Índice
Recuerdo del primer mensaje :
Ojo por ojo. Secuestro, por secuestro.
Desde los albores de la humanidad, el trueque, siempre resultó ser uno de los métodos más simples y eficaces a la hora de intercambiar cualquier cosa: desde un inanimado objeto, hasta… directamente, personas.
Muchos pueden pensar que se encuentra algo anticuado, pero… ¿la verdad? Es muy útil cuando alguien secuestra a la persona menos indicada.
Con @Nyra L. Valyrian , la hija del Gran Maestre de la Deutscher Orden bajo su control, el Clan Strigoi, además de @Erzsebét A. Báthory y @Miklos Pálffy se reúnen con la nombrada Orden, en pos de iniciar las negociaciones, para la liberación de la rea.
¿Qué precio estará dispuesto a pagar @Conrad B. Valyrian para rescatar a su única hija…
viva?
El lugar de reunión, se trata de un territorio… neutral. Una casona alquilada por el Clan Strigoi, ubicada en Mystic Falls.
En la sala principal, en una larga mesa dividida en dos partes: una, la derecha, dónde se sentarán los miembros de la Deutscher Orden, y la otra, la izquierda, dónde se sentará el Clan Strigoi. Encima de la misma, por supuesto, hay bebida, dispuesta en varios frascos transparentes. Claro que… su color rojizo, y olor metálico, puede que quizás… no resulte tan agradable de beber a humanos.
Al menos, los anfitriones se preocuparon de servir… comida y bebida. Acorde a sus gustos vampíricos, claro.
• En este tema no habrá orden de posteo, para evitar que se estanque, pudiendo volver a postear si al menos dos personajes ya han posteado.
• En la primera ronda, Balaur iniciara la misma, teniendo el resto un plazo de 24 horas después de la introducción del vampiro. Pasado ese tiempo, la ronda la cerrará el mismo Balaur para así dar pie a las siguientes rondas.
• En la primera ronda, tanto La Condesa como Miklos, así como los miembros del clan Strigoi, se encuentran esperando en la mesa, a que los miembros de la Orden acudan.
• IMPORTANTE: De tratarse de una trama interactiva y/o con turnos, la administración se reserva el derecho de sancionar de la manera que estime conveniente, a aquellos usuarios que, estando apuntados para participar en el tema, no posteen sin aviso en las rondas acordadas.
• Para reducir el número de interacciones y agilizar el tema, las respuestas tendrán que tener, como máximo, 250 palabras (aproximadamente 15-16 líneas en Word a Calibri 11).
• Este tema permanecerá abierto como máximo hasta el 21 DÍAS DESDE LA APERTURA, para evitar que se alargue en demasía o se vuelva tedioso.
• Se ruega subrayar con un color diferente los nombres de los personajes mencionados dentro del post, para facilitar así la lectura.
• SE RECOMIENDA ENCARECIDAMENTE el uso de la siguiente tablilla:
• En este tema, participarán los personajes que previamente se han apuntado en el subforo correspondiente.
Bloody Night
05/10 • 22 pm • GRUPAL
My revenge is just begun! I spread it over centuries, and time is on my side. Your sons that you all love are mine already; and through them you and others shall yet be mine – my creatures, to do my bidding and to be my jackals when I want to feed.
Ojo por ojo. Secuestro, por secuestro.
Desde los albores de la humanidad, el trueque, siempre resultó ser uno de los métodos más simples y eficaces a la hora de intercambiar cualquier cosa: desde un inanimado objeto, hasta… directamente, personas.
Muchos pueden pensar que se encuentra algo anticuado, pero… ¿la verdad? Es muy útil cuando alguien secuestra a la persona menos indicada.
Con @Nyra L. Valyrian , la hija del Gran Maestre de la Deutscher Orden bajo su control, el Clan Strigoi, además de @Erzsebét A. Báthory y @Miklos Pálffy se reúnen con la nombrada Orden, en pos de iniciar las negociaciones, para la liberación de la rea.
¿Qué precio estará dispuesto a pagar @Conrad B. Valyrian para rescatar a su única hija…
viva?
El lugar de reunión, se trata de un territorio… neutral. Una casona alquilada por el Clan Strigoi, ubicada en Mystic Falls.
En la sala principal, en una larga mesa dividida en dos partes: una, la derecha, dónde se sentarán los miembros de la Deutscher Orden, y la otra, la izquierda, dónde se sentará el Clan Strigoi. Encima de la misma, por supuesto, hay bebida, dispuesta en varios frascos transparentes. Claro que… su color rojizo, y olor metálico, puede que quizás… no resulte tan agradable de beber a humanos.
Al menos, los anfitriones se preocuparon de servir… comida y bebida. Acorde a sus gustos vampíricos, claro.
DATOS DE INTERÉS
• En este tema no habrá orden de posteo, para evitar que se estanque, pudiendo volver a postear si al menos dos personajes ya han posteado.
• En la primera ronda, Balaur iniciara la misma, teniendo el resto un plazo de 24 horas después de la introducción del vampiro. Pasado ese tiempo, la ronda la cerrará el mismo Balaur para así dar pie a las siguientes rondas.
• En la primera ronda, tanto La Condesa como Miklos, así como los miembros del clan Strigoi, se encuentran esperando en la mesa, a que los miembros de la Orden acudan.
