Recuerdo del primer mensaje :
Bird cage
12/06
03:00 AM
Nick Vause
Warning
Este tema contiene:
- Depresión.
- Desnudos parciales.
- Sexo explícito.
Bird cage
Dejé la colilla del cigarrillo en el cenicero y lo cerré.
Quedaba poco camino para llegar a mi hogar y de momento no me habían seguido, de todas formas había dado más vueltas sólo por si acaso y luego me metí a un callejón donde apagué las luces y el motor del auto. Me apoyé en silencio en el asiento, luego bajé del auto llevando la llave conmigo, la cual usé para abrir el maletero. Allí tenía un bolso con algo de ropa, así que tomé una camisa negra y un abrigo. Luego tomé un jeans y una camiseta con el logo de una banda y un suéter. Me fui con ellas hasta el asiento del copiloto y abrí la puerta.
Me incliné por encima del menor para sacarle el cinturón de seguridad y sobre lo que llevaba de pijama, le puse la camiseta y el abrigo, en cuanto al pantalón, no iba a poder ponérselo por encima del que llevaba, así que se lo dejé nada más. Cerré la puerta de nuevo y volví a mi asiento, tiré el pantalón al asiento trasero, donde antes había arrojado mi camisa manchada de sangre y me revisé un poco en el retrovisor para ver que no estuviese tan manchado, aunque iba a necesitar una ducha al llegar de todas formas.
Salí del callejón y me metí al estacionamiento subterráneo de mi edificio. Desde ahí sería todo más fácil, especialmente porque el conserje nocturno estaba bien sobornado para hacer vista gorda a lo que viera y borrar las grabaciones si hacía falta. Tras estacionarme, le hice una seña y la cámara se movió de la posición en la que estaba y apuntó hacía un punto en el que no nos verían llegar hasta el ascensor.
Abrí la puerta del copiloto nuevamente y pasé el brazo del menor por encima de mi hombro y lo llevé caminando hacía el ascensor, había cerrado ambas puertas antes de irnos y activado la alarma, aunque me importaba bien poco si robaban ese auto, yo mismo lo había hecho a una victima hace meses.
Entré al ascensor y marqué el piso cuatro, era uno que quedaba por la penúltima planta, un departamento que el resto de residentes evitaba, debido a los rumores de estar maldito, y que quienes vivían ahí acababan suicidándose. Por lo mismo me salía barato y no tenía vecinos.
Caminé por el pasillo oscuro de alfombra manchada y pestilente hasta mi puerta y abrí con la llave correspondiente. Llevé al joven hasta mi cama, donde le dejé descansar mientras yo volví a la puerta y cerraba con llave, luego me fui al baño.
Mi reflejo me devolvió la mirada, me veía mucho más saludable que cuando salí, era un aspecto agradable, ignorando las manchas que tenía aún por el cuello.
Quedaba poco camino para llegar a mi hogar y de momento no me habían seguido, de todas formas había dado más vueltas sólo por si acaso y luego me metí a un callejón donde apagué las luces y el motor del auto. Me apoyé en silencio en el asiento, luego bajé del auto llevando la llave conmigo, la cual usé para abrir el maletero. Allí tenía un bolso con algo de ropa, así que tomé una camisa negra y un abrigo. Luego tomé un jeans y una camiseta con el logo de una banda y un suéter. Me fui con ellas hasta el asiento del copiloto y abrí la puerta.
Me incliné por encima del menor para sacarle el cinturón de seguridad y sobre lo que llevaba de pijama, le puse la camiseta y el abrigo, en cuanto al pantalón, no iba a poder ponérselo por encima del que llevaba, así que se lo dejé nada más. Cerré la puerta de nuevo y volví a mi asiento, tiré el pantalón al asiento trasero, donde antes había arrojado mi camisa manchada de sangre y me revisé un poco en el retrovisor para ver que no estuviese tan manchado, aunque iba a necesitar una ducha al llegar de todas formas.
Salí del callejón y me metí al estacionamiento subterráneo de mi edificio. Desde ahí sería todo más fácil, especialmente porque el conserje nocturno estaba bien sobornado para hacer vista gorda a lo que viera y borrar las grabaciones si hacía falta. Tras estacionarme, le hice una seña y la cámara se movió de la posición en la que estaba y apuntó hacía un punto en el que no nos verían llegar hasta el ascensor.
Abrí la puerta del copiloto nuevamente y pasé el brazo del menor por encima de mi hombro y lo llevé caminando hacía el ascensor, había cerrado ambas puertas antes de irnos y activado la alarma, aunque me importaba bien poco si robaban ese auto, yo mismo lo había hecho a una victima hace meses.
Entré al ascensor y marqué el piso cuatro, era uno que quedaba por la penúltima planta, un departamento que el resto de residentes evitaba, debido a los rumores de estar maldito, y que quienes vivían ahí acababan suicidándose. Por lo mismo me salía barato y no tenía vecinos.
Caminé por el pasillo oscuro de alfombra manchada y pestilente hasta mi puerta y abrí con la llave correspondiente. Llevé al joven hasta mi cama, donde le dejé descansar mientras yo volví a la puerta y cerraba con llave, luego me fui al baño.
Mi reflejo me devolvió la mirada, me veía mucho más saludable que cuando salí, era un aspecto agradable, ignorando las manchas que tenía aún por el cuello.
12/06
03:00 AM
Nick Vause
Bird cage
Aunque había escuchado su gruñido antes de salir, este no iba a impedir que yo hiciera lo que quisiera, a fin de cuentas su presencia estaba cambiando mi rutina y la forma en que vivía. Lo único que había sentido al no encontrar nada, es que me había tirado una maldición gitana, a fin de cuentas el muchacho tenía poderes que no explotaba el mismo, pero al parecer había decidido que me maldeciría haciendo que fuese a los lugares con la gente más fea de la ciudad, la más ordinaria y agria. Al final me había devuelto con ganas de continuar la fiesta en mi propio hogar.
—Ven a beber conmigo.—le dije ignorando los reproches y lo jalé del brazo para que se levantara de la cama y lo arrastré hasta el salón, donde encendí la luz para él y le pasé la botella. Mi andar era algo destartalado, pero no por eso dejaba de contonearme como un gato callejero en el borde de un muro. No tardé en poner música alta, otra cosa que tenía que soportar de mi el vecino. La canción que empezó a sonar fue tan perfecta, que me hizo bullir la sangre y me acerqué a Blanc, para cantársela y bailarle de pegado de paso, aprovechando la sensual voz masculina que oía, para sacar la propia, la cual no se quedaba por debajo, pues cantar era una de las cosas que mejor hacía.
—Something takes a part of me...—comencé—Something lost and never seen...
Una vez llegué a una parte especifica de la canción, comencé a cantar tan pegado a sus labios, que podía respirar su aliento y casi besarlo.—"You and I were meant to be
A cheap fuck for me to lay
Something takes a part of me...
