Iglesia de Mystic Falls.

¿Nora Hildegard en una Iglesia?

Lo sé, lo sé: no es precisamente el lugar en el que te la habrías imaginado, pero como Miss Mystic Falls 2013, no habría podido dejar de acudir. Tras la última misa del año, la organización benéfica de Mystic Falls llevaría a cabo una última colecta de regalos para los niños más desfavorecidos del pueblo, y Nora no dudó en ofrecer sus servicios de forma altruista...

Al menos, durante un par de horas.

Como hereje e inmortal, Nora conoce bien el significado de las apariencias. Así pues, apilando algunas cajas de muñecas, la morena se vuelve para localizar a un recién llegado, sin haber sido atendido; al menos, eso parece. —¿Puedo ayudarte en algo?—Le dice entonces, directa pero con una reluciente sonrisa en el rostro.—¿Estás en la lista de recogida o vienes a echar una mano?—Todavía se admiten voluntarios, y Nora los recibiría de buen grado.

Al fin y al cabo, si no hay más individuos que suplan su labor, no podrá marcharse antes de allí.

Ocupar su tiempo en cualquier cosa había sido una eterna constante durante aquellos meses desde la ruptura Gøran y la marcha de Owen. No se sentía lo suficientemente fuerte como para enfrentarse a la pérdida, al duelo que eso conllevaba. La etapa de negación le había azotado con sobrada fuerza y su estabilidad emocional pendía de un hilo, si es que no la había perdido ya.

Dentro de todo lo que hacía, se presentaba para voluntario para mil y un eventos de los que se celebraban en el pueblo o en los alrededores, como la labor solidaria que se organizaba en la parroquia de la ciudad para los más desfavorecidos. La víspera de año nuevo se caracterizaba allí por dar comida a aquellos con menos recursos y él no dudó en apuntarse como voluntario para ayudar.

Llegó conforme acabó la misa y se fijó en una muchacha que, aunque no la conocía oficialmente, la recordaba perfectamente del certamen de belleza local—. ¡Hola! Soy voluntario, sí —confirmó—. ¿Dónde tengo que pasar para ayudar? —le preguntó. Mas todavía tenía la mosca detrás de la oreja—. Eres Nora, ¿verdad? Miss Mystic Falls 2013.

—¡Genial! Aun estamos a tiempo de recibir la ayuda de algunos pares de manos voluntarias más.—Bromea, animada y educada, pero sobre todo, especialmente interesada. Como te decía, Nora está dispuesta a demostrar su caridad y buen estar ante el pueblo que la coronó Miss Mystic Falls, pero aún está más interesada en marchar junto a su familia y, en especial, junto a Mary Louise.

Lo primero es lo primero, como quien dice. —Me alegra saber que sigo siendo una celebridad.—Comenta con modestia, aunque sólo fingida. Se trata de Nora Hildegard: siempre le ha encantado ser el centro de atención.—Voy a anotarte en el listado de voluntarios para que puedas empezar.—Añade, volviéndose para tomar un bloc de notas apoyado sobre una tabla; tiene al lado un bolígrafo que la morena sostiene con firmeza.—¿Eres...?—Aunque aquella colecta es una actividad altruista, desde la Iglesia se lleva un registro de todos los voluntarios y ayudantes... por lo que pueda pasar, supuso la propia Nora.

Por su parte, ella arquea una ceja con expresión evaluante. Juraría que le ha podido ver alguna que otra vez —¿En el Mystic Grill, quizá?—, aunque se trata de Mystic Falls: todo el mundo allí se ha visto alguna que otra vez.