• IMPORTANTE: De tratarse de una trama interactiva y/o con turnos, la administración se reserva el derecho de sancionar de la manera que estime conveniente, a aquellos usuarios que, estando apuntados para participar en el tema, no posteen sin aviso en las rondas acordadas.
• Para reducir el número de interacciones y agilizar el tema, las respuestas tendrán que tener, como máximo, 250 palabras (aproximadamente 15-16 líneas en Word a Calibri 11).
• Este tema permanecerá abierto como máximo hasta el 21 DÍAS DESDE LA APERTURA, para evitar que se alargue en demasía o se vuelva tedioso.
• Se ruega subrayar con un color diferente los nombres de los personajes mencionados dentro del post, para facilitar así la lectura.
• SE RECOMIENDA ENCARECIDAMENTE el uso de la siguiente tablilla:
- Código:
<center><div class="tablascroll"><div class="imagencita" style="background:url(IMAGEN!!! 250X145)center; background-size:cover;"></div><div class="titulo1" style="font-size:18px;">Bloody Night</div><div style="height:200px; overflow:auto;padding:5px;">POST AQUÍ!!!</div><div class="titulo3">05/10 • 10 pm • Grupal</div></div></center>
• En este tema, participarán los personajes que previamente se han apuntado en el subforo correspondiente.
A PNJ (5) y a Maegor Valyrian les gusta esta publicaciòn
Bloody Night
La ejecutora era como una bomba de relojería, su paciencia era escasa y tenía un límite no muy lejano, uno que se veía acortado por las soberbias palabras que dejaban los labios de cada chupasangre de los que tenían delante, no podía dejar de preguntarse, ¿por qué habían de aguantar las palabras dirigidas a ellos con tanta superioridad cuando se trataban de semejantes aberraciones? A ojos de Klein era sencillo, cortarles la cabeza, perforarles el corazón, una de esas dos en un certero ataque y todo habría acabado, ¿eran muchos? Sí pero estaba segura de haber estado en situaciones peores.
Si no fuera por el respeto que le tenía a Conrad así como la seguridad de Nyra entonces ya hubiese saltado, se hubiese dejado llevar por esa rabia que tenía dentro de ella, sin embargo por mucho que lo respetara su falta de acción pesaba cada vez más sobre ella quien era un resorte que podía saltar en cualquier momento.
Y permaneció callada rodando los ojos ante aquellos que se encontraban ante ellos hasta que apareció él, Maegor, quien supuestamente debía estar muerto aunque, bueno, técnicamente lo estaba y su entrada junto a Nyra en la sala provocó que Zara dirigiera al tuerto una mirada cargada de odio, aun así no dijo nada.
No sería hasta el intercambio de palabras que ambos grupos se dirigían que comenzó a desesperarse, la falta de acción por parte de la Orden estaba siendo desquiciante al punto que antes preferiría que la dejasen sorda antes que tener que seguir escuchando cómo se lanzaban acusaciones de unos a otros sin llegar a nada-Bla, bla, os encanta dar rodeos, malditos estirados-mencionó finalmente-Si ojo loco aquí presente es quien se está encargando de todo esto junto al albino chungo entonces.. ¿qué cojones pintáis aquí el cabeza mocho, las maduritas sexys y los dos peludos que parecen las mascotas?-espetó haciendo una mueca de desagrado.
-Y tú, tío albino con cara de que te han metido un palo por el culo y se han olvidado de sacártelo-se dirigió al que parecía llevar la voz de ellos (Balaur) sin respeto alguno, ¿qué respeto le merecía un sanguinario? Ninguno por supuesto-estoy cansada de tu palabrería vacía, danos a Nyra y déjate de juegos, capullo-espetó y sería tras las palabras de Maegor que perdería los estribos-Ya está, se acabó, voy a matar a ese pequeño hijo de perra-amenazó sacando una de sus dagas, ¿qué? Estaba hasta las narices de que nadie hiciera nada así que sería ella la que lo haría y que el Gran Maestre la perdonara porque no se arrepentía de ello, total, si sabían cómo se ponía para qué la invitaban entonces.
Oh, pero al haberse dejado llevar por la rabia se le había pasado algo por alto, Zara estaba siendo descuidada y no se dio cuenta de la presencia que se cernía sobre ella.
Si no fuera por el respeto que le tenía a Conrad así como la seguridad de Nyra entonces ya hubiese saltado, se hubiese dejado llevar por esa rabia que tenía dentro de ella, sin embargo por mucho que lo respetara su falta de acción pesaba cada vez más sobre ella quien era un resorte que podía saltar en cualquier momento.
Y permaneció callada rodando los ojos ante aquellos que se encontraban ante ellos hasta que apareció él, Maegor, quien supuestamente debía estar muerto aunque, bueno, técnicamente lo estaba y su entrada junto a Nyra en la sala provocó que Zara dirigiera al tuerto una mirada cargada de odio, aun así no dijo nada.
No sería hasta el intercambio de palabras que ambos grupos se dirigían que comenzó a desesperarse, la falta de acción por parte de la Orden estaba siendo desquiciante al punto que antes preferiría que la dejasen sorda antes que tener que seguir escuchando cómo se lanzaban acusaciones de unos a otros sin llegar a nada-Bla, bla, os encanta dar rodeos, malditos estirados-mencionó finalmente-Si ojo loco aquí presente es quien se está encargando de todo esto junto al albino chungo entonces.. ¿qué cojones pintáis aquí el cabeza mocho, las maduritas sexys y los dos peludos que parecen las mascotas?-espetó haciendo una mueca de desagrado.