"
—Ven a beber conmigo.—le dije ignorando los reproches y lo jalé del brazo para que se levantara de la cama y lo arrastré hasta el salón, donde encendí la luz para él y le pasé la botella. Mi andar era algo destartalado, pero no por eso dejaba de contonearme como un gato callejero en el borde de un muro. No tardé en poner música alta, otra cosa que tenía que soportar de mi el vecino. La canción que empezó a sonar fue tan perfecta, que me hizo bullir la sangre y me acerqué a Blanc, para cantársela y bailarle de pegado de paso, aprovechando la sensual voz masculina que oía, para sacar la propia, la cual no se quedaba por debajo, pues cantar era una de las cosas que mejor hacía.
—Something takes a part of me...—comencé—Something lost and never seen...
Una vez llegué a una parte especifica de la canción, comencé a cantar tan pegado a sus labios, que podía respirar su aliento y casi besarlo.—"You and I were meant to be
A cheap fuck for me to lay
Something takes a part of me...
"
14/06
Madrugada
Blanc Bonnet
Bird cage
Intentar razonar con Nick fue tan inútil como hablar con la pared, aunque teniendo la cantidad de alcohol que suponía que llevaba en el cuerpo, tampoco fue demasiado inesperado que no hiciera ni caso a mis reproches. Claro que eso no quitaba que su actitud terminara de agriar el mal humor que había logrado calmar con el paso de las horas.
-No quiero, estaba durmiendo. -Le mentí, pues era lo que había tratado de hacerle creer durante todo ese rato, pero mi negativa resultó tan poco efectiva como las otras, y al final, los brazos fuertes del contrario tiraron de mi cuerpo hasta que no tuve más remedio que levantarme de la cama con todo el dolor que conllevaba el moverme con cierto descuido. Si es que caminé detrás de él hasta el salón, fue porque prácticamente estaba dispuesto a arrastrarme incluso si mis piernas no colaboraban para seguirle el paso.
Achiqué un poco los ojos ante la presencia de la luz, que encendió para mi comodidad, pero que me cegó un poco al prenderse de forma tan repentina. De repente me encontraba con su botella en las manos, mientras con su paso torpe pero aún elegante, atinaba a llegar hasta el reproductor de música para encenderlo y que esta sonara sin ningún tipo de límite, llegando a parecer más ruidosa de lo que realmente era porque en el relativo silencio de la noche, todo sonaba más fuerte.
Dejé la botella en la islita de la cocina, más o menos como forma de rechazar su ofrecimiento en el que yo lo acompañara hasta quedar tan ebrio como él, pero darle la espalda por un momento solo sirvió para no ver la manera en la que avanzaba hacia mí, y que al cogerme para bailar con nuestros cuerpos pegados me tomara por sorpresa, de manera que tampoco sería capaz de reaccionar lo suficientemente rápido como para negarle la cercanía.
Su voz grave y rasposa compaginó perfectamente con la del cantante, mientras cerca de mis labios recitaba aquella letra que resultaba cruda y violenta, hasta tal punto que sentí que me la dedicaba al hablar de lo que me hizo la otra noche, y lo que planeaba hacerme esa misma. Noté que la inmensidad de su cuerpo manejaba al mío para contonearse al son del suyo, y atrapado bajo sus ojos brillantes, me veía desprovisto, de la nada, de todo aquel enfado que me había llevado a encararlo en un enfrentamiento al que Nick no le había dado importancia.
De nuevo respiré y saboreé el alcohol de su aliento, tan cercano a sus labios que besarlo cuando terminó de cantar fue casi instintivo, como si entregarme fuera lo que siempre había deseado, incluso si para él era un objeto del que tener placer, y el que mantendría saludable solo para poder beber de vez en cuando.
De nuevo le ofrecía y le daba lo que él quería, incluso si mi percepción de las cosas trataba de engañarme haciéndome creer que fue el vampiro el que inició ese segundo beso manteniendo aquella cercanía. Con mi mano me agarraba a la ropa de su espalda, evitando de aquella forma que si las piernas me fallaban en algún momento, terminara por irme al suelo, incluso si él me estaba sujetando todo el rato.
-No quiero, estaba durmiendo. -Le mentí, pues era lo que había tratado de hacerle creer durante todo ese rato, pero mi negativa resultó tan poco efectiva como las otras, y al final, los brazos fuertes del contrario tiraron de mi cuerpo hasta que no tuve más remedio que levantarme de la cama con todo el dolor que conllevaba el moverme con cierto descuido. Si es que caminé detrás de él hasta el salón, fue porque prácticamente estaba dispuesto a arrastrarme incluso si mis piernas no colaboraban para seguirle el paso.
Achiqué un poco los ojos ante la presencia de la luz, que encendió para mi comodidad, pero que me cegó un poco al prenderse de forma tan repentina. De repente me encontraba con su botella en las manos, mientras con su paso torpe pero aún elegante, atinaba a llegar hasta el reproductor de música para encenderlo y que esta sonara sin ningún tipo de límite, llegando a parecer más ruidosa de lo que realmente era porque en el relativo silencio de la noche, todo sonaba más fuerte.
Dejé la botella en la islita de la cocina, más o menos como forma de rechazar su ofrecimiento en el que yo lo acompañara hasta quedar tan ebrio como él, pero darle la espalda por un momento solo sirvió para no ver la manera en la que avanzaba hacia mí, y que al cogerme para bailar con nuestros cuerpos pegados me tomara por sorpresa, de manera que tampoco sería capaz de reaccionar lo suficientemente rápido como para negarle la cercanía.
Su voz grave y rasposa compaginó perfectamente con la del cantante, mientras cerca de mis labios recitaba aquella letra que resultaba cruda y violenta, hasta tal punto que sentí que me la dedicaba al hablar de lo que me hizo la otra noche, y lo que planeaba hacerme esa misma. Noté que la inmensidad de su cuerpo manejaba al mío para contonearse al son del suyo, y atrapado bajo sus ojos brillantes, me veía desprovisto, de la nada, de todo aquel enfado que me había llevado a encararlo en un enfrentamiento al que Nick no le había dado importancia.
De nuevo respiré y saboreé el alcohol de su aliento, tan cercano a sus labios que besarlo cuando terminó de cantar fue casi instintivo, como si entregarme fuera lo que siempre había deseado, incluso si para él era un objeto del que tener placer, y el que mantendría saludable solo para poder beber de vez en cuando.
De nuevo le ofrecía y le daba lo que él quería, incluso si mi percepción de las cosas trataba de engañarme haciéndome creer que fue el vampiro el que inició ese segundo beso manteniendo aquella cercanía. Con mi mano me agarraba a la ropa de su espalda, evitando de aquella forma que si las piernas me fallaban en algún momento, terminara por irme al suelo, incluso si él me estaba sujetando todo el rato.
14/06
De madrugada
Nick Vause
Bird cage
Respondí de forma inmediata al beso cuando Blanc me besó y lo llevé contra la pared, aprovechando de volver a apretar el interruptor de la luz innecesaria, quedando en la penumbra de la noche. De fondo seguía sonando Korn mientras yo devoraba sus labios con más deseo de lo que había hecho con otros esa noche y que incluso a él mismo las noches anteriores.
