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Hazarmaveth TakhalMar Mayo 07, 2024 1:40 pm
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Aunque el mismo decidiese no recordarla, habia cosas que no cambiaban. Le parecía hermosa. Esa seguía siendo un detalle que, pese a la falta de memoria provocada antaño por el brujo, este seguía siendo capaz de valorar.

Y algo en su interior hacía que de algún modo se sintiese atraído por ella. Pero seguía negándose el hecho de que se hubiesen conocido aun cuando había vislumbrado pequeño retazos de ese pasad que el mismo se arrebató llevado por el dolor y la agonía de la perdida.

Ese pequeño recuerdo, hiriente y sangrante es lo que le hace estar allí. Porque tiene la extraña necesidad de saber si la muchacha está bien. Protegerla quizas, pero… ¿Por qué? A lo largo de su vida pocas cosas le han importado, las relaciones es una de las que precisamente nunca le han interesado.

Y sin embargo en su intento de cercanía a sido descubierto—. Es justo la persona a la cual estaba buscando —miente. Pue son buscaba, implemente la estaba siguiendo—. Estoy buscando… una fantasía. Por llamarlo de algún amanera. Libros que contengan lo que los locos llamarían hechizos antiguos —declara. Sabe que ella es bruja, es una de las pocas cosas que ha conseguido recordar asique… no puede tomarle como un demente, ¿o sí?



29/04 • 18:00 • @milena b. andrews
Milena B. AndrewsDom Abr 28, 2024 6:53 pm
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Milena había pasado muchas navidades desgraciadas, incluso antes de morir, pero aquella había sido de las peores. Porque se suponía que encontrar a Hazarmaveth sería maravilloso, se había imaginado el escenario de mil maneras distintas, pero lo único que no variaba era que sus ojos se encontrarían, ambos llorarían de felicidad al reconocerse y después se fundirían en un abrazo y un beso del amor eterno que se procesaban.

La caída no podía haberle dolido más. Ella había terminado llorando, pero él no, y ambas reacciones se debían a la terrible realidad: el objeto de su amor no se acordaba de ella. Y no solo no se acordaba, sino que no reconocía nada en su rostro, en sus palabras, en su voz… en sus lágrimas.

La aparentemente joven mujer había sufrido y soportado tanto, con la esperanza como único punto de apoyo, la esperanza de volver a su lado, y ahora… ahora había sido todo para nada.

No, para nada no.

Había estado meses tan deprimida que la habían obligado a estar de baja y eso había sido aún peor… hasta que un día se despertó, se miró al espejo, se secó las lágrimas y se decidió a buscar la manera de traerlo de vuelta a su lado. Su corazón era de él, así como el del brujo —por muy empozoñado que estuviese— le pertenecía a ella. Haría lo que fuese para devolverle aquellos recuerdos que había perdido y su empleo le serviría para tal propósito.

Trabajaba en una biblioteca, allí encontraría algo que pudiese ayudarla. Estaba segura.

Llevaba unos días sintiéndose observada, como si no se hallase sola, pero aquel día fue algo más marcado. Por eso, con una sonrisa que dedicaba a todo el mundo, por muy triste que estuviera, se giró hacia el hombre que parecía estarla siguiendo y le dijo:

¿Desea algo? Si busca un libro en particular puede pedírmelo, soy la bibliotecaria.



29/04 • 18:00 • @milena b. andrews
Hazarmaveth TakhalDom Abr 28, 2024 5:36 pm
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Siempre fue poderosa. Pero no tanto como él. Por supuesto, el ahora conocido como Hazarmaveth era un hombre muy diferente del que Milena recordaba. Porque a diferencia de él, ella si lo recordaba. Y el… bueno, él había empezado a recordar ciertas cosas, pero… prefería ignorarlas.

No tanto como el hecho de que habia empezado a tener la necesidad de visitar Mystic Fall únicamente con la intención de observarla desde las sombras. ¿Que recordaba exactamente aquel hombre? Que Milena tuvo una hermana. Que esa hermana murió y que ella por tanto paso a ser su discípula. Nada más. Nada que a su ojos mereciese la pena rememorar.