-Y tú, tío albino con cara de que te han metido un palo por el culo y se han olvidado de sacártelo-se dirigió al que parecía llevar la voz de ellos (Balaur) sin respeto alguno, ¿qué respeto le merecía un sanguinario? Ninguno por supuesto-estoy cansada de tu palabrería vacía, danos a Nyra y déjate de juegos, capullo-espetó y sería tras las palabras de Maegor que perdería los estribos-Ya está, se acabó, voy a matar a ese pequeño hijo de perra-amenazó sacando una de sus dagas, ¿qué? Estaba hasta las narices de que nadie hiciera nada así que sería ella la que lo haría y que el Gran Maestre la perdonara porque no se arrepentía de ello, total, si sabían cómo se ponía para qué la invitaban entonces.
Oh, pero al haberse dejado llevar por la rabia se le había pasado algo por alto, Zara estaba siendo descuidada y no se dio cuenta de la presencia que se cernía sobre ella.
05/10 • 10 pm • Grupal
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Bloody Night
Blah, blah, blah…
Eso era todo lo que Aleera escuchaba salir de la boca de ambos bandos. Para ella, las largas conversaciones eran cuanto menos soporíferas. Lo que la vampiresa quería era acción.
Y eso era lo que iba a tener.
Cómo si de un vendaval se tratara, la vampiresa atravesó las puertas y recorrió la estancia, directa hacia su presa.
Sus colmillos se clavaron sin piedad en el cuello de esta, mientras que con una mano agarró con fuerza el puño con el que la mujer sujetaba la amenazante daga. Y con la otra, inmovilizó su brazo libre tras su espalda. Haciendo uso de su fuerza, obligó a la contraria a colocar la afilada hoja del arma bajo su mentón.
La tenía a su merced.
— ¿Por qué todos tan tensos? — preguntó, con una vocecita de falsa inocencia, una vez que levantó el rostro del cuello de la mujer. Un rastro de sangre goteaba por su barbilla —. ¿Qué? — repasó con la lengua la punta de sus afilados colmillos, relamiéndose —. La prefiero directa de la vena — se encogió de hombros antes dejar escapar una risita maliciosa —. AB positivo… Mi favorita — canturreó pegando los labios a su oído, y deslizó su oscura mirada por todos los presentes, hasta que se detuvo en la de aquel al que llamaban Gran Maestre. Y que de grande tenía poco.
— Muy bien Sugar Daddy se acabó la palabrería — su rostro se ensombreció, borrando cualquier rastro de diversión que segundos antes se pudiera apreciar en este —. Acepta las condiciones o despídete de la corderita. Porque la degollo aquí mismo — siseó, apretando la daga contra la piel de la mujer.
Y todos sabían que cuando Aleera amenazaba, no lo hacía en vano.
Eso era todo lo que Aleera escuchaba salir de la boca de ambos bandos. Para ella, las largas conversaciones eran cuanto menos soporíferas. Lo que la vampiresa quería era acción.
Y eso era lo que iba a tener.
Cómo si de un vendaval se tratara, la vampiresa atravesó las puertas y recorrió la estancia, directa hacia su presa.
Sus colmillos se clavaron sin piedad en el cuello de esta, mientras que con una mano agarró con fuerza el puño con el que la mujer sujetaba la amenazante daga. Y con la otra, inmovilizó su brazo libre tras su espalda. Haciendo uso de su fuerza, obligó a la contraria a colocar la afilada hoja del arma bajo su mentón.
La tenía a su merced.
— ¿Por qué todos tan tensos? — preguntó, con una vocecita de falsa inocencia, una vez que levantó el rostro del cuello de la mujer. Un rastro de sangre goteaba por su barbilla —. ¿Qué? — repasó con la lengua la punta de sus afilados colmillos, relamiéndose —. La prefiero directa de la vena — se encogió de hombros antes dejar escapar una risita maliciosa —. AB positivo… Mi favorita — canturreó pegando los labios a su oído, y deslizó su oscura mirada por todos los presentes, hasta que se detuvo en la de aquel al que llamaban Gran Maestre. Y que de grande tenía poco.
— Muy bien Sugar Daddy se acabó la palabrería — su rostro se ensombreció, borrando cualquier rastro de diversión que segundos antes se pudiera apreciar en este —. Acepta las condiciones o despídete de la corderita. Porque la degollo aquí mismo — siseó, apretando la daga contra la piel de la mujer.
Y todos sabían que cuando Aleera amenazaba, no lo hacía en vano.
05/10 • 10 pm • Grupal
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Bloody Night
La tensión se palpa. Se masca, incluso. Puede cortarse con un cuchillo y cocinarse fácilmente, porque está excesivamente presente. Conrad no está pensando, no. Su mente está nublada ante la situación y como, aparentemente al menos, tienen los vampiros la sartén por el mango.
Su orgullo está más que herido en ese momento.
—Creo que no me estoy dirigiendo a ti como para que me contestes —le habla con desprecio a Marishka. Tiene suerte de que Baelon entre en escena y busque relajarle un poco. Si fuera por él ya estarían todos muertos, seguramente él también. Poco importa eso—. Como ves mi hijo nunca murió, decidió convertirse en un monstruo y un traidor —y tampoco le importa que Nyra esté presente mientras dice esas palabras. No, no lo hace.