Le levanté del suelo para que se agarrara con las piernas a mí y así no tener que estar agachado todo el tiempo mientras lo besaba. Le invadí la boca con la lengua hasta poder degustar la suya y pegué más mi boca a la suya en un beso abierto.
Al terminar esa canción, comenzó otra, The Pot de Tool, la cual sólo con la primera tonada de voz, que empezaba a la vez que la música sentí el impulso de separarme de los labios de Blanc para cantar, porque la necesidad de hacerlo era imperiosa, era una banda que me gustaba muchísimo y necesitaba compartir esa parte de mi con Blanc, aquella parte más importante, la que vivía por y para la música.
Por supuesto, cantar no incluyó alejarme de él, sino que, mientras lo hacía le agarré la mano, con los dedos entrecruzados con los suyos. Tambien acariciaba su cara, ese bello rostro armonioso, de rasgos perfectos y me agachaba a repartirle besos generosos por las mejillas, frente y los labios en los ratos de silencio. Era una canción larga y de tonos bastante potentes y sabía muy bien que alcanzaba aquella potencia de tal forma que solo me alejaba cuando la reverberación fuese demasiado, pues no contuve en ningún momento la voz, sin embargo, esta noche no se hizo presente ningún golpe impertinente de la pared, nunca los había cuando cantaba. Lo cual era bastante seguido.
Le levanté del suelo para que se agarrara con las piernas a mí y así no tener que estar agachado todo el tiempo mientras lo besaba. Le invadí la boca con la lengua hasta poder degustar la suya y pegué más mi boca a la suya en un beso abierto.
Al terminar esa canción, comenzó otra, The Pot de Tool, la cual sólo con la primera tonada de voz, que empezaba a la vez que la música sentí el impulso de separarme de los labios de Blanc para cantar, porque la necesidad de hacerlo era imperiosa, era una banda que me gustaba muchísimo y necesitaba compartir esa parte de mi con Blanc, aquella parte más importante, la que vivía por y para la música.
Por supuesto, cantar no incluyó alejarme de él, sino que, mientras lo hacía le agarré la mano, con los dedos entrecruzados con los suyos. Tambien acariciaba su cara, ese bello rostro armonioso, de rasgos perfectos y me agachaba a repartirle besos generosos por las mejillas, frente y los labios en los ratos de silencio. Era una canción larga y de tonos bastante potentes y sabía muy bien que alcanzaba aquella potencia de tal forma que solo me alejaba cuando la reverberación fuese demasiado, pues no contuve en ningún momento la voz, sin embargo, esta noche no se hizo presente ningún golpe impertinente de la pared, nunca los había cuando cantaba. Lo cual era bastante seguido.
14/06
Madrugada
Blanc Bonnet
Bird cage
El beso fue correspondido de forma inmediata en cuanto nuestros labios se tocaron, y de un momento a otro, mi cuerpo llegó a encontrarse entre el suyo y la pared, y la habitación regresó de vuelta a la penumbra, para que todo lo que nos envolviera aquella noche, fuera una ligera oscuridad junto a su música.
Me estremecí ante la facilidad que tenía para levantar mi peso con sus manos, y de forma instintiva, me aferré a sus caderas con mis piernas para luego solo centrarme en dejarme devorar. En realidad, permitir que Nick tomara el control de todo era fácil y cómodo, ya que al igual que la noche anterior, él me movía y manejaba a su antojo, por lo que uno podía cerrar los ojos y sencillamente disfrutar de la sensación de su lengua, que continuaba siendo fría, pero no por ello menos hábil o apasionada.
La canción terminó dando paso a otra, y en el frenesí del beso, sentí como el vampiro no pudo contenerse y se separó de mi boca de nuevo para volver a cantar. El grupo no era del tipo de música que se escuchaba en mi casa, pero escucharlo alzar su voz con potencia sin duda fue una experiencia nueva y única. Mientras normalmente el inmortal hablaba flojo y en tonos bajos, en esa ocasión debía enfrentarme a la reverberación de sus gritos, que dejaban salir toda aquella pasión que solo había sido capaz de apreciar en los momentos en los que deseaba sexo.
Sentir esa fuerza indómita con la que cantaba me daban ganas de querer besarlo de nuevo, pero ante el miedo de interrumpirlo, fue él el que simplemente se encargó de repartirme sus besos por distintas zonas para rellenar los ratos de silencio en los que los instrumentos se encargaban de hacer lo suyo. De nuevo lo sentía siendo gentil conmigo, sin bromas ni sarcasmos, solo con una generosidad genuina como la persona que me tenía atrapada allí junto con él.
Entretanto, mi cuerpo volvía a estar inquieto, muy a pesar de estar encarcelado e inmóvil contra el suyo. Yo mismo apretaba la mano que me sostenía mientras cantaba, entrelazando más nuestros dedos, deseando que me acorralara más y me presionara, a veces apoyándome en su hombro para escucharlo cantar más cómodo. Me gustaba sentirlo cerca, buscar un calor que no existía y corresponder a los pocos besos que recibía en los labios cuando llegaban. Solo llegué a abrir la boca para interrumpirlo en los pocos instantes que la canción terminaba para cambiar y dar un comienzo a otra nueva. No había cometido ningún esfuerzo, pero, aun así, notaba que con él me faltaba el aliento. -Nunca había experimentado nada como esto, eres impresionante. -Le fui honesto, casi sintiéndome abrumado. Era la primera vez que lo alababa de esa manera, casi temblaba. -Siento que tu presencia me consumirá por completo si sigo aquí.
Me estremecí ante la facilidad que tenía para levantar mi peso con sus manos, y de forma instintiva, me aferré a sus caderas con mis piernas para luego solo centrarme en dejarme devorar. En realidad, permitir que Nick tomara el control de todo era fácil y cómodo, ya que al igual que la noche anterior, él me movía y manejaba a su antojo, por lo que uno podía cerrar los ojos y sencillamente disfrutar de la sensación de su lengua, que continuaba siendo fría, pero no por ello menos hábil o apasionada.
La canción terminó dando paso a otra, y en el frenesí del beso, sentí como el vampiro no pudo contenerse y se separó de mi boca de nuevo para volver a cantar. El grupo no era del tipo de música que se escuchaba en mi casa, pero escucharlo alzar su voz con potencia sin duda fue una experiencia nueva y única. Mientras normalmente el inmortal hablaba flojo y en tonos bajos, en esa ocasión debía enfrentarme a la reverberación de sus gritos, que dejaban salir toda aquella pasión que solo había sido capaz de apreciar en los momentos en los que deseaba sexo.
Sentir esa fuerza indómita con la que cantaba me daban ganas de querer besarlo de nuevo, pero ante el miedo de interrumpirlo, fue él el que simplemente se encargó de repartirme sus besos por distintas zonas para rellenar los ratos de silencio en los que los instrumentos se encargaban de hacer lo suyo. De nuevo lo sentía siendo gentil conmigo, sin bromas ni sarcasmos, solo con una generosidad genuina como la persona que me tenía atrapada allí junto con él.