Pero el sabía que habia mucho más. Desde su encuentro en navidades, su mente perturbada habia estado mucho peor, y estaba seguro de que era por ella. Por eso, aquel día, necesito presentarse en aquel lugar, buscando quizas un contacto más directo. La magia, no tardo en hacer el efecto que el deseaba. Teniéndola delante, no parecía reconocerla. Esa era la intención.

Siempre habia sido más poderoso asique, sencillamente se ocultaba de ella conforme andaba por aquellos pasillos, casi siguiéndola, pero fingiendo que buscaba un libro de aquellas múltiples estanterías.

Recordó algo más si:
a ella le gustaba mucho leer.




29/04 • 18:00 • @milena b. andrews
Milena B. AndrewsSáb Mar 30, 2024 5:49 pm


PUNTO DE
INFLEXIÓN


Era increíble lo bien tejida que estaba aquella labor. Nunca habría imaginado que un hombre lo haría de forma tan impecable… aunque siendo médico tampoco debía sorprenderle, ya que estos solían ser muy meticulosos. Después de todo, tenían que usar instrumental específico para curar.

Al hombre pareció gustarle el halago de la joven, pero no dijo nada al respecto, así que no pudo confirmarlo. Y las palabras que pronunció después la asustaron. Sí, su vida ya había empezado a cambiar… para empezar, ahora no podía andar por ahí como si nada, la culparían de la muerte de sus dos hermanos y… aunque la de su hermano había sido accidental, ella nunca habría hecho daño a Cecilia. La adoraba.

Lo siguiente que escuchó le hizo fruncir el ceño, confundida. Creyó haber entendido mal o simplemente no haber comprendido qué quería decir. Un poco asustada, se puso a la defensiva.

¿De qué estáis hablando? —preguntó, aunque no era la única cuestión que quería hacer, pero entonces él se pinchó con el huso de la rueca y alarmó a la muchacha. Parecía que lo hubiese hecho a propósito, pero en ese momento no tuvo tiempo de procesarlo, preocupada—. ¿Estáis bien? —cuestionó y, ante su atónita mirada, el hombre hizo algo que le hizo plantearse si su hermano la había matado a ella, y no al revés, y ahora estaba en alguna especie de limbo.

La rueca empezó a moverse sola. Milena se aseguró de mirar los pedales para darse cuenta de que, en efecto, nadie los estaba pisando. Tampoco había hilos que simularan de alguna manera aquel movimiento que solo podía calificarse como… brujería.

Le habían enseñado a temer la brujería, porque eso era cosa del diablo y a las mujeres las quemaban si las descubrían haciendo algo fuera de lo común. Aquel hombre, en cambio, sobrepasaba los límites de la imaginación de cualquier civil que no conocía las maravillas de la lectura. Ella, en cambio, sí sabía leer y visitaba mundos en los que lo que estaba ocurriendo allí era posible.

Apenas escuchó lo que dijo de Cecilia, aturdida. Sintió la voz del hombre muy lejana, como ahogada, pero al mismo tiempo reproducida como un eco en un tubo de metal.

No entiendo nada… yo no soy… no somos brujos. ¿Queréis que nos quemen en la hoguera? —inquirió, asustada, mientras se alejaba de él sin darle la espalda.




10/07/1335
16:40
Gales
@Hazarmaveth Takhal

Hazarmaveth TakhalSáb Mar 02, 2024 6:13 pm
always
the beast
Siempre tuvo claro el potencial de aquella familia. Asique sencillamente no le extraña saber que finalmente es la magia rúnica la que ha llamado poderosamente la atención de la muchacha. Eso, le hace sonreír de forma torcida. Sus sonrisas nunca han sido agradables, pero le agrada que la contraria se interese por su propia magia. Quizás por eso acaba por juntar los dedos de su manso y apoyas los codos en la mesa.

Mañana… a medio día. En la biblioteca —responde con la misma sequedad de siempre—. Me enseñaras cuales son esos libros. —Y puede que entonces decida ayudarla con sus dudas. Por el momento eso es todo lo que iba a tener de él aquel día—. Puedes retirarte, pero deja eso ahí —añade señalando la rosa que no ha querido aceptar cuando ella se la ha ofrecido.