Ha perdido la cabeza.
—Tú y yo hablaremos de culpas en otro momento, Kevan —cuando se aleja lo suficiente como para volver a su posición original, toma una bocanada profunda de aire, volviendo los ojos a Erzsebét—. Tú y tu mono de feria también podéis callaros. Creo recordar que no me estoy dirigiendo a ti —y con mono de feria se dirige a Miklos, por supuesto.
Y quiera o no, Cregan tiene razón. Toda la razón.
Sus ojos vuelven a Balaur, extrañamente familiar aunque incapaz de recordar de dónde o por qué, al menos, de momento—. ¿Qué quieres que diga, Balaur? ¿Qué me enzarzé en una pelea con el que era mi hijo Maegor y le quité un ojo? ¡Adelante, ya lo habéis oído todos! Ahora, devuélveme a mi hija y entonces, yo moveré ficha —su rostro, aparentemente impasible —aunque se nota lo tenso en su mandíbula— se gira hacia su hija, con el ceño fruncido—. ¿Qué te han dado, Nyra? Dímelo.
Es más una súplica que una exigencia. Esa noche, Conrad, ha sufrido daños por todas partes. Pero oh no, esto no va a quedar así. Jura por la tumba de su propia Emma que no va a quedar así—. Zara, ya basta —por último, Conrad se fija en la joven de pelo extraño (Aleera)—. No te atrevas a tocar a Nyra —y lo que es peor, ahí tiene a Zara también. Mano en la empuñadora de su arma, la cosa está a punto de volverse mucho más sangrienta. ¿Qué puede esperarse de negociaciones con vampiros? Conrad saca su daga, apuntando con ella a Aleera—. Déjala en paz —sus ojos vuelven a Balaur—. O le dices que la deje, o Darvolya no vuelve. Vosotros veréis.
Su orgullo está más que herido en ese momento.
—Creo que no me estoy dirigiendo a ti como para que me contestes —le habla con desprecio a Marishka. Tiene suerte de que Baelon entre en escena y busque relajarle un poco. Si fuera por él ya estarían todos muertos, seguramente él también. Poco importa eso—. Como ves mi hijo nunca murió, decidió convertirse en un monstruo y un traidor —y tampoco le importa que Nyra esté presente mientras dice esas palabras. No, no lo hace.
Ha perdido la cabeza.
—Tú y yo hablaremos de culpas en otro momento, Kevan —cuando se aleja lo suficiente como para volver a su posición original, toma una bocanada profunda de aire, volviendo los ojos a Erzsebét—. Tú y tu mono de feria también podéis callaros. Creo recordar que no me estoy dirigiendo a ti —y con mono de feria se dirige a Miklos, por supuesto.
Y quiera o no, Cregan tiene razón. Toda la razón.
Sus ojos vuelven a Balaur, extrañamente familiar aunque incapaz de recordar de dónde o por qué, al menos, de momento—. ¿Qué quieres que diga, Balaur? ¿Qué me enzarzé en una pelea con el que era mi hijo Maegor y le quité un ojo? ¡Adelante, ya lo habéis oído todos! Ahora, devuélveme a mi hija y entonces, yo moveré ficha —su rostro, aparentemente impasible —aunque se nota lo tenso en su mandíbula— se gira hacia su hija, con el ceño fruncido—. ¿Qué te han dado, Nyra? Dímelo.
Es más una súplica que una exigencia. Esa noche, Conrad, ha sufrido daños por todas partes. Pero oh no, esto no va a quedar así. Jura por la tumba de su propia Emma que no va a quedar así—. Zara, ya basta —por último, Conrad se fija en la joven de pelo extraño (Aleera)—. No te atrevas a tocar a Nyra —y lo que es peor, ahí tiene a Zara también. Mano en la empuñadora de su arma, la cosa está a punto de volverse mucho más sangrienta. ¿Qué puede esperarse de negociaciones con vampiros? Conrad saca su daga, apuntando con ella a Aleera—. Déjala en paz —sus ojos vuelven a Balaur—. O le dices que la deje, o Darvolya no vuelve. Vosotros veréis.
05/10 • 10 pm • Grupal
Bloody Night
Las amenazas y las palabras salen volando tanto de un lado como de otro. Se señalan culpables, se busca sangre, mas nadie hace en realidad, nada de provecho.
—Conrad —le recuerda a su propio padre. Tan sumamente visceral...—. No te conviene amenazar, no estás en posición de jugar tus cartas. Sabes que Balaur, y nosotros, tenemos la sartén por el mango. No tú. No des un paso en falso que pueda matar a tu hija si es que todavía te importa —no es como si a él le importe lo que Conrad o los suyos hagan. En absoluto, pero sí le importa Balaur y Maegor.
E incluso puede decirse que Nyra también es de su interés.
—Aleera. No es necesario —pero tampoco pone mucha insistencia en que pare. A veces al propio Jorah le gusta ver el mundo arder; puede que ese sea uno de esos momentos.
—Conrad —le recuerda a su propio padre. Tan sumamente visceral...—. No te conviene amenazar, no estás en posición de jugar tus cartas. Sabes que Balaur, y nosotros, tenemos la sartén por el mango. No tú. No des un paso en falso que pueda matar a tu hija si es que todavía te importa —no es como si a él le importe lo que Conrad o los suyos hagan. En absoluto, pero sí le importa Balaur y Maegor.
