Recuerdo del primer mensaje :
Bird cage
12/06
03:00 AM
Nick Vause
Warning
Este tema contiene:
- Depresión.
- Desnudos parciales.
- Sexo explícito.
Bird cage
Dejé la colilla del cigarrillo en el cenicero y lo cerré.
Quedaba poco camino para llegar a mi hogar y de momento no me habían seguido, de todas formas había dado más vueltas sólo por si acaso y luego me metí a un callejón donde apagué las luces y el motor del auto. Me apoyé en silencio en el asiento, luego bajé del auto llevando la llave conmigo, la cual usé para abrir el maletero. Allí tenía un bolso con algo de ropa, así que tomé una camisa negra y un abrigo. Luego tomé un jeans y una camiseta con el logo de una banda y un suéter. Me fui con ellas hasta el asiento del copiloto y abrí la puerta.
Me incliné por encima del menor para sacarle el cinturón de seguridad y sobre lo que llevaba de pijama, le puse la camiseta y el abrigo, en cuanto al pantalón, no iba a poder ponérselo por encima del que llevaba, así que se lo dejé nada más. Cerré la puerta de nuevo y volví a mi asiento, tiré el pantalón al asiento trasero, donde antes había arrojado mi camisa manchada de sangre y me revisé un poco en el retrovisor para ver que no estuviese tan manchado, aunque iba a necesitar una ducha al llegar de todas formas.
Salí del callejón y me metí al estacionamiento subterráneo de mi edificio. Desde ahí sería todo más fácil, especialmente porque el conserje nocturno estaba bien sobornado para hacer vista gorda a lo que viera y borrar las grabaciones si hacía falta. Tras estacionarme, le hice una seña y la cámara se movió de la posición en la que estaba y apuntó hacía un punto en el que no nos verían llegar hasta el ascensor.
Abrí la puerta del copiloto nuevamente y pasé el brazo del menor por encima de mi hombro y lo llevé caminando hacía el ascensor, había cerrado ambas puertas antes de irnos y activado la alarma, aunque me importaba bien poco si robaban ese auto, yo mismo lo había hecho a una victima hace meses.
Entré al ascensor y marqué el piso cuatro, era uno que quedaba por la penúltima planta, un departamento que el resto de residentes evitaba, debido a los rumores de estar maldito, y que quienes vivían ahí acababan suicidándose. Por lo mismo me salía barato y no tenía vecinos.
Caminé por el pasillo oscuro de alfombra manchada y pestilente hasta mi puerta y abrí con la llave correspondiente. Llevé al joven hasta mi cama, donde le dejé descansar mientras yo volví a la puerta y cerraba con llave, luego me fui al baño.
Mi reflejo me devolvió la mirada, me veía mucho más saludable que cuando salí, era un aspecto agradable, ignorando las manchas que tenía aún por el cuello.
Quedaba poco camino para llegar a mi hogar y de momento no me habían seguido, de todas formas había dado más vueltas sólo por si acaso y luego me metí a un callejón donde apagué las luces y el motor del auto. Me apoyé en silencio en el asiento, luego bajé del auto llevando la llave conmigo, la cual usé para abrir el maletero. Allí tenía un bolso con algo de ropa, así que tomé una camisa negra y un abrigo. Luego tomé un jeans y una camiseta con el logo de una banda y un suéter. Me fui con ellas hasta el asiento del copiloto y abrí la puerta.
Me incliné por encima del menor para sacarle el cinturón de seguridad y sobre lo que llevaba de pijama, le puse la camiseta y el abrigo, en cuanto al pantalón, no iba a poder ponérselo por encima del que llevaba, así que se lo dejé nada más. Cerré la puerta de nuevo y volví a mi asiento, tiré el pantalón al asiento trasero, donde antes había arrojado mi camisa manchada de sangre y me revisé un poco en el retrovisor para ver que no estuviese tan manchado, aunque iba a necesitar una ducha al llegar de todas formas.
Salí del callejón y me metí al estacionamiento subterráneo de mi edificio. Desde ahí sería todo más fácil, especialmente porque el conserje nocturno estaba bien sobornado para hacer vista gorda a lo que viera y borrar las grabaciones si hacía falta. Tras estacionarme, le hice una seña y la cámara se movió de la posición en la que estaba y apuntó hacía un punto en el que no nos verían llegar hasta el ascensor.
Abrí la puerta del copiloto nuevamente y pasé el brazo del menor por encima de mi hombro y lo llevé caminando hacía el ascensor, había cerrado ambas puertas antes de irnos y activado la alarma, aunque me importaba bien poco si robaban ese auto, yo mismo lo había hecho a una victima hace meses.
Entré al ascensor y marqué el piso cuatro, era uno que quedaba por la penúltima planta, un departamento que el resto de residentes evitaba, debido a los rumores de estar maldito, y que quienes vivían ahí acababan suicidándose. Por lo mismo me salía barato y no tenía vecinos.
Caminé por el pasillo oscuro de alfombra manchada y pestilente hasta mi puerta y abrí con la llave correspondiente. Llevé al joven hasta mi cama, donde le dejé descansar mientras yo volví a la puerta y cerraba con llave, luego me fui al baño.
Mi reflejo me devolvió la mirada, me veía mucho más saludable que cuando salí, era un aspecto agradable, ignorando las manchas que tenía aún por el cuello.
12/06
03:00 AM
Nick Vause
Bird cage
En el momento, tuve razones más que de sobra para que mi silencio se impusiera de forma abrupta después de exhalar mi última queja. Temí haberla cagado, que Nick hubiera abierto los ojos de forma tan amplia me hizo pensar que había alzado demasiado la voz, sobretodo en medio de la noche, que todo se escuchaba bastante más, y que segundos después sería brujo muerto.