Entretanto, mi cuerpo volvía a estar inquieto, muy a pesar de estar encarcelado e inmóvil contra el suyo. Yo mismo apretaba la mano que me sostenía mientras cantaba, entrelazando más nuestros dedos, deseando que me acorralara más y me presionara, a veces apoyándome en su hombro para escucharlo cantar más cómodo. Me gustaba sentirlo cerca, buscar un calor que no existía y corresponder a los pocos besos que recibía en los labios cuando llegaban. Solo llegué a abrir la boca para interrumpirlo en los pocos instantes que la canción terminaba para cambiar y dar un comienzo a otra nueva. No había cometido ningún esfuerzo, pero, aun así, notaba que con él me faltaba el aliento. -Nunca había experimentado nada como esto, eres impresionante. -Le fui honesto, casi sintiéndome abrumado. Era la primera vez que lo alababa de esa manera, casi temblaba. -Siento que tu presencia me consumirá por completo si sigo aquí.
14/06
De madrugada
Nick Vause
Bird cage
Blanc no interrumpió, se convirtió en mi público y le canté directamente a él, aunque la canción no se la estaba dedicando, propiamente tal, porque no decía nada que me pareciera ideal para hacerlo, aún así cada tono suave fue acompañado de caricias y los más fuertes de agarres firmes. Él se mantuvo aferrado a mí, pese al retumbar de mi caja torácica. Al terminar esa canción hubiese sido perfectamente capaz de seguir con la siguiente y la siguiente a esa, pero lo que me dijo me hizo sonreír y morderme el labio inferior antes de llevarlo, nuevamente, contra la pared. Sus palabras me deleitaron, ni siquiera había notado que no me había elogiado antes, pero no me preocupaba eso, no era alguien que lo buscara y no creía haber hecho nada para merecer elogios hasta el momento.
De pronto tuve ganas de muchas cosas, de hablarle de mi banda, de hablarle de mi vida, de cantarle canciones que me recordaran a él, de tocar para él, de componerle una canción para él, pero no pude hacer nada, abrumado por la inmensidad de la emoción que experimentaba.
—Soy signo de agua, no de fuego.—dije, como una broma sobre aquello de consumirle como hacía el fuego. Consideré que mi esencia más que consumirlo, le ahogaría, lo llevaría al fondo abisal en tinieblas del océano.
De pronto tuve ganas de muchas cosas, de hablarle de mi banda, de hablarle de mi vida, de cantarle canciones que me recordaran a él, de tocar para él, de componerle una canción para él, pero no pude hacer nada, abrumado por la inmensidad de la emoción que experimentaba.
—Soy signo de agua, no de fuego.—dije, como una broma sobre aquello de consumirle como hacía el fuego. Consideré que mi esencia más que consumirlo, le ahogaría, lo llevaría al fondo abisal en tinieblas del océano.
14/06
Madrugada
Blanc Bonnet
Bird cage
Volver a encontrarme con mi espalda apoyada en la pared fue en cierto modo un alivio, pero su sonrisa, aquella atrayente curvatura en sus labios y la forma en la que la sombra denotaba sus dientes presionando sobre la carne, eso me hizo sentir directamente bendecido. Era como si mis halagos hubieran sido suficiente como para satisfacer a la figura que me sostenía y de la que, en realidad, dependía mi vida. Por eso mismo, llegaba a sentirme afortunado y desgraciado al mismo tiempo, porque era la segunda vez que había podido apreciar una sonrisa gentil y satisfecha de su parte, pero a la vez, también era la segunda oportunidad que perdía al no estar las luces encendidas, de apreciar su rostro iluminado en todo su esplendor.
Sin embargo, la oscuridad le ofrecía cierto encanto que no podía desdeñar, y por la misma razón que me había quedado embelesado con él, fue por lo que tardé unos segundos en comprender su broma y dejar escapar una pequeña risa. -No, tú no eres como el fuego, el fuego quema, y en cambio, tú estás helado. -Bromeé, rozando mi nariz con la suya, mientras acercaba de nuevo peligrosamente los labios, sin llegar a dejar que me tomara de nuevo. -Pero entonces puede que me ahogues, hay mucha gente que se la traga el mar, al final la diferencia no es tanta. -Reflexioné, dándome cuenta, al fin, de que era la primera vez que me dejaba caer algún dato de su vida, aunque fuera algo tan banal y poco exacto como el signo zodiacal de su nacimiento. Me tenté a besarlo de nuevo, hablándole cada vez más cerca. -Imagino que no es momento para preguntarte cuando es tu cumpleaños.
Sin embargo, la oscuridad le ofrecía cierto encanto que no podía desdeñar, y por la misma razón que me había quedado embelesado con él, fue por lo que tardé unos segundos en comprender su broma y dejar escapar una pequeña risa. -No, tú no eres como el fuego, el fuego quema, y en cambio, tú estás helado. -Bromeé, rozando mi nariz con la suya, mientras acercaba de nuevo peligrosamente los labios, sin llegar a dejar que me tomara de nuevo. -Pero entonces puede que me ahogues, hay mucha gente que se la traga el mar, al final la diferencia no es tanta. -Reflexioné, dándome cuenta, al fin, de que era la primera vez que me dejaba caer algún dato de su vida, aunque fuera algo tan banal y poco exacto como el signo zodiacal de su nacimiento. Me tenté a besarlo de nuevo, hablándole cada vez más cerca. -Imagino que no es momento para preguntarte cuando es tu cumpleaños.
14/06
De madrugada
Nick Vause
Bird cage
Me reí de su broma, tal vez más efusivamente de lo que lo hubiese hecho de estar completamente sobrio, aunque la cantidad de alcohol que había ingerido y la resistencia que tenía a este me hacía estar sólo un poco menos tímido de lo que solía ser. Porque la verdad, mucha de mi timidez sólo la camuflaba de apatía.
Lo fui bajando un poco hasta que tocara el suelo y encendí la luz nuevamente, al menos las luces eran de baja potencia, porque de otra forma me molestaban en la vista. Eran del tipo más baja que había.
—No me habías preguntado cosas de mi.— recalqué ese hecho y me separé para ir hasta el bar y tomar un vaso para prepararle un coctel que pudiera disfrutar, algo dulce y bonito, algo hecho con crema de whiskey, opté por un BMW, un trago compuesto de Bailey's, Malibú (licor de coco) y whiskey. Metí hielo en una coctelera cubos de hielo, luego una onza de cada uno y agité para mezclarlo bien y se lo serví en un vaso.—Nací el treinta de octubre.—le dije mientras le servía, omití el año, de momento, para decirlo luego si es que quería saberlo.—Soy escorpio.—añadí, ya que había salido el tema antes.
Le acerqué el vaso con la punta de los dedos, deslizándolo sobre la mesa de la isla americana y lo miré a los ojos.
—Bebe— le dije, con una sugestión mental, pues no quería que me lo rechazara luego de hacerlo para él.
Lo fui bajando un poco hasta que tocara el suelo y encendí la luz nuevamente, al menos las luces eran de baja potencia, porque de otra forma me molestaban en la vista. Eran del tipo más baja que había.