E incluso puede decirse que Nyra también es de su interés.
—Aleera. No es necesario —pero tampoco pone mucha insistencia en que pare. A veces al propio Jorah le gusta ver el mundo arder; puede que ese sea uno de esos momentos.
05/10 • 10 pm • Grupal
Bloody Night
—Se acabó Conrad. Puedes llamarme a mí mono de feria pero como te acerques a Erzsebét o a Darvolya más de lo debido, date por muerto —harto de tanta estupidez por parte de Conrad y todos sus monos con pistola. Los ojos del vampiro se vuelven oscuros con las pequeñas venas notándose como cuando va a comer, solo que esta vez no lo hace. Sonríe. Sonríe ampliamente mirando a Kevan por primera vez en toda la reunión—. Vaya, hola, tú.
Cuando Miklos se levanta de su sitio y se pone contra la mesa con una copa de sangre entre sus manos, la bebe sin dejar de mirar al humano ni un solo momento, provocándolo.
—Tienes suerte de estar vivo, chico —se encoge de hombros. Ahora Miklos lo que tiene es ganas de sangre. Mucha, mucha sangre, y está esperando a cualquier orden de parte de Balaur para atacar.
Cualquiera.
Cuando Miklos se levanta de su sitio y se pone contra la mesa con una copa de sangre entre sus manos, la bebe sin dejar de mirar al humano ni un solo momento, provocándolo.
—Tienes suerte de estar vivo, chico —se encoge de hombros. Ahora Miklos lo que tiene es ganas de sangre. Mucha, mucha sangre, y está esperando a cualquier orden de parte de Balaur para atacar.
Cualquiera.
05/10 • 10 pm • Grupal
DON'T WORRY - IT CAN GET A LOT MORE TERRIBLE
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Bloody Night
Sutilmente asintió cuando Kevan le agradeció. Aun así, a pesar de que había podido calmar los impulsos del guardián, no podía hacerlo con todos, más cuando cada uno de ellos luchaban contra sus propios demonios y temperamento.
Arrastró la mirada hasta posarla sobre aquel vampiro que parecía dirigirse a Kevan (Miklos). Frunció el ceño, molesta, asqueada… casi desafiando al mismo a que se atreviera a dar un paso; Pero ese momento, fue interrumpido por la llegada de una nueva chupasangre (Aleera) la cual rápidamente se hizo con Zara.
— Zorra oportunista… —Torció el gesto con cinismo. No, claro que no pudo evitar soltar ese insulto, aun a costa de lanzar más leña al fuego.
05/10 • 10 pm • Grupal
Bloody Night
¿Balaur sería capaz de ver morir a Nyra, una vez más, en sus brazos? ¿Observando esos orbes suplicantes, rogándole sin cesar? No. Siquiera a sabiendas que, más adelante, se despertaría en proceso de transición. No, al menos si existía algún tipo de alternativa que garantizara su supervivencia.
Y en esta ocasión, aunque tuviera que ceder ante las peticiones de Nyra, Balaur se aseguraría que, al menos ella, no pereciera.
Por un instante en el que sus orbes acariciaron la faz de la albina, su mente divagó, trasladándose siglos atrás, portavoces a través de imágenes, de las ocasiones en las que, el hombre fue testigo de la misma mirada de súplica, capaz de calmar incluso a la mismísima y temida Des weißes Tier.
Envuelto en una encrucijada, entre una afilada espada, y una pared impenetrable, Balaur, sin soltar ni un ápice el agarre con el que aprisionaba a la joven, susurró con un característico acento rumano: — Yo no voy a dañarles esta noche. — Claro, aquella instancia estaba poblada por otros tantos vampiros más, sedientos de sangre y venganza.
Por supuesto, si bien el albino prometió no dañarlos… él, tampoco permitiría ningún tipo de falta de respeto hacia su persona. Tampoco en su propiedad.
Con desdén, hastío y desprecio, Balaur escuchó los diferentes comentarios de ambos bandos; acusaciones legendarias, impregnadas en un odio visceral, pero que al vampiro, por el momento no le interesaban. No, en ese preciso instante, y mucho menos, cuando en su mente calculadora, ya existía otro tipo de plan.
— No la sueltes, Aleera. — Ordenó, tajante el líder Strigoi. — Los… humanos, siempre os habéis considerado los líderes de la cadena alimentaria, a pesar de carecer de habilidades físicas. — Firme, pero no excesivamente agresivo —aunque sí imponente— alzó el tono de voz, reposando sus orbes sobre Conrad. — Sois más lentos que un guepardo, más débiles que un león, pero poseéis algo que ellos no: Inteligencia. — Torció una macabra sonrisa. — Es lo único que os ha mantenido en la cúspide, hasta nuestra existencia: Seres con capacidades físicas superiores, poseedores de una capacidad mental, superior, potenciada por siglos, y siglos de experiencia. Y esta noche… — paseó sus orbes sobre todos los presentes —, es una muestra más de mis palabras. — Realizó una breve pausa. — Conrad. Tu hija posee en el sistema sangre de vampiro. Mi sangre. Si muere, se despertará en transición, y te aseguro, me encargaré personalmente de que la complete. — Señaló con la mirada a Zara. — Un ademán, y puedo ordenar que la degollen. No estás en situación para exigir, sino para elegir. — Arqueó ambas cejas. — Puente Wickery, doce de la noche. Dentro de unas semanas, se llevará el intercambio. Darvolya, a cambio de Nyra. En unos días, os haremos saber la fecha exacta. Elige. Ver cómo tu hija muere delante de tus ojos, transformándose en lo que más odias, o… tenerla de vuelta. — Jamás lo permitiría.