En su lugar, el maldito solo achicó un poco los ojos y se escuchó una risa floja. Solo por tomarme a broma, sentí el impulso de increparlo de nuevo, pero todo quedó como una pequeña queja en mi cabeza, y nada más.
Al parecer, de todas formas, mi retahíla de razones solo le había dado más motivos para ocultarme. Que fuera por mi seguridad o su comodidad, ya era algo que no planeaba cuestionarle. Me levanté cuando él me indicó que lo hiciera. –Está bien. –Me resigné. Si, de todas formas, tanto para él como para mí, todo estaba tan reciente que dudaba hacerlo cambiar de opinión pronto. Además, la tormenta no amainaba, y a aquellas alturas ya me había convencido que lo mejor era solo aceptar las cosas tal y como eran.
Ahora bien, todavía me costaría un tiempo asimilar que tuviera la casa hecha una porquería. En comparación a mi cuarto, el suyo estaba hasta arriba de mierda, y si no me había dado cuenta antes era porque quizá estaba tan cansado que ni me había percatado de ello. –¿Esto estaba así cuando llegué? –Pregunté, de forma bastante seria. Hasta me sorprendía no haber pisado nada en la primera vuelta. Negué un poco con la cabeza, y esquivando un par de envoltorios del suelo junto con medio rollo de papel de baño, avancé directamente hasta meterme en la cama, para no hacerlo esperar. Entretanto, él corría las cortinas para que no pasara por ellas ni un solo rayo de luz cuando amaneciera. –¿Te hace daño el sol? –Interpreté a medias, por sus acciones. –No es que quiera parecer preguntón… Pero no sé hasta qué punto las cosas son verdad, o no.
En su lugar, el maldito solo achicó un poco los ojos y se escuchó una risa floja. Solo por tomarme a broma, sentí el impulso de increparlo de nuevo, pero todo quedó como una pequeña queja en mi cabeza, y nada más.
Al parecer, de todas formas, mi retahíla de razones solo le había dado más motivos para ocultarme. Que fuera por mi seguridad o su comodidad, ya era algo que no planeaba cuestionarle. Me levanté cuando él me indicó que lo hiciera. –Está bien. –Me resigné. Si, de todas formas, tanto para él como para mí, todo estaba tan reciente que dudaba hacerlo cambiar de opinión pronto. Además, la tormenta no amainaba, y a aquellas alturas ya me había convencido que lo mejor era solo aceptar las cosas tal y como eran.
Ahora bien, todavía me costaría un tiempo asimilar que tuviera la casa hecha una porquería. En comparación a mi cuarto, el suyo estaba hasta arriba de mierda, y si no me había dado cuenta antes era porque quizá estaba tan cansado que ni me había percatado de ello. –¿Esto estaba así cuando llegué? –Pregunté, de forma bastante seria. Hasta me sorprendía no haber pisado nada en la primera vuelta. Negué un poco con la cabeza, y esquivando un par de envoltorios del suelo junto con medio rollo de papel de baño, avancé directamente hasta meterme en la cama, para no hacerlo esperar. Entretanto, él corría las cortinas para que no pasara por ellas ni un solo rayo de luz cuando amaneciera. –¿Te hace daño el sol? –Interpreté a medias, por sus acciones. –No es que quiera parecer preguntón… Pero no sé hasta qué punto las cosas son verdad, o no.
12/06
03:20 AM
Nick Vause
Bird cage
—Claro.—respondí cuando entramos y ordené las sábanas apenas, y las cortinas. Luego me quedé quieto cuando escuché su última pregunta y me giré para verlo, para saber si me preguntaba en serio o estaba jodiéndome.
—No me gusta el sol.—le dije.—¿Eres brujo? ¿Tienes entrenamiento?—le pregunté, pues ellos mismos eran los que fabricaban las tan preciadas piedras solares, las cuales yo no poseía. De todas formas, incluso cuando estaba vivo no dejaba entrar el sol a mi habitación en Seattle. Tampoco salía de día, parecía vampiro incluso antes de serlo.
Me senté en la cama y me saqué el pantalón, para dormir con la camiseta que me había puesto y la ropa interior. En verano tenía pocas horas de oscuridad y por lo demás, ya estaba cansado y quería dormir.
—Acuéstate del lado de la pared.—le dije y fui a apagar la luz, quedando la habitación completamente en tinieblas. Me acerqué hasta la cama y me acomodé en el lado del borde, dándole la espalda para darle privacidad.
—No me gusta el sol.—le dije.—¿Eres brujo? ¿Tienes entrenamiento?—le pregunté, pues ellos mismos eran los que fabricaban las tan preciadas piedras solares, las cuales yo no poseía. De todas formas, incluso cuando estaba vivo no dejaba entrar el sol a mi habitación en Seattle. Tampoco salía de día, parecía vampiro incluso antes de serlo.
Me senté en la cama y me saqué el pantalón, para dormir con la camiseta que me había puesto y la ropa interior. En verano tenía pocas horas de oscuridad y por lo demás, ya estaba cansado y quería dormir.
—Acuéstate del lado de la pared.—le dije y fui a apagar la luz, quedando la habitación completamente en tinieblas. Me acerqué hasta la cama y me acomodé en el lado del borde, dándole la espalda para darle privacidad.