—No me habías preguntado cosas de mi.— recalqué ese hecho y me separé para ir hasta el bar y tomar un vaso para prepararle un coctel que pudiera disfrutar, algo dulce y bonito, algo hecho con crema de whiskey, opté por un BMW, un trago compuesto de Bailey's, Malibú (licor de coco) y whiskey. Metí hielo en una coctelera cubos de hielo, luego una onza de cada uno y agité para mezclarlo bien y se lo serví en un vaso.—Nací el treinta de octubre.—le dije mientras le servía, omití el año, de momento, para decirlo luego si es que quería saberlo.—Soy escorpio.—añadí, ya que había salido el tema antes.
Le acerqué el vaso con la punta de los dedos, deslizándolo sobre la mesa de la isla americana y lo miré a los ojos.
—Bebe— le dije, con una sugestión mental, pues no quería que me lo rechazara luego de hacerlo para él.
14/06
Madrugada
Blanc Bonnet
Bird cage
Su risa, melodiosa y efusiva, fue una delicia para mis oídos, tanto, que en comparación a las anteriores, estas llegaban a parecer sosas, aunque no por ello menos atractivas.
De nuevo mis pies volvían a tocar el suelo, después de que Nick me hiciera descender poco a poco cuando le pregunté por su cumpleaños. Entonces, la luz se hizo presente otra vez por decisión del vampiro, de manera suave y menos brusca que antes, pero de forma que esta vez pude disfrutar bien del rostro del vampiro, que por alguna razón se me hacía más radiante, quizá por la reminiscencia que aún me quedaba de haberlo hecho sonreír.
Al escucharlo, no pude hacer más que darle la razón, pero no asumiéndolo directamente, sino que en silencio, sin enviarle ningún reproche en cambio. Aunque la verdad fuera dicha, uno realmente no pensaba en poder preguntarle a un posible asesino y su captor algo como la fecha de cumpleaños o sus gustos, como que, entre mis posibilidades en la casa, no tuve en cuenta que podría estar incluido el poder conocerlo mejor en algún punto, a pesar de su aviso de que probablemente no sería libre hasta el momento que él lo decidiera dentro de mucho, lo cual me daba bastante tiempo para eso.
Lo seguí mientras hasta el bar de la cocina, solo para poder escucharlo mejor mientras me respondía a lo que pedí y mezclaba con habilidad un licor con otros y unos hielos. Lo observaba embelesado con cada uno de sus movimientos, hasta darme cuenta que aquel coctel con aspecto tan cremoso y olor dulce en realidad era algo que me había estado preparando específicamente para mí. El problema, entre otras cosas, era que yo no tenía todavía edad para beber de forma legal, pero bastó una sola mirada de duda para llegar a encontrarme con la suya, y entonces, que este decidiera mover los labios en una orden muy clara.
“Bebe.” La palabra sonó fuerte, imponente y con algo en el tono de voz que no se me hizo natural, pero que por ese preciso motivo moví mi mano de manera directa hasta el recipiente donde reposaba la bebida. Ya no solo me resultaba difícil rechazarlo porque me lo había preparado él, sino que con esa simple acción, quería complacerlo, deseaba hacerlo, incluso me sentía honrado de que él hubiera preparado algo para mí, y además… Se veía rico.
Solo existió un pequeño instante de duda antes de que alzara el vaso para olerlo, y al final, llevarlo a mis labios. Un pequeño sorbo bastó para notar el calor y lo fuerte que en realidad era el trago, algo que permanecería durante unos segundos mientras la mezcla bajaba por el gaznate, para luego, solo dejar el regusto dulce y la textura sedosa que aportaba la crema de whisky. Contraje una sola vez el gesto ante la primera impresión, pero luego me relamí los labios. -Está… Rico. -Admití, casi sorprendido, no por su habilidad, sino por la naturaleza de la bebida. -Gracias. -Le susurré, dejando el vaso de vuelta en la mesa, solo por el momento, para poder sentarme a su lado, cerca de él. Entonces volví a tomarlo. -¿Puedo saber cuantos años tienes, Nick? -Le pregunté, siempre con respeto, pero esta vez con algo más de confianza que otras veces, sin ese ápice de miedo. -Pareces joven, pero como vampiro imagino que tienes… otra edad. -Deduje. En realidad, era solo una posibilidad. -Eres hermoso… -Me sinceré, volviendo la vista al trago con un ligero rubor en las mejillas. De alguna manera, necesitaba confesarle eso.
De nuevo mis pies volvían a tocar el suelo, después de que Nick me hiciera descender poco a poco cuando le pregunté por su cumpleaños. Entonces, la luz se hizo presente otra vez por decisión del vampiro, de manera suave y menos brusca que antes, pero de forma que esta vez pude disfrutar bien del rostro del vampiro, que por alguna razón se me hacía más radiante, quizá por la reminiscencia que aún me quedaba de haberlo hecho sonreír.
Al escucharlo, no pude hacer más que darle la razón, pero no asumiéndolo directamente, sino que en silencio, sin enviarle ningún reproche en cambio. Aunque la verdad fuera dicha, uno realmente no pensaba en poder preguntarle a un posible asesino y su captor algo como la fecha de cumpleaños o sus gustos, como que, entre mis posibilidades en la casa, no tuve en cuenta que podría estar incluido el poder conocerlo mejor en algún punto, a pesar de su aviso de que probablemente no sería libre hasta el momento que él lo decidiera dentro de mucho, lo cual me daba bastante tiempo para eso.
Lo seguí mientras hasta el bar de la cocina, solo para poder escucharlo mejor mientras me respondía a lo que pedí y mezclaba con habilidad un licor con otros y unos hielos. Lo observaba embelesado con cada uno de sus movimientos, hasta darme cuenta que aquel coctel con aspecto tan cremoso y olor dulce en realidad era algo que me había estado preparando específicamente para mí. El problema, entre otras cosas, era que yo no tenía todavía edad para beber de forma legal, pero bastó una sola mirada de duda para llegar a encontrarme con la suya, y entonces, que este decidiera mover los labios en una orden muy clara.
“Bebe.” La palabra sonó fuerte, imponente y con algo en el tono de voz que no se me hizo natural, pero que por ese preciso motivo moví mi mano de manera directa hasta el recipiente donde reposaba la bebida. Ya no solo me resultaba difícil rechazarlo porque me lo había preparado él, sino que con esa simple acción, quería complacerlo, deseaba hacerlo, incluso me sentía honrado de que él hubiera preparado algo para mí, y además… Se veía rico.