Y en esta ocasión, aunque tuviera que ceder ante las peticiones de Nyra, Balaur se aseguraría que, al menos ella, no pereciera.
Por un instante en el que sus orbes acariciaron la faz de la albina, su mente divagó, trasladándose siglos atrás, portavoces a través de imágenes, de las ocasiones en las que, el hombre fue testigo de la misma mirada de súplica, capaz de calmar incluso a la mismísima y temida Des weißes Tier.
Envuelto en una encrucijada, entre una afilada espada, y una pared impenetrable, Balaur, sin soltar ni un ápice el agarre con el que aprisionaba a la joven, susurró con un característico acento rumano: — Yo no voy a dañarles esta noche. — Claro, aquella instancia estaba poblada por otros tantos vampiros más, sedientos de sangre y venganza.
Por supuesto, si bien el albino prometió no dañarlos… él, tampoco permitiría ningún tipo de falta de respeto hacia su persona. Tampoco en su propiedad.
Con desdén, hastío y desprecio, Balaur escuchó los diferentes comentarios de ambos bandos; acusaciones legendarias, impregnadas en un odio visceral, pero que al vampiro, por el momento no le interesaban. No, en ese preciso instante, y mucho menos, cuando en su mente calculadora, ya existía otro tipo de plan.
— No la sueltes, Aleera. — Ordenó, tajante el líder Strigoi. — Los… humanos, siempre os habéis considerado los líderes de la cadena alimentaria, a pesar de carecer de habilidades físicas. — Firme, pero no excesivamente agresivo —aunque sí imponente— alzó el tono de voz, reposando sus orbes sobre Conrad. — Sois más lentos que un guepardo, más débiles que un león, pero poseéis algo que ellos no: Inteligencia. — Torció una macabra sonrisa. — Es lo único que os ha mantenido en la cúspide, hasta nuestra existencia: Seres con capacidades físicas superiores, poseedores de una capacidad mental, superior, potenciada por siglos, y siglos de experiencia. Y esta noche… — paseó sus orbes sobre todos los presentes —, es una muestra más de mis palabras. — Realizó una breve pausa. — Conrad. Tu hija posee en el sistema sangre de vampiro. Mi sangre. Si muere, se despertará en transición, y te aseguro, me encargaré personalmente de que la complete. — Señaló con la mirada a Zara. — Un ademán, y puedo ordenar que la degollen. No estás en situación para exigir, sino para elegir. — Arqueó ambas cejas. — Puente Wickery, doce de la noche. Dentro de unas semanas, se llevará el intercambio. Darvolya, a cambio de Nyra. En unos días, os haremos saber la fecha exacta. Elige. Ver cómo tu hija muere delante de tus ojos, transformándose en lo que más odias, o… tenerla de vuelta. — Jamás lo permitiría.
05/10 • 10 pm • Grupal
Bloody Night
¿Por qué nadie hacía caso al inteligente del lugar? El único quién… Curiosamente, también compartió pensamiento, fue Balaur, a su retorcida manera, claro. — Lo único que huelo por aquí, aparte de sangre, es la testosterona… — Susurró. La sensación al verse rodeado de vampiros, en un lugar tan cerrado, parecía similar a la de alguien quién padecía aracnofobia, sufriendo una tortura, al introducir su cabeza en una urna repleta de tan asquerosos artrópodos.
¿El resultado? Un sudor frío que, perfectamente podría disimularlo bajo la siempre confiable excusa de la resaca, una mirada esquiva, la cual siempre intentaba reposar sobre los miembros de la Orden, y sobre todo: Su humor.
Sin embargo, todo poseía límites soportables. Incluso él.
— Creo que mejor oferta que esa, no hay… No me obliguéis a acudir a una ceremonia religiosa por la muerte de alguno de los nuestros… No con resaca. — En realidad, quería marcharse de allí cuanto antes…
…aunque, seguramente esa misma noche, tendría que valerse de algo más que el alcohol, para lograr conciliar el sueño… Y verse dominado por las conocidas y recurrentes pesadillas de la tortura y agonía que sufrió años atrás.
¿El resultado? Un sudor frío que, perfectamente podría disimularlo bajo la siempre confiable excusa de la resaca, una mirada esquiva, la cual siempre intentaba reposar sobre los miembros de la Orden, y sobre todo: Su humor.
Sin embargo, todo poseía límites soportables. Incluso él.
— Creo que mejor oferta que esa, no hay… No me obliguéis a acudir a una ceremonia religiosa por la muerte de alguno de los nuestros… No con resaca. — En realidad, quería marcharse de allí cuanto antes…
…aunque, seguramente esa misma noche, tendría que valerse de algo más que el alcohol, para lograr conciliar el sueño… Y verse dominado por las conocidas y recurrentes pesadillas de la tortura y agonía que sufrió años atrás.
