmente la creerá—. Se que no me consideráis de la familia, pero ¿esto no te parece motivo suficiente para enterrar el hacha de guerra hasta que acabemos con una amenaza que nos afecta a todos? —pregunta.

«La marca de ese vampiro estaba abierta...»
«...busqué a Rayna y eso me llevo a descubrir varias cosas.»

Las pulsaciones de Nora, se disparan. Entonces, ¿es cierto? ¿Existe aquella posibilidad? Lo cierto es que, desde su salida del Mundo Prisión, tanto Nora como el resto de su familia han preferido contemplar lo ocurrido con Rayna como una pesadilla, un mal recuerdo del pasado. Sin noticias de la cazadora desde que regresaron, la hereje prefirió confiar en que simple y llanamente, el tiempo o su propia misión se habrían encargado de exterminar a una amenaza como ella.

Pero ya sabes qué es lo que se suele decir de la mala hierba, ¿no es cierto? —Si dices la verdad... Beau estará en peligro de nuevo.—Pero Nora no puede arriesgarse a ponerse en contacto con Lily sin más. A fin de cuentas, Mary Lou y ella se encuentran en Mystic Falls habiendo incumplido sus promesas; pondrán en juego la fe que la vampiresa tiene en las dos, en nombre de la palabra de...

La palabra de una mentirosa.
Pero, ¿acaso lo es realmente? En el fondo de su corazón, ¿Nora tiene la certeza de que Valerie les ha mentido? ¿De que sólo trató de manipularla vilmente en el pasado?

Sinceramente: la morena ya no tiene la seguridad de nada.

—Mary Louise tiene que saberlo.—Su novia podría ayudarle a aclararse las ideas... y a decidir, juntas, cuál será el siguiente paso a seguir. ¿Confiar en Valerie? ¿Alertar a la familia? ¿Volver a casa? ¿Esperar a su regreso? Movimientos y estrategias habrán muchos, pero al final del día, sólo una será la acertada.—Hasta entonces... te sugiero que no te expongas en demasía por aquí. Mi paciencia es limitada.—Tulle puede anotarse aquella pequeña gran victoria: ha conseguido sembrar en Nora la semilla de la duda.

Y aunque una parte de ella desea fervientemente que sólo se trate de una mentira, el corazón de Nora comienza a sospechar que aquella cruel pesadilla no ha hecho más que volver a empezar.