12/06
04:30 AM
Nick Vause
Bird cage
Más allá de haber criticado el orden de su cuarto, lo cual parecía no haberle afectado mucho, Nick no pareció ser demasiado fan de la última pregunta. Había podido notar algunas caras del vampiro a lo largo de la noche, pero aquella expresión, la última que me dirigió antes de hablar, fue de lejos la peor, con diferencia. Casi alcé las manos al pensar que el otro pudo interpretar que lo hice por molestarlo. –Perdón, no quise hurgar en ese tema. –Me disculpé, cuando dijo que sencillamente n le gustaba el sol. A cambio, el vampiro igual se interesó en saber algunas cosas, supuse que igual por tener algo de información al respecto. –Lo soy… En teoría. –Respondí, porque sí lo era, pero de repente… Sentía que ya no tanto. –Mi padre me enseñó cosas de un grimorio, y sé realizar algunos hechizos, o cosas sobre plantas, sí, pero él siempre se preocupó más en que desarrollara poder y resistencia, ya sabes para qué. –Expliqué, de forma algo superficial, para que se hiciera una idea. –Podría seguir estudiando incluso sin magia, claro… Pero el libro se quedó en la cabaña. –Así que, con eso quedaba implícito que, si la casa se dañó, probablemente el tomo también sufriría algunos daños.
Contuve la respiración cuando este comenzó a desnudarse, pensando, por un momento, que el hombre podría ser de ese tipo de personas que prácticamente quedaban en paños menores a la hora de dormir, pero cuando terminó de sacarse los pantalones, me quedó claro que lo único que pretendía era prepararse un poco antes de acostarse al ir a apagar la luz.
Me retiré un poco, obedeciendo cuando pidió que me arrimara al lado de la pared, y al quedar a oscuras, me apresuré para poder taparme hasta el torso con parte de las sábanas. Él, por su lado, quedó dándome la espalda por el momento, y lo supe, a pesar de la oscuridad, porque la sensación que daba su mirada cuando la tenía puesta en uno era algo bastante difícil de ignorar, incluso cuando no lo veías.
–Nick. –Volví a llamarlo, está vez en un susurro. –¿En serio no te molesta que duerma aquí?
Contuve la respiración cuando este comenzó a desnudarse, pensando, por un momento, que el hombre podría ser de ese tipo de personas que prácticamente quedaban en paños menores a la hora de dormir, pero cuando terminó de sacarse los pantalones, me quedó claro que lo único que pretendía era prepararse un poco antes de acostarse al ir a apagar la luz.
Me retiré un poco, obedeciendo cuando pidió que me arrimara al lado de la pared, y al quedar a oscuras, me apresuré para poder taparme hasta el torso con parte de las sábanas. Él, por su lado, quedó dándome la espalda por el momento, y lo supe, a pesar de la oscuridad, porque la sensación que daba su mirada cuando la tenía puesta en uno era algo bastante difícil de ignorar, incluso cuando no lo veías.
–Nick. –Volví a llamarlo, está vez en un susurro. –¿En serio no te molesta que duerma aquí?
12/06
04:30 AM
Nick Vause
Bird cage
No esperaba una respuesta tan completa para mi pregunta, con un sí y sí, o un sí y no, me hubiese bastado, pero mientras hablaba me dio el tiempo para moverme por la habitación, sacarme las prendas que me sobrarían en la cama y apagar la luz. No lo interrumpí pese a que no tenía mi completa atención y al final sólo agregué.
—Lástima.— por lo del libro, que se quedó en el lugar del incendio, eso o tal vez su mismo padre había rescatado a su preciado grimonio, quién sabe. Terminé por acostarme, dándole la espalda y cerré los ojos, dejando escapar una última exhalación antes de tomar un pesado sueño vampírico, uno que se internaba más profundo en el mundo onírico, aunque no llegaría al punto de un letargo, eso estaba destinado para poner el cuerpo en hibernación cuando era necesario. Entonces, cuando estaba bien dispuesto a dormir, escuché la voz de Blanc, quien me recordó su presencia. Suspiré por la nariz.—Duérmete.—le ordené, mas no usé poderes para hacerlo. Era una pregunta completamente innecesaria, me molestara o no, era el único espacio que tenía para ofrecerle, tal vez el sillón, pero no estaría.—Vete al sillón si no quieres estar en la cama.—le dije, dejándole la opción, aunque mi voz sonó menos amable de lo que pretendía. No me giré a mirarlo, ni le di espacio para salir cuando lo dije, si se quería mover era mejor que me lo dijera él, de otra forma, iba a seguir en mi postura.
—Lástima.— por lo del libro, que se quedó en el lugar del incendio, eso o tal vez su mismo padre había rescatado a su preciado grimonio, quién sabe. Terminé por acostarme, dándole la espalda y cerré los ojos, dejando escapar una última exhalación antes de tomar un pesado sueño vampírico, uno que se internaba más profundo en el mundo onírico, aunque no llegaría al punto de un letargo, eso estaba destinado para poner el cuerpo en hibernación cuando era necesario. Entonces, cuando estaba bien dispuesto a dormir, escuché la voz de Blanc, quien me recordó su presencia. Suspiré por la nariz.—Duérmete.—le ordené, mas no usé poderes para hacerlo. Era una pregunta completamente innecesaria, me molestara o no, era el único espacio que tenía para ofrecerle, tal vez el sillón, pero no estaría.—Vete al sillón si no quieres estar en la cama.—le dije, dejándole la opción, aunque mi voz sonó menos amable de lo que pretendía. No me giré a mirarlo, ni le di espacio para salir cuando lo dije, si se quería mover era mejor que me lo dijera él, de otra forma, iba a seguir en mi postura.
12/06
04:30 AM
Nick Vause
Bird cage
La orden de Nick sonó tan grave como los truenos que había fuera, y aunque no alzó la voz como para escucharse tan fuerte como estos, esa única palabra fue razón más que suficiente para que me quedara en silencio y tratara de pegarme al colchón todo lo que me fuera posible, como si de esa manera tratara de esconderme de su presencia y no molestar.
Su ofrecimiento del sillón no sonó tampoco muy amable, casi lo percibí como algo dicho de mala gana, y una opción no tan recomendable si es que quería evitarme problemas con él, así que, por mi propio bien, más que por el de ambos, lo más seguro era que me quedara allí, entre su espalda y la pared, aunque de repente esto no pareciera una optativa tan tentadora.