Sencillamente, el hombre espera a que su orden sea obedecida y quedarse completamente solo. Aquel hombre sin sentimiento alguno invoca una runa en la palma de su mano, imbuyendo de magia aquella rosa, para que jamás se marchite. Una rosa que poco después pasaría a estar encerrada en una hermosa urna de cristal y oculta en uno de sus armarios privados. Una rosa cuyo significado siempre guardo en su corazón.


14/02/1336 • 10.24 • @MILENA B. ANDREWS
Hazarmaveth TakhalSáb Mar 02, 2024 6:12 pm


PUNTO DE
INFLEXIÓN


El hombre sencillamente sigue hilando. Pero en el momento que escucha aquella respuesta alza la mirada unos segundos, parando sus manos. Un pequeño ruidito sale de su garganta, como una risa contenida. Agacha la mirada. Sigue a los suyos conforme sigue escuchando. Poco le importa el halago por parte de la contraria.

Tu vida entera está a punto de cambiar Milena —le dice sin responder a sus palabras—. No crees en aquello que tu familia siempre ha sido, interesante —responde antes de que sus pies se frenen. Con la punta de aquella rueca, deja que uno de sus dedos se pinche con la misma.

El hombre alza aquel dedo donde la gota de sangre empieza a fruir levemente, luego… sencillamente hace un dibujo con la misma en la palma de la mano contraria, y cuando esta brilla la runa mágica se activa y la rueca, sigue funcionando, hilando. Pero esta vez sin que él la está tocando.

Tus opciones son. Aceptar que desciendes de una familia de brujos —recalca, pues no quiere ser delicado ya que sencillamente no va con su naturaleza. No va a darle la noticia en pequeñas cantidades. Porque no servirá de nada—, o tomar el puesto que iba a tomar tu hermana Cecilia y cumplir la primera que esta me hizo de servirme si conseguía curarla. —Evidentemente, Milena no sabrá cuan había de verdad en sus palabras pero desde luego, ahora quiere conseguir de Milena lo que le ha sido arrebatado de Cecilia.




10/07/1335
16:40
Gales
@MILENA B. ANDREWS

Milena B. AndrewsMiér Feb 28, 2024 4:35 pm
always
the beast
Milena sonrió de pura felicidad al oír su veredicto. Por supuesto, un «no esperaba menos» técnicamente no se parecía nada a un «bien hecho», pero ya empezaba a conocer a su maestro y sabía que aquella respuesta era más que satisfactoria. Era el «bien hecho» del maestro Hazarmaveth, así que estaba muy contenta por ello, pues no la había decepcionado.

La pregunta que él le hizo después la entusiasmó, pero al mismo tiempo la preocupó. No esperaba que tuviera que contarle aquello tan pronto, le habría gustado haber podido practicar más para mostrarle lo que había aprendido. Pero decidió verlo como una oportunidad para explicarle sus dudas y que él le enseñara. A la jovencita le gustaba verlo practicar magia.

Bueno… el otro día estaba curioseando en la biblioteca y encontré algo que atrajo mucho mi atención. Parecía hablar de las runas de localización, pero no logro comprender bien cómo se hace. Me preguntaba si vos podríais enseñarme… —le dijo, con timidez, sujetándose las manos tras la espalda y con una sonrisa suave en el rostro.


14/02/1336 • 10.24 • @Hazarmaveth Takhal
Milena B. AndrewsMiér Feb 28, 2024 4:11 pm


PUNTO DE
INFLEXIÓN


Una ligera sensación de alivio cayó sobre los hombros de la joven cuando oyó aquella simple palabra: entra.

En cuanto él se dio la vuelta, Milena penetró en la propiedad y cerró la puerta tras ella. De inmediato se quitó la capa raída que debía servirle de abrigo, aunque nada había podido hacer contra la lluvia, y la colgó de un perchero.