05/10 • 10 pm • Grupal
Bloody Night
Erzsebét puede oler el hedor de su propia sangre sobre las palmas de sus manos, abriéndose en las heridas recién abiertas mientras se clava sus propias uñas sobre la carne; mientras cierra tensa sendos puños, en un gesto de evidente contención. No va a propasarse ni a tomarse la justicia por su mano; se lo ha prometido a Balaur.
El vampiro, glorioso, deja sobre la mesa su única y más evidente oferta: un intercambio. Suena justo, ¿no? La joven albina, a cambio de Darvolya. — Podríamos decir lo mismo sobre ti y la gran mayoría de tus compañeros. —Comenta con desdén ante las palabras de la mujer rubia (Zara). Balaur y Valyrian lideran aquella negociación, y todos los demás son prescindibles. Pero ambos líderes encontraron necesario dar muestra de su poder.
De iniciarse una nueva batalla, ningún bando se mostraría vulnerable.
Sobra decir que la insolente no habría sobrevivido mucho, de todas formas. Otra de las vampiresas (Aleera) al servicio de Balaur, no duda en intervenir. — Balaur. —La mera mención de su nombre es sólo una advertencia. El espectáculo es bienvenido en esta mesa, o lo será mientras Anna no sufra las consecuencias.
«No estás en situación para exigir, sino para elegir...»
«Puente Wickery, doce de la noche.»
Por debajo de la mesa, Erzsebét busca la mano de Miklos y se la estrecha, buscando su apoyo. El balón ha quedado sobre el tejado de Conrad, y ahora, pase lo que pase, se verán obligados a aceptar las consecuencias...
¿Tomará la decisión correcta?
El vampiro, glorioso, deja sobre la mesa su única y más evidente oferta: un intercambio. Suena justo, ¿no? La joven albina, a cambio de Darvolya. — Podríamos decir lo mismo sobre ti y la gran mayoría de tus compañeros. —Comenta con desdén ante las palabras de la mujer rubia (Zara). Balaur y Valyrian lideran aquella negociación, y todos los demás son prescindibles. Pero ambos líderes encontraron necesario dar muestra de su poder.
De iniciarse una nueva batalla, ningún bando se mostraría vulnerable.
Sobra decir que la insolente no habría sobrevivido mucho, de todas formas. Otra de las vampiresas (Aleera) al servicio de Balaur, no duda en intervenir. — Balaur. —La mera mención de su nombre es sólo una advertencia. El espectáculo es bienvenido en esta mesa, o lo será mientras Anna no sufra las consecuencias.
«No estás en situación para exigir, sino para elegir...»
«Puente Wickery, doce de la noche.»
Por debajo de la mesa, Erzsebét busca la mano de Miklos y se la estrecha, buscando su apoyo. El balón ha quedado sobre el tejado de Conrad, y ahora, pase lo que pase, se verán obligados a aceptar las consecuencias...
¿Tomará la decisión correcta?
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Bloody Night
Demasiadas opiniones, demasiadas palabras y demasiadas personas. Pero está claro que ni Balaur ni él pueden ser capaces de arriesgarse a ir solos a una reunión. Mucho menos a una negociación. Tal punto de inteligencia ha de concedérselo.
—Cregan —llama la atención del hombre, girándose hacia él mirándolo con una ceja alzada ante su comentario. Innecesario según la opinión del Gran Maestre, aunque acertado. Volviendo la mirada a Balaur —horrorizado ante la noticia de que Nyra tiene sangre de vampiro en su sistema—, repasa cada acontecimiento sucedido en su mente y, por supuesto, las palabras y opiniones de los suyos. Incluso lo que le dice aquella mujer (Erzsebét) también lo piensa más de una vez.
Finalmente, Conrad vuelve a hablar—. En el puente Wickery, a las doce de la noche—accede a la petición del vampiro con desgana y disgusto, pero sinceramente, lo que sea necesario por su hija Nyra y por tenerla de vuelta cuanto antes como siempre. Sin vampirismos, ni estupideces—. Allí estaré. ¿Me devolvéis a Zara ya?
Pero por supuesto, no estará solo, y no lo dice precisamente por Darvolya.
—Cregan —llama la atención del hombre, girándose hacia él mirándolo con una ceja alzada ante su comentario. Innecesario según la opinión del Gran Maestre, aunque acertado. Volviendo la mirada a Balaur —horrorizado ante la noticia de que Nyra tiene sangre de vampiro en su sistema—, repasa cada acontecimiento sucedido en su mente y, por supuesto, las palabras y opiniones de los suyos. Incluso lo que le dice aquella mujer (Erzsebét) también lo piensa más de una vez.
Finalmente, Conrad vuelve a hablar—. En el puente Wickery, a las doce de la noche—accede a la petición del vampiro con desgana y disgusto, pero sinceramente, lo que sea necesario por su hija Nyra y por tenerla de vuelta cuanto antes como siempre. Sin vampirismos, ni estupideces—. Allí estaré. ¿Me devolvéis a Zara ya?
Pero por supuesto, no estará solo, y no lo dice precisamente por Darvolya.
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Bloody Night
Maegor calló durante el resto de la velada. Cada vez que su mirada se posaba en Conrad le quedaba una impresión amarga, como si el efecto de admiración de antaño se hubiera empañado, como si entre ellos dos el tiempo y la lejanía hubieran extendido lentamente un velo de separación para siempre.
El joven vampiro ahora sólo tenía ojos para Balaur, por quien sentía una genuina lealtad. Las palabras en su favor tras la discusión con su padre, tuvieron ese efecto resolutivo de aferrar más la fidelidad del albino hacia su superior.