–No, no… Me quedaré aquí, lo siento. –Murmuré, casi con temor a molestarlo nuevamente incluso con la respuesta. Recién en ese momento comenzaba a darme cuenta de que, a pesar de que no hubiera habido violencia o amenazas, el permanecer encerrado y vigilado no era tanto como una invitación desinteresada a permanecer allí con él, sino que, por el contrario, estaba obligado a hacerlo, y asumir las consecuencias de lo que hiciera durante cada minuto, hora o día en el que conviviera allí.
No pude dormir, no al principio. A pesar de todo el cansancio acumulado, el agotamiento de que extrajeran mi magia, y lo que suponía el tener que reponer energía durante varias horas o días, el tener solo el silencio ajeno y la tormenta de fondo me daba tiempo para asimilar que nada de lo que estaba pasando era una broma, y que, incluso si en el momento había decidido aceptar los hechos como eran, eso no resultaba tan fácil como pensarlo y ya.
Di una vuelta, luego otra, y más tarde otras tantas más, a veces manteniendo los ojos cerrados, y otras, abiertos, aunque esto no hacía mucha diferencia entre un momento y otro. A cada movimiento, sentía que durante todo el rato me había confiado más de lo que debía, que estaba atrapado en ese cuarto piso, condenado incluso, si es que el otro lo decidía así, porque nada le impedía cambiar de opinión.
Me había dejado llevar en parte por la belleza ajena, el porte tranquilo del vampiro, y, hasta cierto punto, el resquemor que, sin saberlo, tenía acumulado con mi padre. Pero, saliera o no, tenía claro que estaba bien jodido.
Suspiré, rindiéndome al insomnio, con los ojos cerrados y una postura ladeada que le daba la espalda a la misma retaguardia del vampiro. En algún momento tendría que dormirme, tendría que tener fuerzas para resistir a lo que viniera durante la noche siguiente… O probablemente no.
Su ofrecimiento del sillón no sonó tampoco muy amable, casi lo percibí como algo dicho de mala gana, y una opción no tan recomendable si es que quería evitarme problemas con él, así que, por mi propio bien, más que por el de ambos, lo más seguro era que me quedara allí, entre su espalda y la pared, aunque de repente esto no pareciera una optativa tan tentadora.
–No, no… Me quedaré aquí, lo siento. –Murmuré, casi con temor a molestarlo nuevamente incluso con la respuesta. Recién en ese momento comenzaba a darme cuenta de que, a pesar de que no hubiera habido violencia o amenazas, el permanecer encerrado y vigilado no era tanto como una invitación desinteresada a permanecer allí con él, sino que, por el contrario, estaba obligado a hacerlo, y asumir las consecuencias de lo que hiciera durante cada minuto, hora o día en el que conviviera allí.
No pude dormir, no al principio. A pesar de todo el cansancio acumulado, el agotamiento de que extrajeran mi magia, y lo que suponía el tener que reponer energía durante varias horas o días, el tener solo el silencio ajeno y la tormenta de fondo me daba tiempo para asimilar que nada de lo que estaba pasando era una broma, y que, incluso si en el momento había decidido aceptar los hechos como eran, eso no resultaba tan fácil como pensarlo y ya.
Di una vuelta, luego otra, y más tarde otras tantas más, a veces manteniendo los ojos cerrados, y otras, abiertos, aunque esto no hacía mucha diferencia entre un momento y otro. A cada movimiento, sentía que durante todo el rato me había confiado más de lo que debía, que estaba atrapado en ese cuarto piso, condenado incluso, si es que el otro lo decidía así, porque nada le impedía cambiar de opinión.
Me había dejado llevar en parte por la belleza ajena, el porte tranquilo del vampiro, y, hasta cierto punto, el resquemor que, sin saberlo, tenía acumulado con mi padre. Pero, saliera o no, tenía claro que estaba bien jodido.
Suspiré, rindiéndome al insomnio, con los ojos cerrados y una postura ladeada que le daba la espalda a la misma retaguardia del vampiro. En algún momento tendría que dormirme, tendría que tener fuerzas para resistir a lo que viniera durante la noche siguiente… O probablemente no.
12/06
04:30 - 05:00 AM
Nick Vause
Bird cage
Me quedé conforme con su decisión de quedarse en la cama y pensé que iba a quedar zanjado ahí el asunto, pero poco duró la calma y abrí un ojo cuando empezó a moverse de un lado para otro, la cama era amplia, pero no lo suficiente como para ser matrimonial, así que los movimientos que hacía me movían las mantas de encima y sacudían el colchón, por lo que terminé por girándome para acostarme de espaldas. Le miré.
—¿No puedes dormir?—le pregunté, pues sabía que seguía despierto y si necesitaba hablar, estaba dispuesto a escucharlo, aunque eso me significara llegar a ver el amanecer. Me acomodé un poco más cerca y moví el brazo para rodearlo con el y lo abracé hacía mi pecho, buscando brindarle un poco de consuelo y con la mano empecé a rascar sus cabello, algo que me ayudaba a dormir cuando niño, de hecho aún lo haría si alguien me hiciera eso, pero hace mucho que no tenía ese privilegio.
—¿No puedes dormir?—le pregunté, pues sabía que seguía despierto y si necesitaba hablar, estaba dispuesto a escucharlo, aunque eso me significara llegar a ver el amanecer. Me acomodé un poco más cerca y moví el brazo para rodearlo con el y lo abracé hacía mi pecho, buscando brindarle un poco de consuelo y con la mano empecé a rascar sus cabello, algo que me ayudaba a dormir cuando niño, de hecho aún lo haría si alguien me hiciera eso, pero hace mucho que no tenía ese privilegio.