De inmediato, observó al médico, preguntándose si podría pedirle cambiarse de ropa —aunque no tenía nada que ponerse— o incluso darse un baño para evitar un resfriado. Se acercó en silencio, sorprendida al ver dónde se sentaba, y fue a preguntarle si sabía utilizar aquella rueca, aunque era algo obvio, pero la cuestión con la que él se le adelantó la dejó algo traspuesta.

Oh, no, por supuesto que no —se apresuró a decir cuando logró reaccionar. Solo le faltaba que encima él la señalara como una bruja, la entregase a las autoridades y estas la quemaran en la hoguera. De todos modos, no había mentido: no creía en la magia. En la de los libros solamente, pero esa no era «real» como tal—. Nunca había visto a un hombre tejer, se os da muy bien —dijo mientras examinaba el trabajo que ya había realizado.




10/07/1335
16:40
Gales
@Hazarmaveth Takhal

Hazarmaveth TakhalSáb Ene 27, 2024 1:57 am
always
the beast
Chasquea la lengua y alza la mano, restándole importancia al comentario de la contraria. Un muerto es un muerto. Para el era así de sencillo. Pero… ¿Cómo iba a ser de otra manera, si ni siquiera sabía lo que era amar? Nunca nadie lo había hecho asique sencillamente las cosas no iban a cambiar para él.

Observar a Milena no obstante siempre le había gustado, aunque no lo reconociese abiertamente, tenía una belleza peculiar. Como su hermana. La diferencia es que ene Cecilia no se había fijado de ese modo tan distinto. Por eso quizás tambien acabo aceptándola, y al mismo tiempo reteniéndola como algo que era suyo. De su propiedad.

Es por eso por lo que verla practicar magia siempre le ha gustado, el rostro y la lengua fuera caza vez que dibuja una runa le resultan tiernos en cierto modo. Pero eso son cosas que alguien como el jamás diría ni mostraría en voz alta. Su tono de voz, así como su rostro siempre serán ariscos y despreciables.

No esperaba menos —responde sencillamente. Tres palabras que no significan otra cosa que «bien hecho porque si no te abrías ido de mi casa», y ella lo sabe de sobra. Porque siempre había sido estricto y sin resultados, no seguiría estando con él. Al menos así pensaba—. ¿Qué lección estas aprendiendo ahora Milena? —pregunta entonces, queriendo saber qué libro o hechizos de alquimia está repasando en ese momento.


14/02/1336 • 10.24 • @MILENA B. ANDREWS
Milena B. AndrewsJue Ene 25, 2024 10:56 pm
always
the beast
No lo pudo evitar: el pinchazo que sintió en el corazón cuando su maestro dijo de aquella manera tan fría que su hermana, el único ser que la había querido más que a nada en el mundo, estaba muerta. Por supuesto que lo sabía, pero eso no significaba que doliese menos o que fuese a hacer como si no hubiera sucedido. No había pasado ni un año desde aquel trágico suceso, el más triste y traumático de su vida, aquel en el que había perdido a su hermana adorada y había asesinado a alguien.

Que ese alguien fuera un monstruo que había hecho algo horrible primero no le quitaba demasiado el sentimiento de culpa.

En mi corazón no lo está. Ella siempre estará conmigo —respondió con dolor, sin alzar la mirada. Al menos eso era lo que decía la gente a su alrededor, que los muertos siempre nos observaban desde arriba. Y ella se convertiría en una buena ciudadana, en una mujer hecha y derecha, aunque no fuese como lo había imaginado… porque resultaba que era una bruja.

Como el hombre no parecía que fuese a dignarse por un regalo, por más hermoso que este fuere, Milena dejó la rosa en una mesa con la idea de ponerla en agua más tarde y colocarla en su habitación, donde podría verla todos los días hasta que se marchitara. Como todo lo que estaba vivo.

Antes tendría que ocuparse de algo que a su maestro sí parecía gustarle: sus avances. Por eso ella se convencía de que no podía ser tan malo, después de todo, la estaba enseñando. Y era un hombre y un profesor muy estricto, pero eso no la amedrentaba, solo quería oír de él esas palabras de recompensa por su gran esfuerzo. Algún día las pronunciaría, estaba segura de ello.