Solo existió un pequeño instante de duda antes de que alzara el vaso para olerlo, y al final, llevarlo a mis labios. Un pequeño sorbo bastó para notar el calor y lo fuerte que en realidad era el trago, algo que permanecería durante unos segundos mientras la mezcla bajaba por el gaznate, para luego, solo dejar el regusto dulce y la textura sedosa que aportaba la crema de whisky. Contraje una sola vez el gesto ante la primera impresión, pero luego me relamí los labios. -Está… Rico. -Admití, casi sorprendido, no por su habilidad, sino por la naturaleza de la bebida. -Gracias. -Le susurré, dejando el vaso de vuelta en la mesa, solo por el momento, para poder sentarme a su lado, cerca de él. Entonces volví a tomarlo. -¿Puedo saber cuantos años tienes, Nick? -Le pregunté, siempre con respeto, pero esta vez con algo más de confianza que otras veces, sin ese ápice de miedo. -Pareces joven, pero como vampiro imagino que tienes… otra edad. -Deduje. En realidad, era solo una posibilidad. -Eres hermoso… -Me sinceré, volviendo la vista al trago con un ligero rubor en las mejillas. De alguna manera, necesitaba confesarle eso.
14/06
De madrugada
Nick Vause
Bird cage
Lo vi tomar el vaso y me quedé expectante para fijarme si es que le había gustado o no el trago, era uno muy dulce, tanto que camuflaba lo fuerte que era en realidad, pero, por su primer gesto al parecer incluso en ese trago suave notó el alcohol. Relajé los parpados casi esperando una mala critica pero me dijo que estaba rico. Que lo dejara inmediatamente en la mesa no me gustó mucho, pero me mantuve en silencio hasta que lo vi tomarlo de nuevo, pero no con interés en volver a beber. Casi se lo quité de las manos para tomármelo yo cuando se puso a hablar.
—No recuerdo.—le respondí sinceramente, no celebré nunca mis cumpleaños, mucho menos llevé una cuenta después. Con suerte sabía en que año estaba viviendo. Cuando me elogió lo miré y alcé una ceja.—Tomaste un sorbo y ya estás más valiente.—le mencioné con un sonrisa contenida y luego apoyé los codos en el mesón para acercarme a él.—Dame un beso.— le dije esperando que se acercara un poco a mi y le sonreí un poco.
—No recuerdo.—le respondí sinceramente, no celebré nunca mis cumpleaños, mucho menos llevé una cuenta después. Con suerte sabía en que año estaba viviendo. Cuando me elogió lo miré y alcé una ceja.—Tomaste un sorbo y ya estás más valiente.—le mencioné con un sonrisa contenida y luego apoyé los codos en el mesón para acercarme a él.—Dame un beso.— le dije esperando que se acercara un poco a mi y le sonreí un poco.
14/06
Madrugada
Blanc Bonnet
Bird cage
No lo recordaba. Al escuchar eso, casi llegué a sentir un poco de desilusión, que demostraría en un gesto que oculté más adelante tomando otro sorbito de lo que él me había preparado. Como ser que no se veía afectado con el paso del tiempo, me preguntaba cuanto tiempo habría vivido para no llevar la cuenta; si es que tenía algún documento que se lo recordara o no, si es que acaso era tan viejo que los siglos le habían hecho olvidar muchas de las cosas que había ido dejando atrás.
Podría haber insistido, pero sentí que no sacaría demasiado de él en ese momento, menos cuando había otras reacciones que parecían haberle llamado más la atención. Sentí el rubor en mis mejillas conforme tomaba ese segundo sorbo, riéndome avergonzado de como había recalcado lo atrevido de mi comentario con solo un trago de lo que me había ofrecido. La segunda vez en la que el líquido pasó por mi garganta, el sabor pareció ser más dulce todavía, y la sensación de calor solo vino una vez subió desde dentro.
-Ya llevo dos. -Comenté, como si eso fuera un orgullo. Esa era la primera vez que tomaba de ese tipo de bebidas, algo de lo que en casa ni me atrevía a preguntar ya que no tenía la edad suficiente para beber, pero al parecer, a Nick eso no le importaba demasiado.
Noté el cosquilleo en el vientre, la espalda y los dedos al notarlo acercarse de aquella manera, mirándome con esa sonrisa contenida, y la pequeña petición que me hizo sentir tan inquieto como si no me hubiera besado múltiples veces en todos esos días. Me hizo preguntarme, en realidad, si es que yo lo había hecho alguna vez por gusto propio, pero si de algo estaba seguro, es que aquella vez, quería.
No hubo unas palabras de confirmación, ni un gesto que le dijera que iba a hacer o que no. Simplemente fueron un par de segundos parar prepararme, y cuando me sentí listo, me quité los restos de BMW de los labios con la punta de la lengua y me incliné para alcanzar los suyos mientras cerraba los ojos. Al principio fue un contacto tímido, luego se volvió algo más intenso, y al final, terminé por abrir un poco la boca para besarle de la misma forma que él lo había hecho conmigo, solo que esperando a que él igualmente tomara la iniciativa de introducirse en mi boca, porque todavía no me sentía tan osado como para intentar algo como aquello con él. Seguía teniendo claro que el vampiro era quien llevaba el mando.
Podría haber insistido, pero sentí que no sacaría demasiado de él en ese momento, menos cuando había otras reacciones que parecían haberle llamado más la atención. Sentí el rubor en mis mejillas conforme tomaba ese segundo sorbo, riéndome avergonzado de como había recalcado lo atrevido de mi comentario con solo un trago de lo que me había ofrecido. La segunda vez en la que el líquido pasó por mi garganta, el sabor pareció ser más dulce todavía, y la sensación de calor solo vino una vez subió desde dentro.
-Ya llevo dos. -Comenté, como si eso fuera un orgullo. Esa era la primera vez que tomaba de ese tipo de bebidas, algo de lo que en casa ni me atrevía a preguntar ya que no tenía la edad suficiente para beber, pero al parecer, a Nick eso no le importaba demasiado.
Noté el cosquilleo en el vientre, la espalda y los dedos al notarlo acercarse de aquella manera, mirándome con esa sonrisa contenida, y la pequeña petición que me hizo sentir tan inquieto como si no me hubiera besado múltiples veces en todos esos días. Me hizo preguntarme, en realidad, si es que yo lo había hecho alguna vez por gusto propio, pero si de algo estaba seguro, es que aquella vez, quería.
No hubo unas palabras de confirmación, ni un gesto que le dijera que iba a hacer o que no. Simplemente fueron un par de segundos parar prepararme, y cuando me sentí listo, me quité los restos de BMW de los labios con la punta de la lengua y me incliné para alcanzar los suyos mientras cerraba los ojos. Al principio fue un contacto tímido, luego se volvió algo más intenso, y al final, terminé por abrir un poco la boca para besarle de la misma forma que él lo había hecho conmigo, solo que esperando a que él igualmente tomara la iniciativa de introducirse en mi boca, porque todavía no me sentía tan osado como para intentar algo como aquello con él. Seguía teniendo claro que el vampiro era quien llevaba el mando.