12/06
04:30 AM
Blanc Bonnet
Bird cage
Escuchar la voz de Nick rompiendo de golpe el silencio entre la oscuridad y la tormenta de fuera, de repente, hizo que me sobresaltase un poco. No sabía cuánto tiempo había pasado, si es que no le estaba dejando dormir al moverme, o, simplemente, le había despertado. Tensé un poco el cuerpo al ver que se movía y negué con la cabeza, aun sabiendo que probablemente este no me veía responderle con gestos.
Me preocupé un poco al sentir que me rodeaba con sus brazos, me apretaba contra su pecho, y luego, posaba sus dedos sobre mi cabeza. Instintivamente quise taparme el cuello con la ropa que me había puesto encima, pero luego, con las caricias en el pelo, entendí que no estaba enfadado. Quizá debí notarlo en su tono de voz al principio, pero todavía estaba demasiado nervioso como para pensar bien las cosas.
Terminé por acurrucar un poco el cuerpo en el suyo, aceptando el confort que este ofrecía. El olor de su ropa había desaparecido hace rato, probablemente reemplazado por el mío, pero ahora podía notar el suyo de manera directa. –Lo siento, todavía no me acostumbro. –Musité, porque seguía teniendo esa sensación de que, si hablaba un poco más alto, estaría haciendo demasiado ruido. Relajé un poco los parpados y comencé a respirar de manera más lenta. –No pretendía actuar así, es solo… -Hice una pausa, muy corta, suspiré de nuevo, flojo, antes de continuar. –No sé qué tengo que hacer a partir de ahora. –Imaginaba la respuesta, en realidad. Dormir, eso debía hacer, y el día siguiente, ya se vería, y luego el otro, y el otro…
Puse la mano sobre su brazo, porque me reconfortaba saber que, de alguna forma, alguien estaba ahí, aunque mi cuerpo estuviera atrapado entre su pecho y la pared. –Gracias.
Me preocupé un poco al sentir que me rodeaba con sus brazos, me apretaba contra su pecho, y luego, posaba sus dedos sobre mi cabeza. Instintivamente quise taparme el cuello con la ropa que me había puesto encima, pero luego, con las caricias en el pelo, entendí que no estaba enfadado. Quizá debí notarlo en su tono de voz al principio, pero todavía estaba demasiado nervioso como para pensar bien las cosas.
Terminé por acurrucar un poco el cuerpo en el suyo, aceptando el confort que este ofrecía. El olor de su ropa había desaparecido hace rato, probablemente reemplazado por el mío, pero ahora podía notar el suyo de manera directa. –Lo siento, todavía no me acostumbro. –Musité, porque seguía teniendo esa sensación de que, si hablaba un poco más alto, estaría haciendo demasiado ruido. Relajé un poco los parpados y comencé a respirar de manera más lenta. –No pretendía actuar así, es solo… -Hice una pausa, muy corta, suspiré de nuevo, flojo, antes de continuar. –No sé qué tengo que hacer a partir de ahora. –Imaginaba la respuesta, en realidad. Dormir, eso debía hacer, y el día siguiente, ya se vería, y luego el otro, y el otro…
Puse la mano sobre su brazo, porque me reconfortaba saber que, de alguna forma, alguien estaba ahí, aunque mi cuerpo estuviera atrapado entre su pecho y la pared. –Gracias.
12/06
04:30 - 05:00 AM
Nick Vause
Bird cage
Seguí moviendo las yemas de los dedos de forma rítmicamente monótona, incluso hacer eso hizo que me diera sueño, por lo que bostecé un poco justo antes de que se disculpara por la actitud temerosa que mostró cuando lo toqué, pero me parecía algo normal. Todo a su tiempo y por lo que intuía, él había sido maltratado, me sentía hasta identificado en mi edad más vulnerable.
—No te preocupes, lo iremos resolviendo.—le dije, era algo que yo mismo necesitaba escuchar y me giré un poco para verlo.—Tu padre...—"te asustaba" dije en mi mente, pero me tragué las palabras.—Se salvó, seguro él tomó el grimorio tambien. Pronto podrás volver con él, pero necesito tiempo para buscarme otro lugar. Entonces, te regresaré con él.
—No te preocupes, lo iremos resolviendo.—le dije, era algo que yo mismo necesitaba escuchar y me giré un poco para verlo.—Tu padre...—"te asustaba" dije en mi mente, pero me tragué las palabras.—Se salvó, seguro él tomó el grimorio tambien. Pronto podrás volver con él, pero necesito tiempo para buscarme otro lugar. Entonces, te regresaré con él.
12/06
04:30 AM
Blanc Bonnet
Bird cage
“Lo iremos resolviendo”, eso me calmó, quizá demasiado teniendo en cuenta que estaba acostado con quien se había alimentado de mi madre, pero teniendo en cuenta que llevaba horas pensando que en algún momento podría morir, saber que tenía un futuro, aunque incierto, me relajó un poco. Su voz, además, era de aquellas que incitaba a tomarse las cosas con calma, a no tener prisa, tenía un doble efecto intimidante y relajante a la vez. Me permitía asumir que podía dejarme caer… de nuevo.
La mención de mi padre, sin embargo, hizo que abriera los ojos un poco, como si eso me desvelara de vuelta. Notaba los ojos de Nick sobre mí, a pesar de que yo no pudiera verlo bien, me estaba mirando, y entre la pausa que hizo, sentí que por un momento se estaba guardando algo. Quise pedirle que solo lo dijera, pero rellenó el hueco con lo que probablemente fue otra cosa que pretendía ser un consuelo, y de alguna forma, no lo fue. Apreté los labios de pensarlo; tenía miedo de quedarme allí, con él, de que en algún momento se hartara y me desechara, pero por otro lado… No quería volver con mi padre, no sin mi madre, era la primera vez que lo pensaba. Estaba siendo la primera vez con demasiadas cosas que ni me planteaba en realidad.