No obstante, como había pronosticado, la tensión se quebró en el momento que Zara expresó sus impresiones. De no haber aparecido Aleera, él mismo hubiese estado a la disposición de su líder para cerrarle la boca.
Finalmente, Balar supo gestionar la situación con cierta propuesta. Para fortuna de todos, Conrad parecía haber aceptado:—Sabia decisión—sorbió un poco de su vino, permitiendo que este bañase sus labios con su rojiza esencia:—Una que debía celebrar con este néctar de los dioses—soltó una pequeña carcajada maliciosa tras dejar la copa vacía sobre la mesa.
Una pequeña victoria.
El joven vampiro ahora sólo tenía ojos para Balaur, por quien sentía una genuina lealtad. Las palabras en su favor tras la discusión con su padre, tuvieron ese efecto resolutivo de aferrar más la fidelidad del albino hacia su superior.
No obstante, como había pronosticado, la tensión se quebró en el momento que Zara expresó sus impresiones. De no haber aparecido Aleera, él mismo hubiese estado a la disposición de su líder para cerrarle la boca.
Finalmente, Balar supo gestionar la situación con cierta propuesta. Para fortuna de todos, Conrad parecía haber aceptado:—Sabia decisión—sorbió un poco de su vino, permitiendo que este bañase sus labios con su rojiza esencia:—Una que debía celebrar con este néctar de los dioses—soltó una pequeña carcajada maliciosa tras dejar la copa vacía sobre la mesa.
Una pequeña victoria.
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Bloody Night
Aleera no obedecía órdenes de nadie, salvo de Balaur. Así que el cazadorcito podía seguir blah, blah, blah... que si él no aceptaba las condiciones impuestas por el líder Strigoi, la tal Zara iba a quedarse el resto de la noche junto a ella.
— ¿Ya se acabó la diversión? — sus labios se fruncieron en un mohín, como si se tratara de un niño al que le quitan su caramelo —. En fin... Ya tendremos tiempo de conocernos mejor en otra ocasión — porque habría otra. Aprovechando los que serían sus últimos segundos junto a su presa, pasó la lengua por el cuello de esta, asegurándose de relamer cada gota de sangre. Al finalizar, la soltó y le pegó un empujón para que pudiera reunirse con los suyos.
— ¿Ya se acabó la diversión? — sus labios se fruncieron en un mohín, como si se tratara de un niño al que le quitan su caramelo —. En fin... Ya tendremos tiempo de conocernos mejor en otra ocasión — porque habría otra. Aprovechando los que serían sus últimos segundos junto a su presa, pasó la lengua por el cuello de esta, asegurándose de relamer cada gota de sangre. Al finalizar, la soltó y le pegó un empujón para que pudiera reunirse con los suyos.
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Bloody Night
En esos infinitos segundos donde la mirada de ambos se cruzaron, el corazón de la albina pareció estrujarse dolorosamente, un sentimiento que ella busco adjudicar a lo que estaba sucediendo esa noche…
…Sin embargo, detrás de ese agónico dolor, se ocultaba algo más. Algo que desconocía… al menos de manera consciente.
Las palabras del vampiro le helaron la sangre. Las comprendía perfectamente, no era ninguna tonta. El, quizás no lo haría… pero nada le aseguraba que el resto de los monstruos presentes no hiciesen algo en contra de la Orden.— Eres un… —Monstruo. Y todo intento por librarse de aquel agarre fue completamente en vano, incluso sintió claramente como el mismo Balaur parecía ejercer más fuerza para mantenerla anclada a él.
Giró la cabeza en dirección a Maegor. No podía creer la actitud de su hermano, el cual era una versión retorcida y siniestra de aquel joven y noble guerrero que había jurado lealtad a las causas justas y a proteger a los más débiles. Llena de decepción, con los cristalinos orbes nuevamente empañados en lágrimas, deslizó la mirada hacia Kevan y luego hasta su padre.
La avergonzaba saber que dentro de su sistema existía sangre de vampiro, y sabía perfectamente que quizás, su padre se sentiría decepcionado por eso.
Aquel infierno, estaba lejos de encontrar un final.
…Sin embargo, detrás de ese agónico dolor, se ocultaba algo más. Algo que desconocía… al menos de manera consciente.
Las palabras del vampiro le helaron la sangre. Las comprendía perfectamente, no era ninguna tonta. El, quizás no lo haría… pero nada le aseguraba que el resto de los monstruos presentes no hiciesen algo en contra de la Orden.— Eres un… —Monstruo. Y todo intento por librarse de aquel agarre fue completamente en vano, incluso sintió claramente como el mismo Balaur parecía ejercer más fuerza para mantenerla anclada a él.
Giró la cabeza en dirección a Maegor. No podía creer la actitud de su hermano, el cual era una versión retorcida y siniestra de aquel joven y noble guerrero que había jurado lealtad a las causas justas y a proteger a los más débiles. Llena de decepción, con los cristalinos orbes nuevamente empañados en lágrimas, deslizó la mirada hacia Kevan y luego hasta su padre.
La avergonzaba saber que dentro de su sistema existía sangre de vampiro, y sabía perfectamente que quizás, su padre se sentiría decepcionado por eso.
Aquel infierno, estaba lejos de encontrar un final.
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