14/06
De madrugada
Nick Vause
Bird cage
—¡Ou! disculpa mi error. Dos, corrijo.—le dije con sorna mientras me acercaba a él con una leve sonrisa. Al verlo retirar el licor de sus labios con la lengua, sentí más deseos de probarlos, notando cuan deliciosos se veían, eran voluptuoso y se veían suaves, pero no dejé que mi deseo por probar sus labios se interpusiera en mi petición y dejé que fuese él quien se acercara y marcara el ritmo del beso en un inicio, dejándole probar su propio ritmo, que buscara el centro de su deseo, cuando pude sentir cual era, le seguí; me acerqué un poco más y tomé sus labios con deseo, invadí el espacio entre sus labios con mi lengua y lo acerqué a mi tanto como pude, tanto como el mueble entre nosotros nos lo permitió. Luego, le tomé de la mandíbula para acercarlo más a mi, que se alzara de puntas si era necesario, pero nunca interrumpí el contacto, no al menos, hasta darme por satisfecho, lo suficiente como para separarme, tomarle de la mano y guiarlo para que rodeara la isla.
No crucé palabra con él antes de besarlo de nuevo y si es que llegó a tener la intención de decir algo, lo acallé antes de que pudiera pronunciar algún sonido. Volví a besarlo y llevé las manos hasta su cintura, buscando el borde de la prenda que usaba, que era mía y colé la mano por dentro para poder acariciarlo. Pasé la mano por su suave espalda y lo acerqué.
—Ahora, tócame.— le dije contra sus labios y esperé.
No crucé palabra con él antes de besarlo de nuevo y si es que llegó a tener la intención de decir algo, lo acallé antes de que pudiera pronunciar algún sonido. Volví a besarlo y llevé las manos hasta su cintura, buscando el borde de la prenda que usaba, que era mía y colé la mano por dentro para poder acariciarlo. Pasé la mano por su suave espalda y lo acerqué.
—Ahora, tócame.— le dije contra sus labios y esperé.
14/06
Madrugada
Blanc Bonnet
Bird cage
Nick podía parecer algo burlón a veces, no tomarse en serio cosas que para mi eran importantes, como esos primeros sorbos de alcohol, pero en ese momento, nada de eso me molestaba. Su voz grave era como una caricia rasposa y atrayente, y verlo acercarse más y más, solo me hacía ver lo hermoso que realmente era una vez se arreglaba para salir.
En conjunto, era una persona cuya belleza no hubiera podido comparar con cualquier otra conocida, y por la que habría dado lo que fuera por tenerla complacida, pero eso ya lo sabía, aunque no se lo hubiera dicho, desde antes de que decidiera vestirse como una persona presentable.
Su beso, por supuesto, fue algo que me elevó los sentidos hasta el cielo y me hizo dejarme llevar una vez él tomó el control. Mi cuerpo se movía solo a sus señales, así que tampoco debía pensar mucho, y tan solo tuve que prestar algo de atención en el momento en el que tuve que inclinar mi cuerpo hacia adelante, bajar de la silla y ponerme de puntillas, para no romper esa conexión adictiva que tenía entre nuestros labios.
Tenerlo dentro de mi boca, invadiéndola, era algo que me hacía sentir lleno, completo, pero no de una forma tan agresiva y dolorosa como resultó ser al final la noche de antes.
Quería tomar otro sorbo de la copa, pero la solté y me olvidé de ella tras dejarla en la superficie de la mesa después de que Nick comenzara a dar la vuelta y me guiara para reunirme con él sin el mueble de por medio. No hubieron palabras y no tuve la intención de romper el silencio, así que el segundo beso fue algo que recibí con gusto, compartiéndole mi aliento y ofreciendo sin resistencia mi cuerpo hasta que estuvo satisfecho, sintiendo su mano darme escalofríos conforme me recorría la espalda y me erizaba los pelos de la nuca.
Sus palabras contra mis labios fueron como una orden que ni podía ni quería denegarle, y aprendiendo de él, llevé mi mano derecha a su ropa, buscando como tocar su espalda, pero dando un ligero desvío hasta su torso al final, porque siempre había algo que me deseaba querer tocarlo y deslizar mi mano desde su vientre hasta el pecho, sintiendo parte de sus costillas. Por otro lado, la mano izquierda la llevé para palpar con los dedos la tersa y perfecta piel de su rostro, sin una arruga a pesar de los años que no sabía que tenía. En ese momento, las puntas de mis dedos sintieron el roce de sus rizos, y por un instante, parpadeé para salir de mi ensimismamiento.
-Tienes el pelo más largo. -Murmuré, suave, como si acabara de darme cuenta, mirándolo a los ojos con una sonrisa boba. -No lo tenías así el otro día. Me gusta. -Me reí flojo, aventurándole a tocarlo un poco más, con mi cuerpo prácticamente pegado al suyo. Volví a rozar un poco mis labios con los suyos, en la tentativa de besarlo de nuevo, pero esperando que el movimiento lo hiciera él.
En conjunto, era una persona cuya belleza no hubiera podido comparar con cualquier otra conocida, y por la que habría dado lo que fuera por tenerla complacida, pero eso ya lo sabía, aunque no se lo hubiera dicho, desde antes de que decidiera vestirse como una persona presentable.
Su beso, por supuesto, fue algo que me elevó los sentidos hasta el cielo y me hizo dejarme llevar una vez él tomó el control. Mi cuerpo se movía solo a sus señales, así que tampoco debía pensar mucho, y tan solo tuve que prestar algo de atención en el momento en el que tuve que inclinar mi cuerpo hacia adelante, bajar de la silla y ponerme de puntillas, para no romper esa conexión adictiva que tenía entre nuestros labios.
Tenerlo dentro de mi boca, invadiéndola, era algo que me hacía sentir lleno, completo, pero no de una forma tan agresiva y dolorosa como resultó ser al final la noche de antes.
Quería tomar otro sorbo de la copa, pero la solté y me olvidé de ella tras dejarla en la superficie de la mesa después de que Nick comenzara a dar la vuelta y me guiara para reunirme con él sin el mueble de por medio. No hubieron palabras y no tuve la intención de romper el silencio, así que el segundo beso fue algo que recibí con gusto, compartiéndole mi aliento y ofreciendo sin resistencia mi cuerpo hasta que estuvo satisfecho, sintiendo su mano darme escalofríos conforme me recorría la espalda y me erizaba los pelos de la nuca.
Sus palabras contra mis labios fueron como una orden que ni podía ni quería denegarle, y aprendiendo de él, llevé mi mano derecha a su ropa, buscando como tocar su espalda, pero dando un ligero desvío hasta su torso al final, porque siempre había algo que me deseaba querer tocarlo y deslizar mi mano desde su vientre hasta el pecho, sintiendo parte de sus costillas. Por otro lado, la mano izquierda la llevé para palpar con los dedos la tersa y perfecta piel de su rostro, sin una arruga a pesar de los años que no sabía que tenía. En ese momento, las puntas de mis dedos sintieron el roce de sus rizos, y por un instante, parpadeé para salir de mi ensimismamiento.
-Tienes el pelo más largo. -Murmuré, suave, como si acabara de darme cuenta, mirándolo a los ojos con una sonrisa boba. -No lo tenías así el otro día. Me gusta. -Me reí flojo, aventurándole a tocarlo un poco más, con mi cuerpo prácticamente pegado al suyo. Volví a rozar un poco mis labios con los suyos, en la tentativa de besarlo de nuevo, pero esperando que el movimiento lo hiciera él.