–En tres meses cumpliré los dieciocho. –Le dije. En teoría, faltaba incluso menos si teníamos en cuenta cada día, pero no iba a ser tan exacto, o parecería repelente. –Puedes mantenerme oculto hasta entonces si no quieres dejarme con él… Luego no tendrá poder sobre mi custodia, y no te delataré. –Le propuse. No sabía dónde estaban exactamente sus ojos, pero me imaginé que lo estaba mirando en ese entonces. –Si no pasa nada, no tendrás que moverte, y nadie te causará molestias. –No me parecía mala negociación, de hecho, no sabía si estaba en mi derecho de negociar algo o solo de aceptar sus condiciones, pero su forma de incluirme en el problema, me dio a pensar que, en realidad, podría intentar hacer algo al respecto.
La mención de mi padre, sin embargo, hizo que abriera los ojos un poco, como si eso me desvelara de vuelta. Notaba los ojos de Nick sobre mí, a pesar de que yo no pudiera verlo bien, me estaba mirando, y entre la pausa que hizo, sentí que por un momento se estaba guardando algo. Quise pedirle que solo lo dijera, pero rellenó el hueco con lo que probablemente fue otra cosa que pretendía ser un consuelo, y de alguna forma, no lo fue. Apreté los labios de pensarlo; tenía miedo de quedarme allí, con él, de que en algún momento se hartara y me desechara, pero por otro lado… No quería volver con mi padre, no sin mi madre, era la primera vez que lo pensaba. Estaba siendo la primera vez con demasiadas cosas que ni me planteaba en realidad.
–En tres meses cumpliré los dieciocho. –Le dije. En teoría, faltaba incluso menos si teníamos en cuenta cada día, pero no iba a ser tan exacto, o parecería repelente. –Puedes mantenerme oculto hasta entonces si no quieres dejarme con él… Luego no tendrá poder sobre mi custodia, y no te delataré. –Le propuse. No sabía dónde estaban exactamente sus ojos, pero me imaginé que lo estaba mirando en ese entonces. –Si no pasa nada, no tendrás que moverte, y nadie te causará molestias. –No me parecía mala negociación, de hecho, no sabía si estaba en mi derecho de negociar algo o solo de aceptar sus condiciones, pero su forma de incluirme en el problema, me dio a pensar que, en realidad, podría intentar hacer algo al respecto.
12/06
04:30 - 05:00 AM
Nick Vause
Bird cage
Tres meses, repetí en mi mente cuando lo dijo, lo miré un poco más y me di cuenta que tenía más edad de la que creí en un inicio, se veía joven, tal como me pasaba a mi a su edad, que parecía seguir en la infancia. Por otro lado, tres meses era demasiado tiempo. Volví a prestarle atención en lo que decía, para dejar de perderme en los pensamientos del tiempo y edad. Había escuchado sin prestar atención como dijo que lo podía mantener oculto todo ese tiempo y luego arrugué el ceño ¿Acaso estaba escuchando bien? ¿Pretendía quedarse conmigo hasta ser mayor de edad? ¿Estaba loco?
—Espera, espera, espera, un momento...¿Tres meses dices? ¿meses?—le pregunté incrédulo, o más bien alarmado.—Yo uso esta cama para tener sexo, no puedo tenerte acá tres meses. No voy a estar con alguien más y decirte que te des la vuelta y te tapes los oídos, ni hablar. Tres días como mucho. Tu padre... No quieres volver con él ¿es eso?
—Espera, espera, espera, un momento...¿Tres meses dices? ¿meses?—le pregunté incrédulo, o más bien alarmado.—Yo uso esta cama para tener sexo, no puedo tenerte acá tres meses. No voy a estar con alguien más y decirte que te des la vuelta y te tapes los oídos, ni hablar. Tres días como mucho. Tu padre... No quieres volver con él ¿es eso?
12/06
04:30 AM
Blanc Bonnet
Bird cage
Mi propuesta era un buen plan, o al menos, para mí lo era. Yo podría salir libre, él se mantendría a salvo un tiempo, y luego, cada uno podría seguir con su vida tal y como la había dejado. Bueno, puede que mi caso no tanto, pero, para él sí. Al fin y al cabo ¿Qué eran tres meses para un vampiro?
Al parecer, mucho, si es que teníamos en cuenta que en un momento como ese pensaba en follar. Ni siquiera me había planteado que el lugar en el que me encontraba había servido para yacer con alguien más. No, qué decía alguien más, a saber, cuantas personas habían pasado por ahí a lo largo de sus muchísimos años de eterna vida.
–Espera, ¿Tú te has corrido aquí? ¿Alguien más se ha corrido aquí? –Intenté asimilarlo. Si el resto del piso no estaba muy limpio que digamos, no quería ni pensar las sábanas sobre las que estaba acostado. –¿Ha MUERTO alguien aquí? –Añadí, a la lista de posibilidades, porque tampoco me parecía tan descabellado que el vampiro pudiera desangrar a alguien después de un rapidito mañanero, si es que llegaba a terminar.
Parpadeé un par de veces, intentando ordenar las imágenes que pasaban de una a otra como una película ya no tan ficticia en mi cabeza. Dejé de imaginar las posibilidades, por mi propio bien. –Eres tú quien dijo que no me dejaría ir sin dar una fecha. –Le dije, bajando de nuevo la voz, porque si bien se había alarmado, igual yo lo había hecho un poco al pensar en otras cosas. Al mismo tiempo parecía evitar un poco la pregunta sobre mi padre. –Piénsalo, si me sueltas en poco tiempo, me encontrará, y si te deshaces de mi rápido… Bueno, no sé qué opción es peor para quien. –No es que morir a sus manos fuera de mis prioridades en la vida, pero desde luego, tener un cadáver en casa tampoco le convenía.