Sí, maestro —respondió. Observó bien el objeto durante tan solo unos segundos y después tomó el instrumento que él mismo le había entregado para poder practicar aquella magia tan particular y se dibujó una runa en la palma de la mano con la lengua por fuera por la concentración. La pasó lentamente por delante del objeto y sonrió ampliamente cuando vio cómo quedaba intacto. Como si jamás lo hubiesen roto.

Miró al hombre, feliz por su esfuerzo y deseando ver una sonrisa en su rostro también.


14/02/1336 • 10.24 • @Hazarmaveth Takhal
Hazarmaveth TakhalDom Ene 07, 2024 12:35 am


PUNTO DE
INFLEXIÓN


No. Era evidente que aquella muchacha seguía desconociendo la verdad de sus padres. De su familia entera, y no era el quien precisamente debía responder a aquello. Sin embargo, había algo en su interior que le martilleaba y no era le echo de que aquella muchacha se quedase sola y huérfana, si no que él ha perdido a la muchacha de la cual quería obtener poder y lealtad. ¿Y si hubiese habido alguna posibilidad distinta? Durante años estudio aquella enfermedad y no encontró resultados, no había nada diferente.

O quizas sí. Aquel hombre observa a la muchacha, pero no siente pena alguna al verla abrazarse de aquella forma. Suspira de forma pesada—. Entra —acaba diciendo sencillamente, y no porque le importe si no porque ha visto algo, una posibilidad quizas de que aquella chica le de lo que su hermana Cecilia no pudo. Dejándola allí en la puerta se da la vuelta y entra al interior de la sala donde puede verse una rueca en su parte central.

El hombre se sienta en ese momento en la misma rueca y sigue hilando. Sabe que la muchacha puede que decida entrar o no. Pero él sabe que después de la insistencia la tendrá cerca en unos segundos—. ¿Crees en la magia? —pregunta secamente al cabo de unos segundos cuando siente la presencia de la contraria en la misma sala donde se encuentra el, entretenido con aquello que siempre le ha entretenido.




10/07/1335
16:40
Gales
@MILENA B. ANDREWS

Milena B. AndrewsMiér Ene 03, 2024 6:20 pm


PUNTO DE
INFLEXIÓN


Milena no era una niña, ya era una mujer para la época en la que vivía, pero a pesar de lo que la sociedad quisiera ver, seguía siendo una adolescente y en aquel momento estaba indefensa. El miedo de lo que había sucedido y la confusión que todo ello le había producido no le dejaban ver la actitud reacia del supuesto médico de su familia, que, con una indiferencia criminal, no solo no le había permitido guarecerse de la lluvia sino que tampoco parecía dispuesto a hacerlo en los segundos siguientes.

La joven se abrazó a sí misma, intentando en vano entrar un poco en calor. Era verano, pero la lluvia la había calado de pies a cabeza y amenazaba con enfermarla si no se cambiaba de ropa pronto.

¡Por favor! Sé cocinar, limpiar, coser… sé hacer de todo en la casa, puedo ayudaros a cambio de vuestra protección y un lugar donde vivir —suplicó, desesperada. Las lágrimas no se distinguían de las gotas de la lluvia que habían impregnado su rostro, pero habían caído más de sus ojos enrojecidos.

Milena abrió la boca para responder la pregunta del hombre, con sinceridad, pero él le hizo otra cuestión que le hizo cerrarla de nuevo por unos instantes… ¿A qué se refería? ¿De qué le estaba hablando?

¿De qué estáis hablando…? ¿Qué verdad?




10/07/1335
16:40
Gales
@Hazarmaveth Takhal

Hazarmaveth TakhalMiér Dic 06, 2023 6:55 pm
always
the beast
El tiempo le había arrancado el corazón. Podría incluso decirse que alguien como el jamás podría recuperar lo que la contraria quiere que recupere. Hazar no ha amado nunca a nadie, ni a nada. En el fondo siempre ha estado solo y ha estado bien. Por eso no necesita nada de todo aquello, solo poder. Mas poder para demostrar hasta dónde puede llegar el mismo.