14/06
De madrugada
Nick Vause
Bird cage
La forma en que había comenzado a tocarme era demasiado sutil, no era lo que esperaba, no estaba sacando provecho a la libertad que le di. Suspiré de forma nasal cuando me mencionó el cabello y le esquivé el contacto cuando lo intentó tocar, no parecía estar excesivamente ordenado, pero yo lo había arreglado de esa forma y no quería que se aplastara con el contacto. Le tomé es mano y la bajé hacía mi pecho, dejándola reposar sobre este y correspondí al beso.
—Tócame.— repetí, invitándole a ser más audaz. Me mordí el labio inferior y le dejé rienda suelta para que disfrutara de todo lo que tenía para ofrecerle. No mencioné nada de mi cabello nada más porque no era un tema de interés para mi en ese momento, quería otro tipo de estímulos, no más desvíes, quería coronar la noche con placer y ya que no conseguí afuera lo que buscaba, pretendía que el chiquillo me ofreciera aquello.
—Tócame.— repetí, invitándole a ser más audaz. Me mordí el labio inferior y le dejé rienda suelta para que disfrutara de todo lo que tenía para ofrecerle. No mencioné nada de mi cabello nada más porque no era un tema de interés para mi en ese momento, quería otro tipo de estímulos, no más desvíes, quería coronar la noche con placer y ya que no conseguí afuera lo que buscaba, pretendía que el chiquillo me ofreciera aquello.
14/06
Madrugada
Blanc Bonnet
Bird cage
Nick resultó bastante evidente a la hora de evitar el tema de su cabello, impidiendo que lo tocara incluso para devolver mi mano a su pecho antes de besarme, por lo que más tarde que pronto llegué a entender que lo que buscaba el vampiro, no eran elogios superficiales y más palabrería con la que admirarlo, sino otro tipo de acciones que llegaran a satisfacerlo de una manera más física.
Que repitiera su orden solo lo hizo más claro si cabía, y ante mi duda de como seguir, desvié la mano en su pecho hasta la copa que había quedado en la mesa, la tomé, y en un acto rápido consumí todo su contenido, apretando los párpados al cerrar los ojos para luego dejarla de vuelta donde estaba, vacía.
Dejé ir un suspiro y asentí, como si entonces estuviera listo para hacer lo que me pedía, y sin perder un momento, volví a bajar esa mano para ir directo al grano, quizá demasiado. Mi diestra todavía continuaba en su baja espalda, acariciando la piel sin moverse de la zona, pero la otra, con la que había estado maniobrando todo ese rato, descendió por su vientre hasta llegar a deslizarse parcialmente dentro de su pantalón, donde fui capaz de palpar su ropa interior y parte de lo que albergaba bajo la misma, buscando mientras tenerlo más cerca para poder exigirle otro beso al tomarle los labios.
Sin embargo, lo miré con cierta duda, porque tratándose de Nick, no me sentía lo suficientemente valiente como para tocar sin reparo, incluso si era algo que él mismo me había pedido, dos veces. Continuaba moviendo los dedos, lento, acariciando la zona y tentando a entrar por debajo de la última capa de tela, incluso contemplando la posibilidad de tener que desabrochar su pantalón algo más delante para dar rienda suelta a algo más directo. Solo necesitaba una señal suya, otra de tantas que me permitiera poder avanzar.
Que repitiera su orden solo lo hizo más claro si cabía, y ante mi duda de como seguir, desvié la mano en su pecho hasta la copa que había quedado en la mesa, la tomé, y en un acto rápido consumí todo su contenido, apretando los párpados al cerrar los ojos para luego dejarla de vuelta donde estaba, vacía.
Dejé ir un suspiro y asentí, como si entonces estuviera listo para hacer lo que me pedía, y sin perder un momento, volví a bajar esa mano para ir directo al grano, quizá demasiado. Mi diestra todavía continuaba en su baja espalda, acariciando la piel sin moverse de la zona, pero la otra, con la que había estado maniobrando todo ese rato, descendió por su vientre hasta llegar a deslizarse parcialmente dentro de su pantalón, donde fui capaz de palpar su ropa interior y parte de lo que albergaba bajo la misma, buscando mientras tenerlo más cerca para poder exigirle otro beso al tomarle los labios.
Sin embargo, lo miré con cierta duda, porque tratándose de Nick, no me sentía lo suficientemente valiente como para tocar sin reparo, incluso si era algo que él mismo me había pedido, dos veces. Continuaba moviendo los dedos, lento, acariciando la zona y tentando a entrar por debajo de la última capa de tela, incluso contemplando la posibilidad de tener que desabrochar su pantalón algo más delante para dar rienda suelta a algo más directo. Solo necesitaba una señal suya, otra de tantas que me permitiera poder avanzar.
14/06
De madrugada
Nick Vause
Bird cage
No podía dejar de sonreír mientras lo miraba, algo que no era nada usual en mí, pero cuando se trataba de tener alcohol en la sangre, era más frecuente. Sólo dejé la sonrisa los breves instantes que le saqué la mano de mi pelo. No me gustaba mucho que me lo tocaran, tenía que tener un grado de confianza con alguien que no recordaba tener de hace décadas.
Le conduje la mano hasta donde pretendía que explorara y no tardó en comprender lo que quería. Luego me reí y rodé los ojos al ver como necesitaba de una poción de valor para continuar.
—¡Ay, por favor! Como si no conocieras lo que vas a tocar.— le dije en modo de broma y decidí llevármelo hasta el sofá, allí me dejé caer pesadamente y palmeé el espacio a mi lado para que se acomodara. Yo me senté relajado, con las piernas casi estiradas y uno de los brazos apoyados en el respaldo.—Ven aquí... Acurrúcate.— le dije, para que se acercara a mi pecho, podía ir más lento si así le apetecía, la verdad es que yo no tenía apuro, incluso si me llegaba el sopor de la mañana, tendría más noches para seguir. Cerré los ojos y eché la cabeza hacía atrás, comenzando a tararear la canción que estaba sonando y moviendo los dedos encima del hombro de Blanc, como si éste fueran las cuerdas de una guitarra.
Le conduje la mano hasta donde pretendía que explorara y no tardó en comprender lo que quería. Luego me reí y rodé los ojos al ver como necesitaba de una poción de valor para continuar.
—¡Ay, por favor! Como si no conocieras lo que vas a tocar.— le dije en modo de broma y decidí llevármelo hasta el sofá, allí me dejé caer pesadamente y palmeé el espacio a mi lado para que se acomodara. Yo me senté relajado, con las piernas casi estiradas y uno de los brazos apoyados en el respaldo.—Ven aquí... Acurrúcate.— le dije, para que se acercara a mi pecho, podía ir más lento si así le apetecía, la verdad es que yo no tenía apuro, incluso si me llegaba el sopor de la mañana, tendría más noches para seguir. Cerré los ojos y eché la cabeza hacía atrás, comenzando a tararear la canción que estaba sonando y moviendo los dedos encima del hombro de Blanc, como si éste fueran las cuerdas de una guitarra.
14/06
Madrugada
Blanc Bonnet
No puedes responder a temas en este foro.
|
|