Para mí, cualquiera de los dos supuestos, significaba terminar mal.
Al parecer, mucho, si es que teníamos en cuenta que en un momento como ese pensaba en follar. Ni siquiera me había planteado que el lugar en el que me encontraba había servido para yacer con alguien más. No, qué decía alguien más, a saber, cuantas personas habían pasado por ahí a lo largo de sus muchísimos años de eterna vida.
–Espera, ¿Tú te has corrido aquí? ¿Alguien más se ha corrido aquí? –Intenté asimilarlo. Si el resto del piso no estaba muy limpio que digamos, no quería ni pensar las sábanas sobre las que estaba acostado. –¿Ha MUERTO alguien aquí? –Añadí, a la lista de posibilidades, porque tampoco me parecía tan descabellado que el vampiro pudiera desangrar a alguien después de un rapidito mañanero, si es que llegaba a terminar.
Parpadeé un par de veces, intentando ordenar las imágenes que pasaban de una a otra como una película ya no tan ficticia en mi cabeza. Dejé de imaginar las posibilidades, por mi propio bien. –Eres tú quien dijo que no me dejaría ir sin dar una fecha. –Le dije, bajando de nuevo la voz, porque si bien se había alarmado, igual yo lo había hecho un poco al pensar en otras cosas. Al mismo tiempo parecía evitar un poco la pregunta sobre mi padre. –Piénsalo, si me sueltas en poco tiempo, me encontrará, y si te deshaces de mi rápido… Bueno, no sé qué opción es peor para quien. –No es que morir a sus manos fuera de mis prioridades en la vida, pero desde luego, tener un cadáver en casa tampoco le convenía.
Para mí, cualquiera de los dos supuestos, significaba terminar mal.
12/06
04:30 - 05:00 AM
Nick Vause
Bird cage
Me reí de su primera pregunta y como habló de alarmado al respecto, mi risa era baja de todas formas, pero el mero hecho de reírme era como si cualquier persona se hubiese carcajeado a muerte. Me pareció extremadamente adorable que se impresionara por ello y quizás, si lo pensaba, no debí ser tan soez al mencionar aquello como mi mayor preocupación de que se mantuviera por un tiempo prolongado en mi casa.
—No he matado a nadie en mi cama, al menos no literalmente.—me reí por lo bajo, porque estaba hablando en doble sentido y me giré hacía él, apoyándome de lado mirando en su dirección.—Shhh...—le apoyé un dedo en los labios cuando comenzó a repetir las buenas razones que él veía para quedarse mucho tiempo. Luego bajé el dedo por su labio inferior y le acaricié este con el pulgar.—¿Te habían dicho que no paras de hablar?
—No he matado a nadie en mi cama, al menos no literalmente.—me reí por lo bajo, porque estaba hablando en doble sentido y me giré hacía él, apoyándome de lado mirando en su dirección.—Shhh...—le apoyé un dedo en los labios cuando comenzó a repetir las buenas razones que él veía para quedarse mucho tiempo. Luego bajé el dedo por su labio inferior y le acaricié este con el pulgar.—¿Te habían dicho que no paras de hablar?
12/06
05:15 AM
Blanc Bonnet
Bird cage
Se había reído de nuevo, lo supe porque se escuchó, a duras penas lo hizo, fue muy flojo, pero estaba tan cerca que fue imposible no notarlo, no solo el sonido, sino también el ligero movimiento en su cuerpo cuando lo hizo.
Le di vueltas a lo que me dijo, tantas como me permitió hacerlo mientras hablaba, pero si es que hablaba de algún tipo de doble sentido, no lo entendí; para mí, el significado de matar era muy simple, y era uno solo.
Sentí el pecho de Nick desplazarse y ladearse, hasta percibirlo mirándome en mi dirección, dirigiendo el dedo a mis labios aun cuando todavía estaba hablando. Podría haber seguido haciéndolo, dándole mis mil razones para, irónicamente, quedar encerrado, pero en lugar de eso, me callé, lo hice cuando lo pidió, y al girarme un poco para quedar hacia arriba, no solo pude apreciar su tacto, sino que, además, sentí como el aire de su aliento al hablar se topaba suavemente con mi cara.
Lo imaginé sonriendo, a pesar de no ver nada, y esa sola imagen, junto con el sonido de su voz real, me produjo un escalofrío que me recorrió la columna como una corriente que me erizó los pelos a su paso. Como si quisiera complacerlo, negué en silencio con la cabeza, puesto que mis padres nunca me habían dicho que hablara demasiado, ni el resto de gente o profesores. No lo hacía, porque pocas veces sentí que hubiera tenido el derecho a hacerlo, pero ahora, después de que él me mandaba a callar, esta vez con su pulgar apoyado en la parte inferior del labio, no me lo tomaba como una ofensa. Incluso disfruté de sus caricias.
Le di vueltas a lo que me dijo, tantas como me permitió hacerlo mientras hablaba, pero si es que hablaba de algún tipo de doble sentido, no lo entendí; para mí, el significado de matar era muy simple, y era uno solo.
Sentí el pecho de Nick desplazarse y ladearse, hasta percibirlo mirándome en mi dirección, dirigiendo el dedo a mis labios aun cuando todavía estaba hablando. Podría haber seguido haciéndolo, dándole mis mil razones para, irónicamente, quedar encerrado, pero en lugar de eso, me callé, lo hice cuando lo pidió, y al girarme un poco para quedar hacia arriba, no solo pude apreciar su tacto, sino que, además, sentí como el aire de su aliento al hablar se topaba suavemente con mi cara.