Tu hermana Cecilia está muerta —le recuerda, cruel y con malas pulgas, como siempre. Porque quiere hacer que aquella dulzura desaparezca. Le hastía aquella dulzura y de no ser por la magia que necesita, Milena no estaría allí con él. Asique sencillamente busca que no esté pendiente de otra cosa que no sea la magia, y aprender—. Por fin escucho algo con sentido y coherencia —añade cuando ella propone mostrar lo que ha aprendido.

Y sencillamente con esa apalabras él se sienta en lasilla cercana a la gran mesa alargada y espera a que la contraria muestre algo de valor. Interiormente aquello es algo que ha minado ligeramente su corazón. La rosa roja puede ser el primer símbolo de que todo aquel cambie. Puede que si o que no pero sencillamente, Hazar siempre ha sido una bestia, no tiene necesidad alguna de cambiar, ¿verdad? Con un gesto hace aparecer un objeto en la mesa, la runa previamente dibujada en su propia mano—. Adelante, reconstrúyelo —apremia acompañando sus palabras con un gesto.


14/02/1336 • 10.24 • @MILENA B. ANDREWS
Hazarmaveth TakhalMiér Dic 06, 2023 6:55 pm


PUNTO DE
INFLEXIÓN


Quizas la muchacha esperaba otro tipo de reacción del que se suponía que era un hombre de confianza. Médico de la familia. Pero lo cierto es, que la expresión de aquel hombre no cambio en lo más mínimo. Y tampoco se apartó ni se movió cuando Milena le contó lo que había ocurrido.

¿Y de donde nace esa confianza hacia mi persona muchacha? —pregunta entonces mirándola por encima del hombro—. ¿Por qué iba a darte cobijo? Solamente me encargaba de tu hermana, de sanarla. Si ella está muerta… mi relación con tu familia termina en este momento —añade, y claramente está molesto. Si su hermana estaba muerta sus esperanzas de hacerse con la magia de la muchacha desaparecieron en ese momento.

Milena no tenía nada que ofrecerle, ¿verdad? Eso era lo que él pensaba en ese momento, pero lo que quizas con el tiempo descubriría como falso—. ¿Por qué no ibas a poder regresar a casa? —pregunta clavando su mirada en ella—. ¿O acaso tu madre sigue siendo tan cobarde como para no contarte la verdad? —pregunta, enarcando una de sus cejas. ¿Sabe Milena que son portadores de la magia rúnica? Hasta la fecha no ha habido indicios de nada de eso.




10/07/1335
16:40
Gales
@MILENA B. ANDREWS

Milena B. AndrewsMiér Nov 22, 2023 1:38 pm
always
the beast
La respuesta no le sorprendió. Ya se había acostumbrado bastante a la forma de ser que el supuesto médico había mantenido oculta mientras acudía a su casa para curar a Cecilia. No lo juzgaba por ello. Tampoco le había sido complicado hacerse a la vida con él, pues, al fin y al cabo, la que tenía en la casa de su familia no era muy feliz. Lo único que encendía un poco la luz de su corazón era estar con Cecilia… y a eso aún no se había acostumbrado. A su ausencia.

Aun así, hizo una ligera mueca con la boca, porque no se había parado a pensar en la muerte de la rosa… aunque, de todos modos, iba a morir, siguiese plantada o no. Sin embargo, lo que me hizo sentir culpable fue pensar que no le había gustado que dañara su jardín, no lo había visto de ese modo hasta entonces.

Lo siento, maestro —se disculpó con gesto culpable, con las manos tras la espalda—. Mi hermana Cecilia siempre me regalaba una rosa en este día y me hacía muy feliz, pensé que os alegraría —le explicó, sonriendo un poco, aun cuando el hombre le había ordenado que se fuese a hacer las tareas que él le había asignado, algo que ella solía hacer sin rechistar, pero… ese día era distinto. Era especial. Y Milena no quería dejarlo pasar como si nada. Sobre todo porque, ahora que su querida hermana ya no estaba, se sentía sola—. He pensado que, como a vos os gusta que progrese en mis lecciones de magia, podría haceros una pequeña demostración —comentó con timidez, sus manos sujetas tras la espalda—. He practicado mucho.


14/02/1336 • 10.24 • @Hazarmaveth Takhal