Lo imaginé sonriendo, a pesar de no ver nada, y esa sola imagen, junto con el sonido de su voz real, me produjo un escalofrío que me recorrió la columna como una corriente que me erizó los pelos a su paso. Como si quisiera complacerlo, negué en silencio con la cabeza, puesto que mis padres nunca me habían dicho que hablara demasiado, ni el resto de gente o profesores. No lo hacía, porque pocas veces sentí que hubiera tenido el derecho a hacerlo, pero ahora, después de que él me mandaba a callar, esta vez con su pulgar apoyado en la parte inferior del labio, no me lo tomaba como una ofensa. Incluso disfruté de sus caricias.
12/06
05:15 AM
Nick Vause
Bird cage
Le sonreí de medio lado con la comisura cuando negó, aunque él no fuera capaz de verme hacerlo y luego me acerqué hasta rozar sus labios con los míos, quitando mi pulgar de entremedio.
—Debe ser que estoy acostumbrado al silencio.—le susurré.—¿Aún no tienes sueño?—le pregunté mientras bajaba la mano por su cuello en una suave caricia y luego la metí dentro de las sábanas para acariciar su costado, por las costillas hasta la cadera. Llevé la mano hacía adelante luego, para poder tocar la forma de su sexo en descanso, mientras seguía respirando contra sus labios. Comencé a acariciar entre sus piernas, suave y lento, pero firme, sin dudar. Podía sentir en la palma de mi mano el calor que emanaba su cuerpo, incluso la humedad por el calor.—Puedes quedarte tres meses, si puedes soportarlo.—le dije, casi como si le desafiara o dejara una amenaza escondida debajo de aquellas palabras susurradas.
—Debe ser que estoy acostumbrado al silencio.—le susurré.—¿Aún no tienes sueño?—le pregunté mientras bajaba la mano por su cuello en una suave caricia y luego la metí dentro de las sábanas para acariciar su costado, por las costillas hasta la cadera. Llevé la mano hacía adelante luego, para poder tocar la forma de su sexo en descanso, mientras seguía respirando contra sus labios. Comencé a acariciar entre sus piernas, suave y lento, pero firme, sin dudar. Podía sentir en la palma de mi mano el calor que emanaba su cuerpo, incluso la humedad por el calor.—Puedes quedarte tres meses, si puedes soportarlo.—le dije, casi como si le desafiara o dejara una amenaza escondida debajo de aquellas palabras susurradas.
12/06
05:15 AM
Blanc Bonnet
Bird cage
Con sus labios estando tan cerca, por un momento, mi mente dejó de existir, para fundirse en la nada. Todo lo que él hacía, de repente, era suave, delicado y cálido, como si fuese seda. Podía escuchar su voz hablándome, diciendo que debía ser por el silencio que no estaba acostumbrado a que hablaran tanto, preguntándome si es que todavía no tenía sueño. No lo tenía claro, tampoco le respondí; sus labios me acariciaban de una manera tan sensual al moverse, que, aunque continuaran sin juntarse al completo, me robaban todo el aliento y lo suplían con el que el vampiro exhalaba.
Sus dedos serpentearon por mi cuello y lo surcaron en una caricia en dirección a mi cuerpo, bajo las mantas, donde continuaron su descenso sobre la ropa hasta pasar por mi costado, acariciando mis costillas, escalando por mi cadera hacia la pelvis, y por último, reposando en la entrepierna. Me olvidé de respirar hasta que la presión me hizo dar una bocanada de aire brusca, abrí los ojos, y por un segundo, los puse en blanco. Agarré con fuerza en un puño las sábanas que cubrían el colchón de la cama, su voz volvió a surgir desde lo hondo de su garganta, y entonces, o puede fuera algo antes, noté que mi miembro había pasado a ocupar una parte de su mano proporcionalmente mayor a lo que en un principio acariciaba el mayor.
Tuve que tomarme un tiempo para respirar, lento, pesado y profundo, con la boca entreabierta y conteniendo pequeños temblores en ráfaga que recorrían mi cuerpo. Apenas lo había escuchado, pero en el fondo sabía a lo que se refería, aunque en ese preciso instante no pudiera pensarlo demasiado. –No lo entiendo. –Jadeé. Necesitaba que me lo explicara para no llegar a la conclusión de estar volviéndome loco. –¿Estás intentando convencerme para que me vaya o para que me quede? –Aquello, en realidad, pudo sonar perfectamente a otra provocación hacia su persona, pero lo correcto era decir que estaba tan paralizado con sus propias reacciones que resultaba una pregunta completamente seria.
Sus dedos serpentearon por mi cuello y lo surcaron en una caricia en dirección a mi cuerpo, bajo las mantas, donde continuaron su descenso sobre la ropa hasta pasar por mi costado, acariciando mis costillas, escalando por mi cadera hacia la pelvis, y por último, reposando en la entrepierna. Me olvidé de respirar hasta que la presión me hizo dar una bocanada de aire brusca, abrí los ojos, y por un segundo, los puse en blanco. Agarré con fuerza en un puño las sábanas que cubrían el colchón de la cama, su voz volvió a surgir desde lo hondo de su garganta, y entonces, o puede fuera algo antes, noté que mi miembro había pasado a ocupar una parte de su mano proporcionalmente mayor a lo que en un principio acariciaba el mayor.
Tuve que tomarme un tiempo para respirar, lento, pesado y profundo, con la boca entreabierta y conteniendo pequeños temblores en ráfaga que recorrían mi cuerpo. Apenas lo había escuchado, pero en el fondo sabía a lo que se refería, aunque en ese preciso instante no pudiera pensarlo demasiado. –No lo entiendo. –Jadeé. Necesitaba que me lo explicara para no llegar a la conclusión de estar volviéndome loco. –¿Estás intentando convencerme para que me vaya o para que me quede? –Aquello, en realidad, pudo sonar perfectamente a otra provocación hacia su persona, pero lo correcto era decir que estaba tan paralizado con sus propias reacciones que resultaba una pregunta completamente seria.
12/06
05:15 AM
Nick Vause
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